Audífonos de venta libre: Mi experiencia como no vidente

closeup of hearing aid in ear

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Me gustaría decir que empezó a mis 50 años, cuando ya no podía oír el tintineo del triángulo en una de mis canciones favoritas de Queen. Pero si le preguntas a mi marido y a mi familia, te dirán que mis problemas de audición empezaron mucho antes. La pregunta frecuente “¿Qué?” se había convertido en un hábito, al igual que subir el volumen del televisor. Mi padre tenía pérdida de audición, algo que ignoró durante muchos años, y yo también lo negaba. Solía pensar que algún día me haría revisar la audición, pero que no estaba tan mal.  

Confiar en la audición 

Al ser legalmente ciega de nacimiento y tener la visión progresivamente reducida, la audición siempre ha desempeñado un papel esencial en la comunicación y socialización con los demás, además de ayudarme a orientarme en mi entorno. Las señales sonoras también son útiles para tareas cotidianas, como saber cuándo hierve el agua, cuándo la lavadora está en diferentes ciclos o cuándo la tarjeta o llave del hotel ha desbloqueado la puerta tras introducirla en el sensor.  

Las cosas empezaron a complicarse cuando, al hacer presentaciones en conferencias, tenía problemas para oír las preguntas y los comentarios de la gente que estaba en el fondo de la sala. Quería encontrar la manera de superar este reto, ya que es una parte crucial de mi trabajo y algo que me gusta hacer. Entonces me enteré de que existían los audífonos de venta libre (OTC, por su sigla en inglés). ¿Podrían ser la solución rápida que esperaba? 

Audífonos de venta libre 

Había varios anuncios sobre la opción más asequible de los audífonos de venta libre. Como trabajo para una organización fuera del estado, mis proveedores de asistencia sanitaria locales están en su mayoría fuera de la red de mi seguro. La idea de pagar el examen de un audiólogo, sumado al costo de los audífonos recetados, era desalentadora. Tenía algunas presentaciones próximas en conferencias internacionales, por lo que pensé que era un buen momento para aprender más y pasar a la acción. ¿Por dónde empezar?   

Primeros pasos con los audífonos de venta libre

Asistí a un seminario web de la Asociación de Pérdida de la Audición de América, que ofrecía información y recursos útiles. Intenté probar mi audición con las aplicaciones recomendadas, pero no eran completamente accesibles con VoiceOver. Los resultados indicaban una pérdida de audición grave que, por supuesto, yo no creía tener. También consulté un artículo de HearingTracker en el que se comparan distintos tipos de audífonos de venta libre. Esto fue maravilloso, pero dio lugar a más preguntas.  

¿Qué estilo quería? ¿Eran imprescindibles los botones en los audífonos? ¿Quería tener que cambiar las pilas o que fueran recargables? ¿Necesitaba/quería que transmitiera VoiceOver, llamadas telefónicas y música en mi iPhone? Y, por supuesto, ¿cuánto estaba dispuesta a pagar? Tras volver a leer el artículo y comprender que los audífonos de venta libre estaban recomendados para personas con pérdidas auditivas de leves a moderadas, tomé una decisión y me arriesgué.  

Mi elección 

Cuando llegaron los audífonos, me entusiasmó lo sencillos que parecían. Me decidí por el estilo de auricular en canal (RIC, por su sigla en inglés), que tiene una pieza que encaja dentro de la oreja. Un alambre fino conecta esta pieza a lo que yo llamo la base. El alambre se coloca sobre la parte superior de la oreja, de modo que la base queda por detrás. Los botones de la “base” de cada pieza controlan el volumen y acceden a programas preestablecidos para ajustar la calidad del sonido. Las instrucciones parecían sencillas.  

Por desgracia, la aplicación asociada solo es accesible de forma parcial. Puedo acceder a cierta información, pero no puedo realizar ajustes más específicos a través de la aplicación utilizando VoiceOver. Logré emparejar dos veces con éxito los audífonos con mi iPhone, lo que funcionó bien para escuchar mi teléfono, pero no es algo consistente. Por suerte, estoy descubriendo que el control que tengo sobre los ajustes mediante los botones de los dispositivos funciona bien. Pero, ¿mejoran estos audífonos mi audición? 

