Crear una carrera polifacética, evaluar la tecnología de asistencia y educar a otros

Person wearing hearing aids smiles at the camera

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Si Scott Davert no fuera tan bueno evaluando tecnologías de asistencia y educando a otros sobre ellas, podría haber sido cómico o guionista de comedias. Por otra parte, tal vez su ingenio y sentido del humor hacen que haya sido tan bueno en su trabajo a lo largo de su carrera.

Nacido no vidente debido a un desprendimiento de retina, Scott empezó a perder la audición en la escuela secundaria debido a la misma enfermedad que le causó la ceguera: enfermedad de Norrie. Hoy en día, Scott solo puede oír cuando lleva puestos los audífonos.

“No poder oír nada es genial en los aviones; duermo muchas siestas”, bromea.

Scott fue parte del sistema educativo general durante toda su educación, desde primaria. Se licenció en psicología, con una doble especialización en sociología y escritura creativa, y obtuvo un máster en terapia de rehabilitación de la vista.

“Estoy muy contento de haber sido integrado porque me enseñó a enfrentarme al mundo real”, dice Scott. “Hay algunas cosas en las que no soy el mejor porque no había muchas clases de vida independiente. Así que soy un pésimo cocinero, aunque podría haberlo sido de todos modos”.

Formación y carrera profesional

Scott recibió formación en habilidades para la vida tras obtener su licenciatura. La primera organización a la que acudió no podía adaptarse a su pérdida de audición porque se dedicaban a ayudar a personas no videntes. Fue entonces cuando se convirtió en alumno del Centro Nacional Helen Keller para Jóvenes y Adultos Sordociegos (HKNC, por su sigla en inglés) de Sands Point, Nueva York.

“Tuve la oportunidad de recibir formación de alguien a quien respeto mucho en este campo, que realmente me mostró formas alternativas de hacer las cosas”, dice Scott. “Trabajé muy duro y, al cabo de tres años, tenía las habilidades necesarias para hacer cosas como tomar el tren a Manhattan y pasear”.

Como asistió a HKNC gracias a una beca, Scott quería devolver algo a cambio, así que trabajó como voluntario en el departamento de tecnología adaptativa. En aquel momento aún no había obtenido el título de máster, pero se limitó a compartir con otros estudiantes lo que había aprendido en el HKNC.

“Disfruté mucho haciéndolo”, dice Scott, “y me pareció que lo que hacía era eficaz para esos estudiantes. Así que eso realmente guió mi viaje a través del posgrado, y todavía volví a ser voluntario en el verano”.

De hecho, a Scott le gustó tanto el trabajo que se ofreció a hacer prácticas no remuneradas si el HKNC le proporcionaba alojamiento y comida, cosa que hicieron. Scott trabajó en gestión de casos, tecnología adaptativa y el Centro de Aprendizaje de Comunicaciones durante sus prácticas.

Trabajar duro vale la pena

Tras obtener su máster, Scott solicitó trabajo en HKNC, y lo contrataron.

“Ese fue mi primer trabajo en el campo, esencialmente enseñando braille”, explica. “Pero también enseñaba banca y presupuestos, y empecé a integrar pantallas braille en parte de mi formación y a hablar a los alumnos de algunos de los dispositivos para ayudarlos con esas tareas”.

Al cabo de tres años, el HKNC lo trasladó a Denver para ejercer de representante regional. Aun así, cuando se abrió una vacante para dirigir el programa ICanConnect en el estado de Nueva York, volvió a la sede de HKNC para ese trabajo. ICanConnect es un programa federal a través del que se proporcionan equipos de adaptación gratuitos a las personas que cumplen determinados criterios de ingresos y tienen una pérdida combinada de vista y audición que afecta a la comunicación.

“Fui una de los cientos de personas que abogaron por este programa”, dice Scott, “así que fue un honor volver a dirigirlo para el estado de Nueva York durante dos años”.

Cerrar el círculo

Scott pasó a trabajar como especialista en sordoceguera para el estado de Carolina del Norte, lo que incluía poner en marcha iniciativas para la comunidad de sordociegos de la zona, como la socialización. Durante ese tiempo, también formó parte del Comité Asesor sobre Discapacidad de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés). Más tarde trabajó para Sprint (ahora T-Mobile), promocionando parte de su tecnología para personas sordociegas.

Además, desde 2011, Scott escribe artículos sobre tecnología, el primero de ellos para APH VisionAware. También es miembro del equipo editorial de AppleVis, un sitio web impulsado por la comunidad que promueve la accesibilidad de los productos, aplicaciones de terceros y accesorios de Apple. Además, Scott colabora con AccessWorld, de la Fundación Estadounidense para no Videntes, donde escribe sobre las pantallas braille desde la perspectiva de la sordoceguera.

En 2021, Scott regresó al HKNC como coordinador del Centro de Tecnología, Investigación e Innovación. Trabaja principalmente con adultos con pérdida combinada de vista y audición, dirige programas de formación para formadores y colabora con empresas de tecnología y tecnología de asistencia. Además, su trabajo incluye escribir reseñas sobre dispositivos braille y otras tecnologías para personas no videntes, con visión reducida o sordociegas.

“Escribo los artículos sobre todo para dar a conocer cuestiones o problemas que encuentro, de modo que si alguien adquiere un producto, sepa lo que le espera”, dice Scott. “Pero se lo envío a la empresa para que corrija cualquier inexactitud o aborde las cuestiones que he planteado. En una situación ideal, acabamos con un producto y una crítica mejores, y todos ganamos”.

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