Habilidades de interacción social
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¿Qué son las habilidades de interacción social?
Unas habilidades de interacción social bien desarrolladas son fundamentales para desarrollar una autoestima positiva, entablar relaciones y, en última instancia, ser aceptado en la sociedad. Para comunicarse eficazmente con los demás, establecer amistades, relaciones sociales positivas y ser percibido como alguien agradable, una persona debe demostrar buenas habilidades sociales.
Las destrezas lingüísticas expresivas y receptivas, verbales o signadas, necesarias para conversar, son inherentes a la interacción social. Dominar la comunicación no verbal es vital. Consiste en reconocer las sutilezas de las expresiones faciales y el lenguaje corporal para expresar diversas emociones y sentimientos.
Las habilidades sociales son fundamentales para la interacción. A menudo, estas habilidades se adquieren observando casualmente a los demás. Sin embargo, los niños ciegos o con baja visión no pueden observar estas interacciones. Requieren una enseñanza estructurada y deliberada para adquirir habilidades sociales.
¿Por qué enseñar habilidades de interacción social como área específica?
Las investigaciones han demostrado que los jóvenes con ceguera o baja visión presentan un riesgo en sus habilidades sociales. También suelen tener redes más pequeñas de amigos y conocidos.
La investigación también mostró relaciones significativas entre la participación en actividades sociales y el empleo de los jóvenes ciegos o con baja visión. La importancia de que los niños y adolescentes con ceguera o baja visión participen en el aprendizaje estructurado de habilidades sociales está respaldada en investigaciones, y estas actividades pueden y deben ser apoyadas por las familias, el TVI, el personal escolar y los proveedores de servicios.
Bebés y niños pequeños
Los seres humanos empiezan a aprender habilidades sociales en la infancia. Para los niños pequeños, el desarrollo social se centra en establecer vínculos y comunicarse eficazmente con los padres, cuidadores y otras personas significativas en la vida del niño.
Los bebés y niños pequeños con ceguera o baja visión pueden mostrar signos únicos de búsqueda de atención, diferentes de los de los niños videntes. En lugar de volverse ruidosos para indicar que se acercan los padres, podrían callarse. Esta tranquilidad les permite escuchar las señales de alimentación, cambio de pañales, consuelo o juego. Los padres videntes podrían malinterpretar este silencio como un deseo de descanso o falta de vínculo afectivo. Sin embargo, en realidad podría significar que el niño participa activamente y busca la interacción.
Los cuidadores principales de bebés con ceguera o baja visión deben aprender un «baile social» diferente para comunicarse eficazmente con el niño. En lugar de las señales visuales y el contacto visual, estas interacciones utilizan el oído, el tacto, el olfato y el gusto para establecer conexiones sociales. Estos niños se benefician de que los cuidadores les proporcionen descripciones e indicaciones auditivas, como hablarles para explicarles lo que está ocurriendo antes de tocarlos o llevarles la comida a la boca.
Los padres también pueden tararear, silbar o hacer otros ruidos agradables cuando se acerquen a la habitación del niño para hacerle saber que viene alguien.
Las interacciones con los miembros de la familia en los tres primeros años de vida marcan el rumbo del desarrollo social del niño. Por lo tanto, la intervención temprana es especialmente importante para que los padres de recién nacidos con discapacidad visual aprendan a enfrentarse a sus sentimientos por tener un hijo con una discapacidad visual.
Comprender los comportamientos
Enseñar a los padres a leer los comportamientos de sus hijos puede ayudar a prevenir dificultades posteriores. Es posible que haya que animar a los padres a utilizar el tacto como sustituto de señales visuales como la sonrisa; por ejemplo, los masajes o los mimos mientras se mece al niño y una voz tranquilizadora pueden ser más gratificantes para él que las cosas que no puede ver. Lo fundamental es que los padres y otros cuidadores establezcan un vínculo con el niño para que se sienta seguro y querido.
Edad elemental
A medida que los niños maduran, sus hermanos y otros niños desempeñarán un papel importante en su desarrollo social. Por ejemplo, los hermanos y los compañeros pueden enseñar a los niños con ceguera o baja visión habilidades como esperar el turno y las interacciones sociales mientras fingen jugar o juegan: «Mira esto» y «¿¡Has visto eso!?»
Para los niños en edad de primaria, el desarrollo de las habilidades sociales pasa del establecimiento de relaciones en el seno de la familia al desarrollo de relaciones con los demás: compañeros de clase y amigos, profesores o adultos en las escuelas y entornos comunitarios.
Secundaria y Bachillerato
Cuando los niños llegan a la escuela media y secundaria, se espera de ellos que comprendan las normas sociales comunes en su comunidad. Así pues, los niños y adolescentes con ceguera o baja visión deben dominar las habilidades sociales básicas. Estos conocimientos les permiten cumplir sus objetivos sociales.
En esta etapa, se espera que reconozcan los retos sociales, solucionen los problemas y resuelvan esas dificultades. Los profesores y los familiares deben ofrecer retroalimentación verbal a los alumnos con ceguera o baja visión. Es importante destacar qué habilidades sociales son eficaces e identificar los aspectos que deben mejorarse. Es posible que estos alumnos no perciban las señales de sus compañeros videntes o de la comunidad. Por lo tanto, las opiniones de amigos, familiares y profesores videntes son cruciales. Esta información les ayuda a comprender cómo sus acciones afectan a los demás.