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Hace 32 años, el 26 de julio, el Presidente George H. W. Bush promulgó la Ley de Estadounidenses con Discapacidad (ADA, por su sigla en inglés). Mediante la aprobación de esta ley se puso fin a la batalla por la igualdad de acceso para las personas con discapacidad. La ley supuso una enorme victoria para la comunidad de personas con discapacidad. Aunque en la ADA se contemplan muchas garantías y precauciones, quizá una de las más importantes es la igualdad de acceso. Si bien esto difiere según el caso, el objetivo es brindar igualdad de condiciones a las personas con discapacidad.
En este artículo me gustaría hablar específicamente de lo que se ofrece a través de la ADA a los estudiantes universitarios y de cómo acceder a ello. En el marco de la propia ADA, se contribuye a garantizar que los estudiantes que necesiten adaptaciones razonables, como formato braille, formato audio, extensión de los plazos, un escribiente, etc., puedan acceder a ellas. Aunque estas adaptaciones están a disposición de los estudiantes que las necesiten, no se aplican de forma automática. Estaría muy bien que, al llegar a una escuela, el departamento de accesibilidad ya hubiera preparado todas las adaptaciones necesarias. Sin embargo, no es tan fácil y requerirá algo de trabajo. Por haber iniciado este proceso y participado en él, puedo brindar cinco consejos que te ayudarán a maximizar tu experiencia universitaria, asegurándote de obtener las adaptaciones necesarias para acceder a tu educación.
1: Comunícate con la Oficina para Estudiantes con Discapacidades (o equivalente) antes de llegar al campus.
Iniciar una conversación antes de llegar al campus garantizará que el equipo con el que trabajarás conozca tus necesidades. En caso de que necesites un formato especial, esto les da tiempo suficiente para pedir ciertos materiales antes de que empiecen las clases. Para asegurarte de que la transición de la escuela secundaria a la universidad no sea un problema, una vez que te decidas por un centro, concreta una reunión con un miembro del equipo de accesibilidad. Una vez que te reúnas con ellos, plantea tus necesidades como punto de partida.
2: Averigua sobre las posibilidades de adaptaciones disponibles.
Es importante conocer las posibles adaptaciones. Las adaptaciones universitarias y la accesibilidad, como la extensión de los plazos y el braille, son bastante universales, pero puede que haya otras adaptaciones menos conocidas que te beneficien. En caso de que no sepas lo que puedes necesitar, consulta tus planes anteriores, como un 504 o un IEP, para familiarizarte con lo que necesitaste antes. También puedes hablar sobre en qué consiste cada adaptación en una reunión con la oficina de accesibilidad; esto puede ayudarte a decidir qué es lo mejor para ti.
3: Acércate a tus docentes.
Enviar un correo electrónico de presentación a tus docentes puede ser realmente útil en el ámbito de la accesibilidad a la universidad. Esto los ayuda a conocerte un poco mejor y saber qué asistencia adicional vas a necesitar. También abre una línea de comunicación que se pueda usar a lo largo del curso en caso de que surja algún problema.
4: Reúnete regularmente con la oficina de accesibilidad durante el semestre.
Intenta reunirte al menos una vez al mes, si no cada dos semanas, para mantener un debate general. Es un buen momento para hablar de lo que funciona y lo que no. Si crees que necesitas algo más, o que no estás utilizando una adaptación que ya tienes a disposición, este es el momento de decirlo. Las adaptaciones para la accesibilidad en la universidad siempre pueden agregarse o quitarse durante el trimestre, pero es mejor hacerlo cuando surgen los problemas que esperar hasta el final del semestre y poner en peligro tu rendimiento en la clase. También es importante que no esperes a tener un examen, una tarea importante o algo similar para abordar posibles problemas con tus adaptaciones o con el respeto de estas por parte del docente. Aprovecha estas reuniones periódicas para plantear tus dudas y prepararte para alcanzar el éxito.
5: ¡Pregunta!
Cuando se trata de accesibilidad, siempre surgen preguntas. Aunque me encantaría responder a todas ellas en esta publicación, lamentablemente es imposible. Si surge alguna duda, confusión, etc., pídele a alguien que te ayude. El equipo de la oficina de accesibilidad es un gran recurso, al igual que tus docentes y otros estudiantes no videntes o con visión reducida que puedan haber tenido experiencias similares. Los sistemas de asistencia de este tipo son tu mejor opción mientras navegas por estas nuevas aguas; ¡apóyate en ellos siempre que sea necesario!