Asistir a la universidad como persona no vidente o con visión reducida 

temple university flags outside building

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Prepararme para mi primer año de universidad fue un momento increíblemente estresante, pero emocionante. Si estás pensando en dar un paso hacia la educación superior, también debes prepararte y empezar a investigar con antelación. He proporcionado algunas consideraciones y consejos preparatorios específicos para alguien con ceguera o visión reducida. 

Consideraciones clave 

  • Desarrollar habilidades de autodefensa 
  • Identificar las herramientas necesarias y las necesidades de acceso 
  • Investigar campus accesibles 
  • Ponerse en contacto con las oficinas de recursos para personas discapacitadas si tienes preguntas sobre tus necesidades y las adaptaciones que pueden ofrecerte 
  • Poner a punto el bastón y los conocimientos de braille 

Estas eran algunas de las áreas clave que necesitaba haber cubierto y dominar antes de empezar la universidad. Estos puntos pueden cambiar de una persona a otra, pero el objetivo general a la hora de averiguar si estás preparado para tener éxito en la universidad es identificar tus puntos débiles o preocupaciones y hacerles frente.  

Desarrollar habilidades de autodefensa 

Estoy matriculado como estudiante de primer año en la Universidad de Temple en una licenciatura en ciencias, que se centra en la física general. El primer paso para llegar hasta aquí fue aumentar mi nivel de comodidad con la autodefensa.  

Como seguro ya sabes, tu capacidad para hablar y pedir lo que necesitas para satisfacer tus necesidades específicas es una habilidad invaluable. Como me diagnosticaron la discapacidad visual más tarde, esta habilidad me era totalmente ajena, y me llevó algo de práctica y situaciones incómodas llevarla a donde tenía que estar. Estos pueden ser buenos puntos de partida si necesitas desarrollar tus habilidades de autodefensa. 

Empezar poco a poco 

Aprovecha las pequeñas situaciones, como que un amigo o familiar intente enseñarte algo en tu teléfono, para practicar. Di cosas como: “No logro entenderlo; ¿podrías describírmelo?”. O “Me cuesta ver eso; normalmente, necesito que las cosas sean más grandes para verlas”. Los ejemplos son excelentes formas de practicar la autodefensa. Cualquier otro comentario que consideres oportuno también puede servir.  

Se trata de que empieces a sentirte cómodo expresando tus necesidades. Como estás hablando con un amigo íntimo o un familiar, normalmente te resultará más fácil entenderle y será más fácil hablar con él. 

Asistir a las reuniones del IEP 

Como necesitaba herramientas y recursos específicos mientras estaba en la escuela secundaria, tenía un Programa de Educación Individualizado (IEP). Las reuniones del IEP son un buen lugar para practicar las habilidades de autodefensa. Aunque no tengas un IEP en la universidad, puedes tener acceso a una oficina de recursos para personas discapacitadas. 

Al presentarte en persona y darte a conocer, estarás poniendo cara a los responsables del caso, y además podrás responder a cualquier pregunta que surja o pedir cosas en el momento. Como te diriges a adultos, es importante que sepas cómo pedir lo que necesitas.  

Ser asertivo 

Para mí fue un desafío conseguir la ayuda y las herramientas que necesitaba de la escuela, ya que la administración no era la más dispuesta. Cuando estés en estas reuniones, saca a relucir los problemas, presenta posibles soluciones para iniciar la conversación y demuestra que tú también has pensado en ello. Diciendo algo como: “He tenido problemas para ver al profesor y la pizarra en clase. Quizá sería mejor que me sentara adelante o que el trabajo en clase tuviera un formato accesible”. (Indica en qué accesibilidad estás pensando). Sé paciente pero firme cuando pidas lo que necesitas. Estás siendo asertivo para ayudarte a ti mismo y a tu educación, así que alza la voz si necesitas una herramienta específica o ayuda con un determinado problema. 

Identificar herramientas y necesidades de acceso 

Cuando te autodefiendas, tienes que saber lo que pides y lo que sería más útil. Puede que necesites un poco de ayuda para entender lo que necesitas. Un profesor para alumnos con discapacidades visuales (TVI, por su sigla en inglés), un consejero de rehabilitación profesional o el personal de la oficina de recursos para personas discapacitadas podrían serte de ayuda. Estos profesionales tienen un sólido conocimiento de qué herramientas son más útiles para diferentes personas y escenarios.  

Puedes recurrir a profesionales de la visión o relacionados con la discapacidad para que te ayuden a dominar las herramientas que ya tienes, como tu bastón blanco, el braille o un lector de pantalla. Aunque utilizar estas cosas en público puede resultar incómodo, debes empezar a incorporarlas a tu vida diaria de la forma que te resulte más cómoda. Formarte con profesionales y dominar tus recursos será muy importante una vez que llegues a la universidad, ya que estarás solo y necesitarás moverse y terminar tareas sin que otras personas te den las respuestas a los problemas que se te planteen. 

Siéntete lo más cómodo posible con las herramientas que ya tienes o familiarízate con las que crees que vas a necesitar durante tu estancia en la universidad. Cuando comprendes bien todas las herramientas que tienes, puedes enfrentar desafíos más complejos y resolverlos con facilidad. 

Investigar campus accesibles  

Al elegir la facultad a la que quería ir, ya había decidido que necesitaba estar en una ciudad. He vivido en la zona rural de Vermont la mayor parte de mi vida y, por encantadora que sea, no era el lugar más accesible para mí. Empecé a buscar facultades principalmente en las grandes ciudades para garantizar la facilidad de acceso en cuanto al transporte y la proximidad a otras necesidades de la comunidad. 

Ponerse en contacto con las oficinas de recursos para personas discapacitadas 

Una vez que tengas una lista de universidades, ponte en contacto con tu oficina de discapacidad y programa una reunión. Acude a la reunión con una lista de preguntas.  

Las preguntas pueden incluir las siguientes: 

  • “¿Qué tecnología accesible hay en el campus y qué miembros del personal saben utilizarla?”. 
  • “¿Disponen de impresora braille o sistemas de ampliación de video en el campus?”. 
  • “¿Qué ayudas adicionales ofrecen para ayudar a los estudiantes no videntes o con visión reducida a satisfacer diversas necesidades académicas?”. 
  • “¿Tienen personas que puedan ayudarme si tengo problemas con mi lector de pantalla u otra tecnología?”. 

Trabajar en las habilidades con el bastón y el braille 

Continúa trabajando en tus habilidades con el bastón y el braille. Para ayudarte a saber qué habilidades de viaje serán necesarias para tus años universitarios, visita los posibles campus universitarios. Te ayudará a conocer mejor los lugares por los que viajarás y pasearás. Comprenderás mejor los lugares en los que podrías necesitar ayuda de un instructor de orientación y movilidad en el futuro. ¿Hay calles complicadas? ¿Necesitarías planificar rutas alternativas? ¿Hay puntos de referencia adecuados? 

Reflexiones finales  

Asistir a una universidad es un gran paso. Mientras tus amigos se esfuerzan por averiguar cómo será la universidad para ellos, es probable que te esfuerces en otras áreas más allá de lo académico, la socialización y la adaptación. Pero no dejes que esto te disuada. El acceso a la universidad puede ser un proceso increíblemente estimulante y gratificante si te preparas bien para ello. Prepararse para el éxito al postularte garantiza que sepas cómo tener éxito una vez que estés adentro. Anímate y ¡buena suerte!