Resultados de orientación y movilidad después de un huracán

A girl standing in a crosswalk trying to cross. Behind her is an APS that doesn't work. [Una joven intenta cruzar sobre la línea peatonal. Detrás de ella hay un APS que no funciona.]

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Vivir en una isla del Caribe rodeado de playas puede sonar a vacaciones eternas. Y, de hecho, la mayoría de las veces lo es. Pero hay algunas excepciones, como estar en el lugar por donde pasan los huracanes. En 2017, Puerto Rico experimentó el impacto directo del huracán María, un huracán de categoría cinco que trajo muchas consecuencias adversas.

Los huracanes solo duran horas: el verdadero reto es lo que sucede después. Después de un huracán, diversas situaciones conflictivas repercuten en el bienestar y la vida cotidiana. Por ejemplo, la falta de energía eléctrica hace que no haya comunicaciones, la falta de agua provoca problemas de salud y saneamiento, y los fuertes vientos causan destrozos, lo que se traduce en carreteras cerradas y obstáculos para pasar y desplazarse. Algunos obstáculos no pueden eliminarse rápidamente, por lo que continúan siendo un problema para una persona no vidente o con visión reducida. Los estudiantes deben adaptarse.

Tras el paso de un huracán es importante dar prioridad a la seguridad de las personas no videntes o con visión reducida y a su orientación y movilidad. En diversas situaciones difíciles se requieren algunas estrategias y técnicas para utilizar el bastón.     

Aceras

La acera de un lugar frecuentado a menudo, como la de enfrente de su casa, es un lugar familiar; una persona no vidente o con visión reducida la conoce como a la palma de su mano. Es el lugar por el que pasan todos los días, para revisar el correo, sacar la basura o pasear. Pero, ¿qué ocurre cuando se produce un acontecimiento como un huracán? La disposición del lugar cambia y deja de ser familiar. Obstáculos como ramas de árboles tiradas, basura o cables caídos obstruyen la acera. Todo esto tiene un gran impacto en la seguridad porque es como aprender una nueva ruta. La comunidad puede colaborar para eliminar algunos obstáculos, pero otros no son tan fáciles de sacar. Ciertos obstáculos, como un árbol, madera u objetos pesados, llevan tiempo porque pueden requerir del uso de una máquina. Otros exigen esperar a que los operarios de la compañía eléctrica retiren un cable.    


En estas situaciones, se recomienda que una persona no vidente o con visión reducida tenga varias puntas para su bastón, para que pueda probarlas e identificar la más adecuada de acuerdo con las condiciones de la acera. Incluso tener varios modelos diferentes de bastones puede ayudar en caso de que necesiten utilizar uno más fuerte debido a los posibles obstáculos que puedan encontrar. Además, complementar el uso del bastón con tecnología de sonido que vibra cuando se detectan objetos delante puede ayudar en las situaciones en las que se desconocen los objetos que habrá en el camino.  

Cruzar calles        

       
Para una persona no vidente o con visión reducida, cruzar una calle depende o bien del uso de las Señales Peatonales Accesibles (APS, por su sigla en inglés) o de esperar a que los semáforos hagan parar los coches. Sin embargo, tras un huracán, debido a los fuertes vientos, los APS y los semáforos terminan en el suelo o dejan de funcionar. Esto afecta a la vida de la persona porque ya no puede cruzar la calle como estaba acostumbrada. En esta situación, es importante escuchar el flujo vehicular y establecer un patrón de cuándo es seguro cruzar. Si una persona no vidente o con visión reducida no se siente segura al cruzar la calle en estas condiciones, no debe hacerlo. En ese caso, pedir ayuda a otra persona les permitirá llegar sanos y salvos a su destino. En este caso, es importante que la persona no vidente le explique las técnicas correctas de guía vidente a su acompañante.

Falta de energía eléctrica


Otra situación tras un huracán es la falta de energía eléctrica. Después de un huracán se tarda un tiempo en disponer de energía eléctrica estable. Esto significa otro peligro, especialmente por la noche, cuando las personas con visión reducida experimentan una oscuridad total. Esta es una situación en la que el uso de técnicas de bastón adecuadas ayuda a superar esta barrera. Eso incluye técnicas de protección cuando se desplaza dentro o fuera de la casa. También es importante disponer de baterías para poder cargar sus teléfonos móviles u otras tecnologías de asistencia. Esto es especialmente importante si utilizan una aplicación GPS para facilitarles la movilidad. Incluso recomiendo usar un paquete de baterías con un panel solar muy pequeño por menos de $ 75 aquí en Puerto Rico.

Servicios ferroviarios intermitentes


Tomar el tren para ir a la escuela o al trabajo es un derecho de las personas. También le da independencia a una persona no vidente o con visión reducida, ya que es una forma fácil de ir al trabajo que no lo hace depender de otros para el transporte. Pueden planificar su horario a partir del itinerario del tren. Aun así, después de un huracán no hay garantías de que los servicios estén disponibles todos los días. Tras un huracán, la inestabilidad del sistema afecta la vida de todas las personas. Pueden llegar a tiempo a su trabajo, reunión, colegio, etc., pero un apagón cambiará todo eso y más cuando se desconoce cuándo volverá el sistema eléctrico. Además, quedarse varado podría afectar a la orientación, ya que el tren podría detenerse de repente en un lugar que no conocen. Aquí es importante anticiparse y comunicarse con el trabajo o la escuela y hacerles saber sobre las interrupciones del servicio. Otra alternativa es utilizar Uber, cuando sea posible, o identificar a otras personas como vecinos, familiares o amigos que utilicen sus coches y tengan una ruta cercana y puedan ayudar en estas ocasiones.     


