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El aislamiento social y la soledad son preocupaciones significativas para las personas mayores en general, pero tienen especial importancia para las personas mayores no videntes o con visión reducida, como se detalla en un artículo reciente de VisionAware.
¿Qué entendemos por aislamiento social y por soledad?
El aislamiento social tiene dos componentes: uno físico y otro social. Se produce cuando las personas no pueden vincularse debido a la distancia física o tienen pocas personas con las que interactuar.
La soledad, por otra parte, es la parte subjetiva o el “sentimiento” de estar solo o aislado debido a la falta de relaciones sociales. Las personas pueden convivir con otras en una misma casa y aun así “sentirse” solas.
Los siguientes son algunos datos a tener en cuenta:
El aislamiento social y la soledad suponen un riesgo para la salud.
Los adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir aislamiento social y soledad debido a los cambios en su salud y en sus conexiones sociales, que se producen durante el proceso de envejecimiento.
Según el Perfil de los Estadounidenses Mayores del 2020, el 27 % de las personas mayores vivían solas (2021) y las mujeres tenían casi el doble de probabilidades de vivir solas. Los cambios en la vida, como la viudez, pueden hacer más vulnerables a las mujeres que a los hombres (Beal, 2006).
Además, la pérdida de visión es un factor de riesgo significativo para las mujeres. Como señala la Dra. Khator en su artículo de VisionAware, hay más mujeres que hombres propensas a padecer enfermedades oculares y a tener defectos de refracción no corregidos. Además, señala que las mujeres también corren más riesgo de padecer el síndrome del ojo seco debido a los desequilibrios hormonales de la menopausia (s. f.).
Se citan otros factores clave de riesgo de aislamiento social y soledad
- pérdida de dos sentidos;
- pérdida de la memoria (incluidas distintas formas de demencia, en particular la enfermedad de Alzheimer);
- discapacidad funcional que limita la capacidad de la persona para socializar;
- dificultad para desplazarse;
- pérdida de familiares y amigos (el propio entorno social);
- acontecimientos vitales disruptivos (como un cambio de residencia);
- el duelo (quizá la causa inmediata más importante de aislamiento social y soledad);
- enfermedad y problemas de salud;
- jubilación (Donovan & Blazer, 2020).
Como se señala en el artículo sobre el aislamiento social “Los efectos de la discapacidad visual pueden restringir las oportunidades de realizar actividades sociales y de interactuar socialmente” (Pérdida sensorial, párr. 2), la gente puede sentirse incómoda cerca de una persona con pérdida de visión y no saber qué decir. Las opciones de transporte son limitadas. Además, utilizar el teléfono puede resultar difícil para una persona que no está familiarizada con la pérdida de visión. Con todas estas pérdidas y la incapacidad de vincularse, el mundo se vuelve mucho más limitado.
Mayor riesgo de afecciones médicas y de salud mental
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento indica que el aislamiento social y la soledad también se asocian con mayores riesgos de padecer condiciones médicas y de salud mental como hipertensión, enfermedades cardiacas, depresión, demencia e incluso la muerte (2019).
Además, Varma et al. (2016), con los datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales (BRFSS, por su sigla en inglés) que realizaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), descubrieron que las personas no videntes o con visión reducida tienen un mayor riesgo de padecer estas afecciones crónicas de salud, así como lesiones no intencionadas, retraimiento social, depresión y mortalidad.
¿Qué se puede hacer para reducir los riesgos del aislamiento social y la soledad?
Como se señala en el artículo, se llevaron a cabo muchas intervenciones con poco éxito, incluidas las siguientes:
- facilitación social (incluida la tecnología);
- ejercicio;
- terapias psicológicas;
- servicios de salud y sociales;
- terapia con animales;
- relaciones de amistad;
- desarrollo de habilidades y ocio.
Se necesita investigación adicional sobre posibles intervenciones, incluidas las destinadas a personas mayores no videntes o con visión reducida.
Obtenga más información sobre estrategias para personas mayores con pérdida de visión
Para las personas mayores con pérdida de visión, los grupos de apoyo son una excelente opción u oportunidad para reducir el aislamiento social y la soledad.
Referencias
Administración para la Vida Comunitaria. (2021). Perfil de los Estadounidenses Mayores del 2020. Obtenido de https://acl.gov/sites/default/files/Aging%20and%20Disability%20in%20America/2020ProfileOlderAmericans.Final_.pdf
Beal, C. (2006). La soledad en las mujeres mayores: un análisis de la literatura. Issues in Mental Health Nursing, 27(7), 795-813. https://doi.org/10.1080/01612840600781196
Donovan, N. J. & Blazer, D. (2020). Aislamiento social y soledad en adultos mayores: análisis y comentario de un informe de las academias nacionales. American Journal of Geriatric Psychiatry, 28(12), 1233-1244. https://doi.org/10.1016/j.jagp.2020.08.005
Khator, P. (s. f.) Las mujeres y la salud ocular. VisionAware. Obtenido de Las mujeres y la salud ocular (Women and Eye Health): ConnectCenter (aphconnectcenter.org)
Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. (2019, 23 de abril). El aislamiento social y la soledad de las personas mayores representan riesgos para la salud. Institutos Nacionales de Salud. Obtenido de https://www.nia.nih.gov/news/social-isolation-loneliness-older-people-pose-health-risks
Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. (2021, 14 de enero). Soledad y aislamiento social: consejos para mantenerse conectado. Institutos Nacionales de Salud. Obtenido de https://www.nia.nih.gov/health/loneliness-and-social-isolation-tips-staying-connected
Orr, A. L. (s. f.) Aislamiento social y soledad entre los adultos mayores y su relación con la pérdida de la visión, VisionAware. Obtenido de: Aislamiento social y soledad entre los adultos mayores y su relación con la pérdida de la visión: VisionAware.
Varma, R., Vajaranant, T. S., Burkemper, B., Wu, S., Torres, M., Hsu, C., Choudhury, F., & McKean-Cowdin, R. (2016). Discapacidad visual y ceguera en adultos en Estados Unidos: variaciones demográficas y geográficas del 2015 al 2050. JAMA Ophthalmology, 134(7), 802-809. https://doi.org/10.1001/jamaophthalmol.2016.1284