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APH ConnectCenter lanza un nuevo seminario web trimestral, Conexiones de Empleo, centrado en temas relacionados con el empleo. En nuestra primera edición, hablamos con Russell Shaffer, Vicepresidente Ejecutivo de Strategy & Programs de Disability:IN, sobre cuándo deben revelar los solicitantes de empleo su discapacidad.
Russell Shaffer tiene mucha experiencia en revelar una discapacidad al solicitar un empleo. No solo por su puesto en Disability:IN, una organización sin ánimo de lucro con una red de más de 400 empresas que trabajan para ampliar las oportunidades de las personas con discapacidad, sino también porque es no vidente desde los 30 años debido a una retinosis pigmentaria.
Ante todo, Russell afirma que la revelación de la discapacidad es una decisión personal. Nadie debe obligarte a auto divulgarte y nunca debes sentirte presionado a hacerlo.
Señala que el 75 % de las discapacidades no son aparentes. Eso significa que el 25 % de la población, como las personas no videntes o con visión reducida que usan bastón o las que se desplazan en silla de ruedas, acabará revelando su discapacidad simplemente con su presencia. Pero hasta que no haya una reunión en persona, hay que decidir cuándo revelar la información.
“Cuando rellenes una solicitud, envíes tu currículum o tengas una entrevista virtual o telefónica, tu pérdida de visión no será necesariamente evidente”, afirma Russell. “Pero ten en cuenta que lo que aparece en tu currículum podría indicarle una discapacidad a tu posible empleador, como estar involucrado con una organización local para personas con discapacidad visual, así como lo que publicas en las redes sociales, ya que eso también lo revisarán”.
Establecer confianza
Aunque Russell nunca vio personalmente a alguien revelar una discapacidad en un currículum, puede estar inferirse a partir de las afiliaciones como la que mencionó y otras similares. Entonces, revelar su discapacidad por adelantado, puede ser más necesario.
“Creo firmemente en la confianza y la transparencia, así que si alguien puede deducir algo de mi currículum, se lo diré sin rodeos”, afirma. “Así controlo la narración. Un reclutador o un director de Recursos Humanos se hace una idea de ti en función de la información de que dispone. Aun así, puedes ser proactivo a la hora de construir la narrativa de que eres el candidato más cualificado para el puesto”.
Una forma de controlar la narrativa es convertir cualquier percepción negativa sobre las discapacidades en positiva. Por ejemplo, señala que, como persona no vidente o con visión reducida, tu perspectiva única te confiere una gran capacidad de resistencia, adaptación y resolución de problemas. En el caso de Russell, cuando hace años solicitó un trabajo que exigía viajar mucho, despejó cualquier duda del posible empleador explicándole exactamente cómo viaja con éxito con su bastón blanco, y consiguió el empleo.
A medida que aumenta el número de empresas que contratan activamente a equipos diversos, la revelación de la discapacidad puede ser incluso una ventaja.
“Microsoft intenta diseñar y desarrollar productos inclusivos y accesibles para todos”, afirma Russell. “Tu experiencia vivida podría ser una ventaja real en un área como las pruebas de usabilidad”.
Pero no olvides nunca que, aunque te estén entrevistando para un puesto, también deberías “entrevistar” a su posible empleador.
“Si no te sientes cómodo revelando tu discapacidad, deberías plantearte realmente si este es el lugar adecuado para que trabajes”, dice Russell. “Sé que es fácil para mí, como alguien con un trabajo, decir eso, pero si no te sientes seguro hablando de tu discapacidad, entonces es algo a tener en cuenta”.
Recuerda tus derechos y opciones
La Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por su sigla en inglés) prohíbe que un posible empresario le pregunte sobre una discapacidad o tome decisiones de contratación basándose en ella. Pero pueden preguntarte si necesitas algún ajuste razonable, que están obligados a proporcionarte en virtud de la ADA.
“Si necesitas adaptaciones, es mejor que lo comuniques lo antes posible”, dice Russell. “Si hay cosas que necesitas para hacer tu trabajo, es probable que tu nuevo jefe no se sienta muy bien con solicitudes de adaptación que no esperaban el primer día. Todo se reduce a la confianza”.
En última instancia, Russell refuerza el hecho de que la decisión sobre cuándo revelar una discapacidad es muy personal, y puede ser situacional, lo que significa pensar qué es lo mejor no solo para ti, sino también para el puesto de trabajo al que aplicas.
“Quizás lo pongas en tu carta de presentación, o quizás lo saques a colación en respuesta a una pregunta de la entrevista”, dice Russell. “Quieres determinar el momento que te resulte más cómodo, y eso te llevará al resultado que quieres, que es conseguir el trabajo”.
Más información:
Vea nuestra edición inaugural de Conexiones de Empleo, en la que exploramos el tema de la divulgación de la discapacidad con Russell con más detalle.