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Quizá sea solo una coincidencia, pero teniendo en cuenta lo mucho que Ron Brooks se movió por Estados Unidos desde su juventud, parece lógico que haya pasado toda su carrera profesional trabajando en el sector del transporte público. Además, un punto central de su trabajo es hacer el transporte público más accesible para todos, especialmente para las personas con discapacidad.
Ron es fundador y director general de Accessible Avenue. La empresa le presta servicios de consultoría y formación a agencias de transporte y proveedores de movilidad que quieren hacer sus productos y servicios más accesibles para las personas con discapacidad. Es el único miembro de la plantilla, con la ayuda administrativa de su mujer, Lisa. Ron orienta a las personas y a las organizaciones comunitarias a la hora de afrontar los problemas de transporte y movilidad propios o ajenos.
Los primeros años de Ron
Nacido con glaucoma congénito, Ron se sometió a una intervención quirúrgica que le devolvió parte de la visión. Seguía teniendo visión reducida, y la práctica de deportes de contacto aceleró su inevitable pérdida de visión. A los 14 años estaba completamente ciego.
Pero eso no frenó a Ron. Asistió a una combinación de escuelas ordinarias y a una escuela para personas no videntes hasta la escuela secundaria. Su familia se mudaba mucho. Se licenció en Artes liberales en la Universidad de Indiana, especializándose en Ciencias Políticas con orientación en Relaciones laborales y Estudios latinoamericanos.
“Pensaba que me gustaría ser profesor o trabajar en el gobierno de Estados Unidos o con una organización de ayuda”, dice Ron. “Seguía en esa línea cuando fui a la escuela de posgrado”.
Aunque Ron empezó a estudiar un posgrado en la Universidad Estatal de San Francisco, cuando empezó a abogar por la mejora del transporte público se dio cuenta de que le “interesaba bastante”. En su tiempo libre, empezó a asistir a las reuniones de los comités asesores del sistema Bay Area Rapid Transit (BART, por su sigla en inglés). Como miembro de una de las secciones del Consejo Americano de Ciegos (ACB, por su sigla en inglés) del Área de la Bahía, se ofreció como voluntario para representar al ACB cuando el BART empezaba a hablar de cambios en su sistema que le afectaban directamente.
“No tenía mucho más que hacer aparte de los deberes, que supongo que en realidad no quería hacer”, dice Ron. “Cuanto más me involucraba en estas reuniones con el BART, más interesante se volvía, y sentía que realmente podía contribuir”.
En particular, Ron sentía que podía ayudar a salvar las diferencias. “Las personas que estaban a favor defendían cosas que eran válidas, pero estaban tan enfadados que realmente no trabajaban con el sistema para generar cambios”, explica. “Y el personal de la agencia tenía buenas intenciones, pero no entendía lo penoso que era utilizar algunos de sus servicios. Sentí que había un terreno intermedio que podía explorarse”.
Emprender una carrera para toda la vida
Ron dejó los estudios de posgrado para empezar su primer trabajo en el BART en 1993, donde trabajó en proyectos de accesibilidad durante la implementación de los aspectos de transporte de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por su sigla en inglés).
“Había una oportunidad de participar como planificador”, dice. “Conseguí el trabajo hablando con confianza, porque no tenía ningún tipo de experiencia en planificación. Pero le gusté a alguien que trabajaba allí y me dio la oportunidad”.
Cuando, un par de años más tarde, surgió la oportunidad de trabajar en el servicio de paratránsito del BART, Ron la aprovechó. Era un paso adelante disponible, pero también porque quería aprender todo lo posible. Trabajó en ese puesto durante dos años, ayudando al BART a crear un sistema de paratránsito con otra agencia de transporte, un sistema que sigue vigente hoy en día.
A partir de ese momento, Ron ascendió rápidamente en las filas de varias organizaciones de transporte y se mudó a nuevos lugares alrededor del país. Admite que era un “trepador”, así que aceptó una oportunidad en West Palm Beach, Florida, con su futura esposa, Lisa, que también es no vidente.
Ron admite que ese trabajo, dedicado al paratránsito y la accesibilidad de los autobuses, fue uno de los más duros que tuvo en su vida. No solo porque el sistema necesitaba mucho trabajo, sino también porque asumió un papel directivo.
“Pasé cuatro años aprendiendo mucho sobre cómo ser directivo, y luego nos trasladamos a Nuevo México, donde me incorporé al sector privado”, explica.
Seguir nuevos caminos que se ajusten a los valores personales
Ron ocupó varios puestos en esa empresa, lo que exigía viajar mucho. Los tres hijos de Lisa y él estaban llegando a la edad escolar, y Ron decidió que estar cerca de ellos era más importante que el trabajo. De hecho, la mayoría de sus decisiones profesionales siempre giraron en torno a su familia. Quería estar presente para ellos. Aceptó un trabajo que pagaba más para que pudieran ir a la universidad, anteponiéndolos en última instancia al trabajo.
“A estas alturas, llevo 27 años casado con Lisa. Nuestros hijos tienen entre 17 y 20 años”, dice Ron. “Mi trabajo es importante, pero el tiempo es oro”.
Ron creó Accessible Avenue en 2020. Seguía trabajando en un empleo que le gustaba mucho, hasta que la empresa recortó personal y finalmente quebró debido al COVID. Así que convirtió Accessible Avenue en su trabajo a tiempo completo en 2021, y trabajó a tiempo parcial para un proveedor de paratránsito llamado UZURV. En esta empresa de paratránsito bajo demanda, se ocupa de las partes interesadas y las políticas públicas.
Pero Accessible Avenue es el proyecto que más le apasiona. Como él mismo dice, su misión personal es servir a la gente que lo rodea. Y la misión de Accessible Avenue se alinea con ello.
“Quiero hacer la movilidad más fácil y accesible para las personas con discapacidad. Quiero ayudarlos a moverse en el espacio desde que salen por la puerta de su casa como peatones”, explica Ron, cuyo perro guía, York, forma parte de su solución de movilidad personal. “Accessible Avenue existe para ayudar al sector a idear y aplicar soluciones de transporte y accesibilidad que sean más accesibles para las personas con discapacidad”.
Como cualquier empresario, Ron se preocupa por el éxito de Accessible Avenue, que también ofrece consultoría sobre soluciones tecnológicas. Pero eso no es lo más importante para él en cuanto al trabajo.
“Se trata de la misión, no del negocio”, dice Ron. “Me ayuda a decirle no a los proyectos que no encajan y sí a los que sí. Mi misión me mantiene con los pies en la tierra”.
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Vea la entrevista de Ron en nuestro popular CareerConversation aquí: