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Conoce a Eli Sánchez. Eli es instructora certificada en Tecnología de Apoyo y formadora en tecnología no visual para la División Noroeste del Centro de Tecnología de Apoyo. Tras obtener su Certificado en Tecnología de Apoyo en la Universidad Estatal de California, North Ridge, Eli fundó Free Hand Tech, una empresa de formación en tecnología de apoyo.
Un enfoque práctico
Antes de embarcarse en su actual trayectoria profesional, la afición de Eli por arreglar cosas le llevó a convertirse en mecánico y soldador de automóviles y barcos.
Su visión positiva y su actitud trabajadora han impulsado su éxito.
A sus 27 años, este nativo de Sonoma, California, acaba de empezar su andadura, y su futuro es brillante.
Vencer a las probabilidades
La historia de Eli es una historia de perseverancia.
Nacido prematuramente debido a un sufrimiento fetal causado por un cordón umbilical enredado, Eli se enfrentó a problemas de salud inmediatos.
Poco después de nacer, le diagnosticaron glaucoma y desprendimiento parcial de retina.
A los tres años le diagnosticaron leucemia infantil.
Los tratamientos aumentaron la presión de sus ojos, lo que provocó nuevos desprendimientos de retina y la rotura del cristalino de un ojo.
Recibir ayuda
A pesar de estas dificultades, Eli prosperó en una escuela ordinaria, con el apoyo de un equipo de profesionales dedicados a los alumnos ciegos y con baja visión.
Atribuye gran parte de su éxito a su Profesor de Discapacidad Visual (TVI), a los instructores de orientación y movilidad (O&M) y a un equipo de transcriptores de braille que se aseguraban de que dispusiera de los recursos que necesitaba, a menudo entregando los materiales la misma mañana de sus clases.
Su dedicación y fiabilidad motivaron a Eli para seguir adelante.
Planes cambiantes
Después del instituto, Eli se matriculó en el Santa Rosa Junior College, planeando inicialmente especializarse en biología marina.
Destacaba en matemáticas y ciencias y pasaba gran parte de su tiempo libre pescando, reparando barcos y disfrutando de la vida salvaje.
Sin embargo, a los 20 años, Eli se dio cuenta de que sus verdaderos intereses estaban en otra parte y decidió dejar la universidad.
Encontrar su camino
Encontrar trabajo no fue fácil.
A menudo ignorado, Eli pasó de un trabajo a otro hasta que descubrió su talento para la mecánica, lo que él llama «arreglar cosas».
Durante los años siguientes, acumuló conocimientos y experiencia en mecánica y soldadura, lo que le abrió nuevas puertas.
De las máquinas a la tecnología asistencial
El interés de Eli por la tecnología comenzó con su pasión por construir y competir con camiones diésel.
Quería aprender a interactuar con los chips informáticos que controlan los motores turbo modernos.
Al mismo tiempo, se ofreció voluntario para enseñar informática a personas mayores ciegas o con baja visión en el Centro Earl Baum de Santa Rosa.
Aunque entonces no se dio cuenta, estos dos intereses acabarían convergiendo.
Un amigo sugirió a Eli que obtuviera el título de instructor de tecnología de apoyo.
Reflexionando sobre ello, Eli se maravilla de cómo su determinación de utilizar la tecnología de apoyo para mejorar sus habilidades mecánicas le condujo finalmente a una carrera en la enseñanza de la tecnología de apoyo.
Una nueva carrera
Tras obtener su certificación, Eli fue contratado por el Centro Earl Baum de Santa Rosa, California.
Su función principal consistía en formar a consumidores ciegos y con baja visión en habilidades tecnológicas y ayudarles a establecer objetivos laborales realistas.
Eli señala: «Gran parte de mi trabajo de los últimos años ha consistido en trabajar con personas de edades comprendidas entre los dieciocho y los cuarenta y cinco años. Por desgracia, muchos con los que he entrado en contacto tienen más de treinta años y principios de cuarenta y todavía no han tenido un empleo. Ésa es la parte más preocupante. Hay algo intrínsecamente erróneo cuando tenemos individuos que llevan décadas en paro. Y, tal vez podamos decir, bueno, estuvieron (sin empleo) durante la escuela. Vale, genial. La mayoría de los estadounidenses terminan sus estudios a los treinta y pocos años. Y sin embargo, muchos de los que trabajan conmigo tienen cuarenta y pocos años y nunca han tenido un empleo».
Un Momento Didáctico
Cuando se le pregunta por la parte más difícil de ser instructor, Eli subraya: «Ser un instructor eficaz significa que no sólo tienes que conocer el equipo, sino que también tienes que saber transmitir eficazmente los conocimientos que posees a la persona a la que estás enseñando.»
Conversaciones Profesionales: Una Entrevista
Para saber más sobre la trayectoria particular profesional única de Eli, de Mecánico a Instructor de Tecnología de Asistencia, será el invitado de honor del seminario en linea «Conversaciones Profesionales» del 10 de Octubre, a partir de las 6:00 de la tarde, hora del Este. Regístrate aquí para unirte a la conversación.