Orientación y Movilidad (O&M) después de un Huracán

Vivir en una isla en el Caribe, rodeado de playas, suena como unas vacaciones eternas, y realmente lo es la mayor parte del tiempo. Pero hay algunas excepciones, como estar en el lugar por donde pasan los huracanes. En 2017, Puerto Rico experimentó el impacto directo del huracán María, un huracán de categoría cinco que trajo muchas consecuencias adversas.

Los huracanes solo duran horas: el verdadero reto es lo que sucede después. Después de un huracán, diversas situaciones conflictivas repercuten en el bienestar y la vida cotidiana. Por ejemplo, la falta de energía eléctrica hace que no haya comunicaciones. La falta de agua provoca problemas de salud y saneamiento. Asimismo, los fuertes vientos causan destrozos, lo que se traduce en carreteras cerradas y obstáculos para pasar y desplazarse. Algunos de estos obstáculos son fáciles de eliminar, otros se mantienen por más tiempo. Para una persona no vidente o con visión reducida esto tiene un gran impacto y el estudiante debe adaptarse.   

Tras el paso de un huracán es importante dar prioridad a la seguridad de las personas no videntes o con visión reducida y a su orientación y movilidad. Para lograr esto, es necesario tener estrategias y técnicas de uso del bastón blanco en una variedad de situaciones adversas.   

Aceras


Las aceras son un lugar muy frecuentado, como lo es la acera frente a su casa. Es un lugar familiar para una persona no vidente o con visión reducida y la conoce como la palma de su mano. Es el lugar por el que pasan todos los días, para revisar el correo, sacar la basura o pasear. Pero, ¿qué ocurre cuando se produce un acontecimiento como un huracán? La disposición del lugar cambia y deja de ser familiar. Obstáculos como ramas de árboles tiradas, basura o cables caídos obstruyen la acera. Todo esto repercute en la seguridad y familiaridad del entorno.  La comunidad puede colaborar para eliminar algunos obstáculos, pero otros no son tan fáciles de sacar. Ciertos obstáculos, como un árbol, madera u objetos pesados, llevan tiempo porque pueden requerir del uso de una máquina. Otros exigen esperar a que los operarios de la compañía eléctrica retiren un cable. 

En estas situaciones, se recomienda que una persona no vidente o con visión reducida tenga varias puntas para su bastón, para que pueda probarlas e identificar la más adecuada de acuerdo con las condiciones de la acera. Incluso tener varios modelos diferentes de bastones puede ayudar en caso de que necesiten utilizar uno más fuerte debido a los posibles obstáculos que puedan encontrar. Además, complementar el uso del bastón con tecnología de sonido que vibra cuando se detectan objetos delante puede ayudar en las situaciones en las que se desconocen los objetos que habrá en el camino.    

Cruzar calles       


Para una persona no vidente o con visión reducida, cruzar una calle depende o bien del uso de las Señales Peatonales Accesibles (APS, por su sigla en inglés) o de esperar a que los semáforos hagan parar los coches. Sin embargo, tras un huracán, debido a los fuertes vientos, los APS y los semáforos terminan en el suelo o dejan de funcionar. Esto impacta en la vida de una persona no vidente ya que no puede cruzar con la seguridad que lo hacía antes. En esta situación, es importante escuchar el flujo vehicular y establecer un patrón de cuándo es seguro cruzar. Si no se siente seguro al cruzar, no lo haga. Pida ayuda a otro peatón en el área para cruzar la calle de forma segura. En este caso, es importante que la persona no vidente le explique las técnicas correctas de guía vidente a su acompañante.    

Falta de energía eléctrica     

       
Otra situación frecuente después de un huracán es la falta del energía eléctrico constante, ya que la estabilidad de este sistema toma tiempo. Esto significa otro peligro, especialmente por la noche, cuando las personas con visión reducida experimentan una oscuridad total. Esta es una situación en la que el uso de las técnicas adecuadas del bastón ayuda a superar esta barrera. Esto incluye técnicas de protección al desplazarse dentro y fuera de la casa. También, es importante tener cargadores portátiles para poder cargar su celular y equipos de asistencia tecnológica; especialmente, si usa una aplicación de GPS para ayudarse con la movilidad. Incluso recomiendo usar un paquete de baterías con un panel solar muy pequeño por menos de 75 dólares aquí en Puerto Rico.    

Servicios ferroviarios intermitentes 


Tomar el tren para ir a la escuela o al trabajo es un derecho de las personas. También, le da independencia a una persona no vidente o con visión reducida, ya que no tiene que depender de otras personas para llegar a su destino. Puede planificar su horario a partir del itinerario del tren. Aun así, después de un huracán no hay garantías de que los servicios estén disponibles todos los días. La inestabilidad del servicio impacta en la vida de todas las personas. Puede que haya preparado todo para llegar a tiempo al trabajo, a la escuela, a una reunión, etc., pero un apagón eléctrico arruina todos sus preparativos; más aun si se desconoce cuándo volverá a la normalidad el servicio eléctrico. También, quedarse varado en una parada desconocida tiene un impacto sobre su sentido de la orientación. Aquí es importante anticiparse y comunicarse con el trabajo o la escuela y hacerles saber sobre las interrupciones del servicio. Otra alternativa es utilizar Uber, cuando sea posible, o identificar a otras personas como vecinos, familiares o amigos que usen sus coches y tengan una ruta cercana y puedan ayudar en estas ocasiones.