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Septiembre es el Mes de la Prevención de las Caídas, el momento perfecto para hablar de la prevención de las caídas si es no vidente o tiene visión reducida.
Entre 2015 y 2050, el número de personas de 40 años o más no videntes o con visión reducida se duplicará (Varma, 2016). Esta estadística significa que el número de personas mayores con pérdida de visión aumentará drásticamente, junto con su necesidad de seguridad y servicios. Una de las principales preocupaciones es el riesgo de caídas. Las personas mayores con pérdida de visión corren un alto riesgo de caerse por diversas razones: problemas de equilibrio, medicación, miedo, falta de habilidades de movilidad y comorbilidades, por nombrar algunas. Además, tienen el doble de probabilidades de sufrir caídas que las personas mayores sin pérdida de visión (Crews, et al, 2014).
En Estados Unidos, el costo médico de las caídas es elevado. Según AARP (2017), “una parte sustancial de los gastos sanitarios de los adultos mayores de 65 años fue atribuible a las caídas, lo que representa el 6 % de los gastos de Medicare y el 8 % de los costes de Medicaid. De los 50 000 millones de dólares, casi el 99 % se gastó en las secuelas de caídas no mortales”.
Factores de riesgo relacionados con la visión
Los siguientes problemas visuales pueden afectar en gran medida al riesgo de caídas, así como a otras actividades cotidianas: agudeza visual, campo visual, sensibilidad al contraste (capacidad para detectar diferencias entre zonas claras y oscuras), deslumbramiento, adaptación a la luz y la oscuridad, visión cromática y visión binocular. Es fundamental acudir al oftalmólogo para asegurarse de que se abordan estos factores de riesgo. Por ejemplo, existen pruebas especiales que pueden comprobar la sensibilidad al contraste. Además de un examen oftalmológico completo, debe solicitar que le remitan a un especialista en visión reducida.
Factores de riesgo
Además de los problemas de visión, existen muchos factores de riesgo que pueden provocar caídas, como los siguientes:
- dificultad para caminar o mantener el equilibrio;
- problemas de frecuencia o ritmo cardíacos;
- debilidad muscular y/o problemas en los pies;
- antecedentes de caídas y/o miedo a las caídas;
- tomar varios medicamentos (4 o más);
- mareos;
- enfermedades como la artritis, la apoplejía y la diabetes;
- apresurarse y no prestar atención.
Las personas mayores con visión reducida pueden no ser conscientes de las adaptaciones sencillas que pueden hacer en sus casas para evitar las caídas. Además, es posible que no conozcan los programas de prevención de caídas y otros programas relacionados que mitigan los factores de riesgo, como el tratamiento de la debilidad muscular y los problemas de equilibrio. Algunos programas populares basados en pruebas que se adaptaron a personas con visión reducida son Matter of Balance (Cuestión de equilibrio) y Walk With Ease (Caminar con facilidad). Estos programas suelen estar disponibles en centros para personas mayores u hospitales locales. Póngase en contacto con su Fall Prevention State Coalition para obtener más información. Considere también la posibilidad de utilizar la nueva lista de control Falls Free CheckUp del CDC.
Elaborar un plan de prevención de caídas
Audrey Demmitt, enfermera diplomada y mentora de pares de VisionAware, escribió sobre el desarrollo de un plan de prevención de caídas, sugiriendo, entre otras cosas:
- Modifique su entorno doméstico para reducir el riesgo de caídas. Evalúe su vivienda habitación por habitación. Aprenda a reducir el desorden, maximizar la iluminación y el contraste, hacer reparaciones y reorganizar. Consulte la sección de VisionAware sobre modificaciones en el hogar para obtener sugerencias y pruebe nuestra lista de control de encuestas en el hogar. Si tiene necesidades importantes, considere la posibilidad de que un terapeuta ocupacional o de rehabilitación visual le haga una evaluación a domicilio.
- Ilumine su hogar. El envejecimiento y la visión reducida exigen una mayor iluminación. Añada iluminación adicional en pasillos, escaleras y pasarelas exteriores. Utilice la potencia segura más alta en las luminarias. Coloque lámparas de noche en el dormitorio, los pasillos y los cuartos de baño. Obtenga más información sobre iluminación en el hogar.
- Utilice un bastón de movilidad. Si es una persona no vidente o tiene visión reducida y no utiliza bastón, considere la posibilidad de recibir clases de orientación y movilidad. Para más información sobre la importancia del bastón en la prevención de caídas, no deje de leer La visión reducida y el bastón blanco, una herramienta para la prevención de caídas.
Seminario web sobre prevención de caídas
Escuche nuestro seminario web sobre visión reducida y caídas. Presentado por la terapeuta ocupacional Cheri Harbour (antes Nipp), MS, OTR/L, SCLV. Habló de los problemas visuales que pueden aumentar el riesgo de caídas, como la agudeza visual, el campo visual, la sensibilidad al contraste, el deslumbramiento, la adaptación a la luz y la oscuridad, la visión de los colores y la visión binocular, así como de las adaptaciones y estrategias para hacer frente a estos problemas. Obtenga más información sobre lo que puede hacer para prevenir las caídas.
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