Estudio de evaluación de las necesidades en los condados rurales de Virginia Occidental de APH Huntington

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Entrada de blog Introducción a APH Huntington: A través de un programa para mejorar los resultados y los recursos disponibles en una zona rural, se brindó información de alto nivel sobre APH Huntington, un programa nuevo desarrollado para proporcionar tecnología y otro tipo de capacitación a las personas no videntes o con visión reducida que viven en los condados rurales de Cabell y Wayne, en Virginia Occidental.

Con la puesta en marcha del programa, APH trabaja para recopilar información, adquirir conocimientos y aprender a tratar mejor a los habitantes de las zonas rurales de todo el país. Desde APH Huntington se encargó a la universidad Marshall University Research Corporation (MURC, por su sigla en inglés) la realización de un estudio de evaluación de necesidades para determinar las necesidades no cubiertas de los residentes no videntes y con visión reducida de los condados de Cabell y Wayne.

Encuesta de evaluación de las necesidades

La evaluación comenzó en abril de 2022 y finalizó en septiembre del mismo año. Participaron en el estudio 98 personas que residían en los condados de Cabell o Wayne, quienes declararon ser legalmente no videntes o con visión reducida.

Los objetivos de la evaluación eran tres:

  • Identificar a las personas no videntes y con visión reducida en los condados de Cabell y Wayne
  • Comprender las necesidades insatisfechas de las personas no videntes y con visión reducida en esta zona
  • Determinar cómo deben adaptarse los servicios para satisfacer estas necesidades

Estas son algunas de las principales conclusiones del informe:

  • Virginia Occidental tiene el doble del promedio nacional de residentes de 16 a 64 años que declaran tener una discapacidad visual y el triple del promedio nacional de mayores de 65 años que declaran tener una discapacidad visual.
  • Cuando se les preguntó a los participantes del estudio qué tipo de dispositivo móvil tenían, el 35,7 % respondió iPhone, el 34,7 % respondió que tenía un dispositivo con Android y el 12 % dijo que no tenía ningún dispositivo móvil.
  • Menos del 50 % de los participantes en el estudio usaban computadora.
  • Menos del 50 % de los participantes en el estudio usaban tablet.
  • Menos del 30 % de los participantes en el estudio usaban un altavoz inteligente (Amazon Echo o Google Home).
  • Menos del 50 % de los participantes recibieron capacitación en orientación y movilidad.
  • Solo el 12,2 % de los participantes en el estudio confirma que recibió información del personal médico en un formato accesible, como letra grande.
  • Solo nueve de los 98 participantes habían oído hablar de la tecnología de etiquetas de prescripción accesibles, y ninguno la usaba.
  • La mayoría de los participantes indicaron que su método preferido para hacer las compras era que otra persona lo hiciera por ellos.
  • El 63,3 % de los participantes en el estudio indicaron que tenían ingresos anuales inferiores a 20 000 dólares por año.
  • El 63,3 % de los participantes que tenían menos de un diploma de enseñanza secundaria o GED.

Necesidades identificadas en las personas encuestadas

Según los autores, “los resultados de la encuesta ponen de manifiesto algunas necesidades insatisfechas de la población no vidente y con visión reducida de la región. Entre ellas se encuentran el transporte, la ayuda financiera, los servicios, la actividad organizativa, las opciones adicionales de capacitación y movilidad/orientación, y la educación para la adaptación del estilo de vida”.

La necesidad más mencionada por las personas encuestadas fue la de más financiación. La financiación adicional es una clara necesidad entre las personas que participaron del estudio, ya para sí mismas o para las organizaciones de la zona. Cuando se les preguntó dónde podrían realizarse mejoras, indicaron en repetidas oportunidades la necesidad de transporte adicional.

Muchos mencionaron que necesitaban ayuda económica o trabajo, pero no sabían dónde acudir o cómo acceder a los servicios. Varias personas también expresaron la necesidad de tener dispositivos de tecnología de asistencia y recibir capacitación en movilidad, pero simplemente no hay suficientes recursos disponibles en la zona para atender estas necesidades. A partir de las respuestas a la encuesta también se sugiere que una parte significativa vive en la pobreza, lo que puede agravar los problemas.

Cómo atender las necesidades

Para comenzar a abordar la necesidad de acceso a la información y la capacitación que se identificó en este estudio, APH Huntington se asoció con la Asociación de No Videntes de Cabell-Wayne (CWAB, por su sigla en inglés), una organización local sin fines de lucro centrada exclusivamente en la ceguera y la visión reducida, para ofrecer capacitación sobre el altavoz inteligente Amazon Echo y otros dispositivos a los residentes locales no videntes y con visión reducida. Después de solo tres sesiones de capacitación en grupo, desde la CWAB y APH Huntington ya pueden ver el entusiasmo que se está generando a medida que los residentes locales no videntes o con visión reducida se enteran de lo que pueden hacer los altavoces inteligentes y comparten esa información con otras personas no videntes o con visión reducida. Se programaron más sesiones de capacitación para marzo de 2023, y hay una lista de espera para recibir capacitación adicional a finales de este año.

Hay planes en marcha para reunir a varias organizaciones locales y sin fines de lucro con el objetivo de compartir y debatir los resultados de este estudio de evaluación de necesidades. Los objetivos serán determinar cómo podrían los grupos reforzar sus redes, combinar recursos que escasean y priorizar y adaptar futuras ofertas de programas para satisfacer mejor las necesidades específicas de los residentes no videntes o con visión reducida.

“Los resultados del estudio de evaluación de necesidades de Cabell y Wayne se pueden extrapolar a otras zonas de Virginia Occidental”, dijo Lee Huffman, “por eso compartimos, y seguiremos compartiendo, este trabajo con organizaciones de toda la región para ayudar a informar sus futuras opciones de programas y servir mejor a las personas no videntes o con visión reducida de su zona”.