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Nota del editor: Natalie Charles, una joven ciega, reflexiona sobre su aprendizaje del braille y su participación en un concurso de braille cuando era estudiante. Natalie sueña con ser profesora de braille, poder transcribir braille o abrir un Centro de Aprendizaje de Braille.
Según recuerdo, empecé a aprender braille cuando tenía 2 o 3 años. Cuando era pequeña, asistí a la Escuela de Arizona para personas no videntes y sordas (ASDB, por su sigla en inglés) en Tucson, Arizona. Yo estaba en el programa de inicio temprano que tenían allí en ese momento. Recuerdo que no tenían muchos fondos para libros.
Un comienzo gradual para aprender braille
Recuerdo que fuera del aula había una pila de libros pequeña que tenía dibujos táctiles y braille y nos sentábamos en el suelo fuera del aula para leer. El programa temprano fue cerrado años más tarde, mucho tiempo después de haberme marchado de ese lugar. No tengo muchos recuerdos de aquellos primeros años.
Sin embargo, cuando mis padres y yo nos mudamos a California, fui al colegio Chandler Tripp, donde todavía no había mucho material disponible en braille o instrucción en braille. Recuerdo que me senté con la profesora auxiliar mientras ella repasaba el alfabeto. Inventaba canciones para el abecedario y me decía qué letras tenía que hacer en la Brailler Perkins.
Después de graduarme de Chandler Tripp, fui a la escuela primaria Collins de Cupertino, una escuela pública normal. Mi experiencia no fue realmente buena. Había un docente de alumnos con discapacidad visual (TVI, por su sigla en inglés), que fue útil, pero no recuerdo haber recibido mucha instrucción braille allí.
Crecer en una escuela para ciegos
A los seis años, todo eso cambió para mejor. Una semana después de mi sexto cumpleaños, el 9 de febrero de 2009, asistí a mi primer día en la Escuela para no videntes de California (CSB, por su sigla en inglés) en Fremont, California. ¡Me encantó apenas empecé! Tenía una profesora de braille realmente estupenda que llevaba mucho tiempo enseñando braille, y recibía más ayuda y apoyo del que había recibido en Collins. Recuerdo que no solo aprendí a leer braille con más fluidez, sino que también aprendí otras tecnologías para braille, como el Braille Note Apex y el Braille Note MPower. ¡También aprendí más contracciones en braille!
Pasé de relatos cortos en carilla simple con espaciado doble a relatos en carilla doble con espaciado simple. Amaba leer y al día de hoy me sigue gustando. Cuando llegué por primera vez al CSB, me sorprendió mucho lo grande que era la biblioteca y la vasta selección de libros en braille, impresos en diferentes tamaños, libros con impresiones y braille, audiolibros, braillers, ábacos y juegos. Aunque todavía no sabía leer muy bien y no podía leer libros muy largos, tomaba prestados la cantidad de libros de los que podía leer como pudiera cargar en mis brazos. Luego de un tiempo ya podía leer libros mucho más largos en carilla doble y espaciado simple. También aprendía más sobre las contracciones.
Concurso de Braille y Desafío Braille
El profesor de braille del colegio también organizaba cada año un concurso llamado Concurso de Braille. Básicamente es un concurso de ortografía pero en braille. Tenía cuatro niveles. Participé todos los años en el concurso de braille, pero nunca gané; solo estuve muy cerca de hacerlo. Algunos años obtuve el segundo o tercer puesto. Eso cambió el año en que cumplí 10 y gané el nivel tres. Estaba tan orgullosa de mí. No lo podía creer.
El 31 de enero de 2013, me gradué de la clase de braille porque ya había aprendido todo. Pasé de leer libros cortos, de un solo volumen, espaciado doble y carilla simple a leer libros de varios volúmenes, espaciado simple y carilla doble. En aquel momento, ¡mi profesor me dijo que leía por encima del nivel de primaria!
Durante todos esos años, también participé en el Desafío Braille local. Sin embargo, nunca gané el Desafío Braille y no diría que me gustó lo largo que era. Recibí el tercer puesto o menciones honoríficas. No me gustaba el Desafío Braille porque hacía que el día fuera muy largo. Aunque me gradué de la clase de braille, seguí participando en el Concurso Braille. Intentaba ganar el nivel cuatro, que era el nivel más alto y el más difícil, y finalmente lo logré en el año 2020.
Me sentía muy satisfecha con mi arduo trabajo y luego volví a ganar en 2022. Este año también fui parte del jurado en el nivel tres. Me gustó hacerlo. En 2021 no hubo concurso braille debido a la enseñanza a distancia. Todo mi esfuerzo dio sus frutos. El pasado junio me gradué en el CSB, por lo que no puedo volver a ser jurado del Concurso Braille. Todavía me alegro de haber podido hacerlo una vez. Aun así, volveré para verlo y tal vez para ayudar en los entrenamientos.
Un futuro en braille
Con los años, también aprendí otras tecnologías braille, como el Braille Note Touch. En mi último año en el CSB, también ayudé a las dos clases más jóvenes durante dos periodos con el braille. Trabajaba con braille de manera individual o en pequeños grupos con los alumnos de preescolar a 3° grado y de 4º a 6º grado. ¡Disfruté mucho trabajando con todos ellos! En ese mismo tiempo, también trabajaba con otra alumna en su braille después de clase. Me convertí en su mentora y, como resultado, se trasladó al CSB. Me gusta enseñar a otros niños a aprender braille porque a mí me resulta fácil y disfruto haciéndolo. Me alegra mucho no solo que empezaron a disfrutar al leer en braille, ¡sino que además están mejorando!
Puedo obtener un ingreso por hora basado en mis conocimientos de braille. Tengo un don que debería ser transmitido a otros. Sueño con ser profesora de braille, poder transcribir braille y posiblemente trabajar en el CSB. También me gustaría abrir un Centro de Aprendizaje de Braille presencial o de manera virtual y ayudar a los niños de los distritos escolares que lo necesiten. También le daría a los padres paquetes de información sobre el CSB.
Cualquier niño no vidente debería poder aprender braille tanto si puede ver un poco como si no, en caso de que pierda toda la visión. Creo que el braille les ayudaría no solo a deletrear o escribir, sino en la vida cotidiana, como leer señales en braille, menús, mapas, etc. Este amor por el braille que creció en mí es solo el principio de mi viaje con el braille.