APH ConnectCenter y Be My Eyes se asocian para ofrecer aún más asistencia

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Fotografía de Hans Jørgen Wiberg
Hans Jørgen Wiberg

Si está leyendo esto, es muy probable que se haya puesto en contacto con la línea de información y derivación (I&R, por su sigla en inglés) de APH ConnectCenter en busca de respuestas y consejos sobre cómo vivir con ceguera o visión reducida. También es muy probable que sea una de las casi 500 000 personas no videntes o con visión reducida que usan la aplicación Be My Eyes. En la aplicación se usan las videollamadas de los teléfonos inteligentes para conectar a los usuarios con voluntarios videntes que pueden ayudarlos a realizar varias tareas, como leer etiquetas, identificar los colores de la ropa, orientarse y mucho más, para que, mediante video, puedan ver lo que un usuario no vidente o con visión reducida no puede. Los usuarios no videntes o con visión reducida suelen usar Be My Eyes en la comunidad, en el trabajo o en casa.

Ahora, APH ConnectCenter y Be My Eyes se unieron para ayudarse mutuamente a ofrecer más servicios y asistencia a las personas no videntes o con visión reducida.

“Estamos bien capacitados para este tipo de asociación debido a nuestra línea de información y derivación”, afirma Olaya Landa-Vialard, directora de APH ConnectCenter. “La gente ya nos llama para pedir recursos, y ahora también pueden se pueden comunicar con nosotros a través de la aplicación Be My Eyes”.

Asistencia personalizada y gratuita

Al igual que la línea I&R, Be My Eyes es totalmente gratuita. Los usuarios solo tienen que descargarla en su teléfono inteligente y comunicarse con uno de los seis millones de voluntarios de Be My Eyes a cualquier hora del día o de la noche. Los voluntarios están repartidos por todo el mundo y hablan un total de 180 idiomas. Así, si pides ayuda en español, te ponen en contacto con una persona vidente que habla español y puede ayudarte.

Cuando fundó Be My Eyes en 2015, Hans Jørgen Wiberg tenía un único objetivo: hacer el mundo más accesible para las personas ciegas o con visión reducida. Desde entonces, la organización ganó numerosos premios y sigue sumando usuarios y voluntarios.

“A veces los usuarios dudan en llamar porque no quieren quitarle tiempo a un voluntario, pero no se dan cuenta de que tenemos seis millones de voluntarios y de lo mucho que les gusta ayudar”, dice Hans, un artesano danés de muebles que comparte que él mismo tiene discapacidad visual. “Muchas de las llamadas son de menos de un minuto porque alguien puede necesitar simplemente saber cómo poner su horno a 350 grados”.

Los voluntarios videntes de Be My Eyes pueden ayudar a hacer muchas tareas cotidianas. Por ejemplo, la directora del programa para familias de APH ConnectCenter, Melisa Matthews, brindó asistencia visual a una persona que llamó para coordinar un conjunto para una entrevista de trabajo. Además, la aplicación cuenta con una sección de ayuda especializada, donde los usuarios pueden comunicarse con socios de Be My Eyes como Google, Microsoft, Spotify, Verizon y otros para obtener ayuda con sus productos.

En la sección de ayuda especializada, los usuarios encontrarán ahora APH ConnectCenter, que figura entre las demás organizaciones que trabajan contra la ceguera y que colaboran con Be My Eyes. Si hacen clic en APH ConnectCenter, los usuarios de Be My Eyes pueden obtener ayuda del equipo experto de la línea I&R durante su horario de funcionamiento, de lunes a viernes, de 8:00 a. m. a 8:00 p. m. (hora del este).

“En lugar de atender nuestra línea telefónica o nuestro correo electrónico como de costumbre, estaremos conectados al portal Be My Eyes, desde donde nos llegarán las solicitudes de los usuarios”, explica Alan Lovell, coordinador de los servicios de información y derivación. “No somos videntes como los voluntarios de Be My Eyes, cosa que hacemos saber a los usuarios, pero tenemos mucha experiencia especializada en responder a las preguntas de la gente”.

La unión hace la fuerza

Lo bueno de la asociación entre APH ConnectCenter y Be My Eyes es que amplía las oportunidades de asistencia disponibles para los usuarios. También sirve para dar a conocer ambas organizaciones.

Tekesha, estudiante de posgrado y defensora de la accesibilidad, compartió su historia con Be My Eyes. “Esta aplicación fue tan beneficiosa y esencial para mí en los últimos años…”, dijo. “No tengo que ver realmente para poder hacer las cosas”.

A través de Be My Eyes se ofrecen una serie de servicios adicionales, como Be My Eyes for Work, una solución de accesibilidad para empresas con empleados no videntes o con visión reducida, y oportunidades para que las empresas creen un proyecto de servicio comunitario para empleados que pueden ser voluntarios de Be My Eyes.

Como explica Hans, el apoyo de socios y voluntarios es la clave para que Be My Eyes siga siendo gratuita. Además, cada nuevo socio pone a disposición más asistencia a los usuarios.

“Queremos que sea muy fácil conectar con APH ConnectCenter”, dice, “para que los usuarios puedan beneficiarse de los recursos que se ofrecen”.

Para APH ConnectCenter, esta asociación es una forma más de ayudar a las personas no videntes o con visión reducida.

“Estamos llegando a un público totalmente nuevo”, dice Alan. “Y en función de las solicitudes que recibamos a través de Be My Eyes, puede que incorporemos a algunos voluntarios nosotros mismos”.

Be My Eyes está disponible para dispositivos con iOS y Android. Consulte el perfil de APH ConnectCenter en Be My Eyes y descargue la aplicación aquí.