Mejoras 

La primera vez que noté la diferencia fue al utilizar la computadora. El volumen de mi lector de pantalla JAWS sonaba más alto sin cambiar nada en la computadora. Ya no me inclinaba para acercarme al altavoz del portátil para oír, algo que se había convertido en una práctica habitual. Mi postura ha mejorado gracias a ello. Los sonidos de otras habitaciones y los pájaros del exterior sonaban mucho más fuerte. Cuando le damos de comer a nuestro gato, ahora puedo oírlo lamer su comida.  

Me sorprendió lo fuerte que sonaba el agua corriendo en el lavabo o la descarga del inodoro. Al principio, estos sonidos parecían papel crujiendo o comida friéndose en la cocina en lugar de agua corriente. Otros sonidos, como el roce de las manos con los pantalones o incluso el rechinar al caminar por el suelo, eran sonidos nuevos que no había oído antes, o al menos no a este nivel. Le pedí a mi marido que hablara más bajo, ya que estaba acostumbrado a hablar más alto, y las conversaciones en la televisión eran más fáciles de oír y entender sin subir el volumen. Incluso podía entenderme mejor con nuestro altavoz inteligente cuando jugábamos a nuestros juegos de trivia favoritos. Los sonidos parecen más brillantes. También me los puse durante una reunión de trabajo y me resultó más fácil oír a la gente en una sala grande. 

Retos de los audífonos de venta libre 

¿Es siempre perfecto?  No, ¿pero hay algo en la vida que lo sea?  Es incómodo cuando uso auriculares con la computadora. Tengo que apretar más los audífonos en los oídos o pulsar los botones. También es difícil saber de dónde proceden algunos sonidos. Suenan más cerca de lo que están o provienen de otra dirección. Son cosas a las que intento adaptarme dejando de usar mis audífonos si necesito llevar auriculares durante un periodo prolongado.  

Pregunto a los demás de dónde proceden los sonidos mientras me acostumbro a adaptarme en función de mi percepción. Cuando utilizo mi iPhone me adapto utilizando un dispositivo en un auricular. No estoy segura de si esto es lo mejor, pero ahora funciona. Sigo sin poder oír el tintineo del triángulo en la canción de Queen, pero oigo mejor la conversación del conductor cuando viajo en el asiento trasero de un vehículo, algo que antes me costaba. 

Lo que aprendí 

Una dura lección que aprendí fue a tener cuidado cuando muevo objetos alrededor de las orejas o la cabeza. Se me encogió el corazón cuando, después de llevar menos de dos meses con los audífonos, perdí uno en algún lugar entre el aeropuerto y la casa. Se me cayó después de quitarme la máscara que llevaba en el avión. La empresa no ofrecía recambios ni vendía audífonos individuales, así que tuve que comprar un par nuevo.  

Es posible que necesite pasar a los audífonos graduados para obtener mejores resultados y me vendría bien trabajar con un audiólogo. Me recordaron de los recursos para ayudar a pagar los audífonos, incluidos los servicios de rehabilitación profesional. También organicé un seminario web sobre audífonos de venta libre para que otros puedan aprender más. Sé que recién estoy empezando y que esta aventura continuará. 

Tanto si elige audífonos de venta libre como con receta, tenga paciencia. Lleva tiempo sentirse cómodo utilizando audífonos. La parte más importante de la aventura es dar ese primer paso para abordar la pérdida de la audición, especialmente cuando uno es no vidente o tiene visión reducida. ¿Está preparado para dar el paso?  

Obtenga más información 

Consideraciones sobre los audífonos de venta libre cuando se tiene visión reducida (seminario web) 

Los mejores audífonos de venta libre 


 About Jennifer Ottowitz

Jennifer Ottowitz is a Certified Vision Rehabilitation Therapist (CVRT) who holds a Bachelor of Science in Special Education from Kent State University and a Master of Science in Special Education for the Visually Impaired from Northern Illinois University. Jennifer works in the Older Individuals who are Blind – Technical Assistance Center, part of the National Research and Training Center on Blindness and Low Vision, at Mississippi State University.