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¿Alguna vez pasaste por un momento de tu vida en el que pasaste de ser la persona que eras a una nueva persona con algunos de tus antiguos rasgos? Una especie de transformación durante un periodo de crecimiento y aprendizaje rápidos. Durante el verano de 2023, participé en un programa patrocinado por el Departamento de Servicios para Ciegos del Estado de Washington. Mientras estaba en el hogar, viví con otros estudiantes no videntes o con visión reducida, y trabajé con el personal para ser autosuficiente. También hicimos prácticas remuneradas.
Empecé mi experiencia laboral con APH ConnectCenter y los productos de APH. Experimenté muchas situaciones nuevas.
Aprender más allá de la escuela secundaria
Estoy en el último curso de la escuela secundaria. Estaba acostumbrado a la rutina y a los sistemas de trabajo utilizados en la educación, como la mayoría de los jóvenes de mi edad. Sin embargo, oí que para logar el éxito laboral, la experiencia laboral es esencial para adquirir muchas habilidades necesarias que no se enseñan en el sistema educativo estándar; pero, hasta que comencé a trabajar, ¡no lo entendí realmente! El sistema educativo me enseñó a mantener un horario estricto con siete profesores diferentes y el objetivo de aprender asignaturas específicas con instrucciones muy particulares. Sin embargo, el mundo real es mucho más que eso.
Preparación para la experiencia laboral
Antes de empezar mi experiencia laboral, tuve la oportunidad de mejorar muchas habilidades necesarias para conseguir un empleo. Escribí una carta de presentación y tuve una entrevista. Durante mi entrevista, recibí más información sobre los proyectos; supe que trabajaría con dos departamentos diferentes y que debía comunicarme de forma eficiente y eficaz con todos los implicados. Me di cuenta de que tendría que participar en reuniones y cumplir los plazos exigidos. Y lo que es más importante, me encargaría de gestionar varios proyectos a la vez, administrar mi tiempo y fijar mis propios plazos, más reducidos. El equipo proporcionaría una serie de instrucciones. Recibiría ayuda, pero también tendría que encontrar soluciones a los problemas que surgieran, y tendría que aprender de la experiencia más que de un libro de texto.
Aprender a gestionar las finanzas
No aprendí a gestionar las finanzas durante mi educación. Como era la primera vez que ganaba mi propio dinero, tendría que aprender el arte de rellenar hojas del horario de trabajo, y hacer y ceñirme a un presupuesto, comprar todo lo necesario y, por supuesto, comprar todas las cosas bonitas que nos gusta comprar. Incluidas la cena o el té boba.
Gestionar las expectativas
Sin embargo, no todo va como la seda, y nunca debió ser así. Muchos de los que se imaginan el primer día de su primer trabajo creen que si las cosas van bien, es buena señal de que son buenos empleados y se adaptan bien a la empresa. Y si no lo hace, puede preocuparles que eso sea una predicción del futuro. Sin embargo, como aprendí de primera mano, los primeros días rara vez salen perfectos, y no pasa nada porque esa experiencia te enseña mucho más.
Al trabajar en otra computadora, me encontré con varios problemas técnicos. Por último, terminé de configurar JAWS y mi correo electrónico laboral. Tuve dificultades, pero superé todos los retos resolviendo los problemas y pidiendo ayuda a los demás. Lo vi como un contratiempo en el momento, pero ahora puedo ver cómo me ayudó a prepararme para lo que es tan común, y me permitió practicar la paciencia, la resolución de problemas y la colaboración. Lo mejor de todo es que mis prácticas fueron una experiencia de crecimiento para mí, ¡y lo conseguí!
Abordar proyectos
Cada proyecto me enseñaba algo nuevo. Uno de ellos me enseñó a buscar información, concretamente investigando organizaciones y poniéndome en contacto con ellas para saber cómo derivarlas a su programa. Otro me enseñó a organizar extensas colecciones de información y a dividir una gran tarea en otras más pequeñas. Uno me enseñó cómo enfocar el aprendizaje y la comprensión de un nuevo producto, y cómo demostrarle todas las posibilidades que ofrece a su público objetivo. Y otro me enseñó a reflexionar sobre este periodo de crecimiento, y a abrirme a los retos y los éxitos.
Aprender en el trabajo
Pero, por supuesto, más allá de los proyectos, hay mucho más en un trabajo o unas prácticas. Cómo viajar a otra ciudad, cómo comunicarse durante reuniones o entrevistas, e incluso cuándo pedir un día por enfermedad. Este verano aprendí a comunicarme de forma clara y concisa, lo que se aplica a casi todos los aspectos de la vida. Escuché las reuniones de equipo, aprendí de la estructura, y de cómo se debatían y ultimaban las preguntas y los temas. Aprendí a utilizar el transporte público para ir al trabajo y todas las habilidades que conlleva navegar por una ruta: utilizar el tren ligero, ir en autobús, utilizar aplicaciones como Apple Maps y cruzar calles.
Reflexiones sobre mis prácticas
Todo lo que aprendí este verano, todos los conocimientos, toda la gente y todos los recuerdos se quedarán conmigo para siempre. Este fue mi primer trabajo, la primera vez que tuve la oportunidad de trabajar con una empresa que tiene el mismo objetivo que yo. Fue mi primera oportunidad de trabajar con gente que quiere hacer del mundo un lugar más accesible. Me inspiró para seguir adelante y descubrir más tesoros y explorar el gran mundo para encontrar más gente y más organizaciones que se preocupen por los retos a los que se enfrentan las personas no videntes o con visión reducida.
Pero lo que hace que sea tan estimulante trabajar aquí es ser testigo de las acciones de la gente para innovar y mejorar la tecnología y proporcionar información y recursos a las personas, las familias y los estudiantes. Este fue un mundo del que formé parte, y espero que esta misión de accesibilidad continúe fuerte y llegue a todos ustedes ahí fuera que saben que también pueden tener un impacto.