El glaucoma y la pérdida de la visión
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¿Tiene problemas de visión periférica o lateral? ¿Tiene que girar la cabeza para ver lo que hay a su derecha o izquierda? ¿Tiene visión borrosa, náuseas y dolores de cabeza? ¿Ve “halos” alrededor de las luces brillantes? ¿Tiene antecedentes familiares de ceguera o visión reducida? Es importante que se someta a un examen oftalmológico completo a fin de asegurarse de que no padece una enfermedad llamada glaucoma.
El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que pueden provocar ceguera al dañar el nervio óptico. En un ojo sano, un líquido denominado humor acuoso se produce de manera continua y se drena de forma adecuada a fin de mantener una presión ocular saludable. Sin embargo, en algunos casos, la producción de humor acuoso es demasiado elevada o el sistema de drenaje está bloqueado, lo que provoca la acumulación de presión dentro del ojo. Con el tiempo, este aumento de la presión puede dañar el nervio óptico.
El nervio óptico transmite información del ojo al cerebro. Por ejemplo, se puede pensar en el ojo como una cámara que obtiene información del mundo exterior y en el cerebro como una computadora que procesa esa información. En este ejemplo, el nervio óptico es como un cable que conecta el ojo (o la cámara) con el cerebro (o la computadora) y permite procesar la información.
Con periodos de presión elevada en el ojo, el daño se produce primero en la periferia del nervio óptico, lo que da lugar a la pérdida de la visión periférica (o lateral). El efecto puede ser como mirar a través de un tubo o de un túnel estrecho, lo que dificulta caminar sin chocar con objetos a los lados, cerca de la cabeza o a la altura de los pies. A medida que la enfermedad progresa y el daño del nervio óptico continúa, el campo visual se estrecha hasta que se pierde la visión completa. Por eso se suele llamar al glaucoma “el ladrón furtivo de la vista”, ya que los síntomas o los signos de alerta temprana del glaucoma son muy sutiles.
El glaucoma puede aparecer en un ojo o en ambos.
El glaucoma puede tratarse, pero no curarse
El glaucoma puede tratarse, pero no curarse. El daño producido por el glaucoma en el nervio óptico es irreversible. Sin embargo, reducir la presión ocular puede ayudar a evitar daños mayores en el nervio óptico y una mayor pérdida de la visión periférica.
La detección temprana mediante un examen oftalmológico completo, el tratamiento adecuado y continuado y la disponibilidad de servicios especializados de rehabilitación visual y visión reducida pueden ayudar a las personas con un glaucoma a llevar una vida productiva y satisfactoria.
Datos acerca del glaucoma
El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que pueden provocar ceguera al dañar el nervio óptico. El ojo produce de manera continua un humor acuoso que el mismo ojo necesita drenar para que la presión ocular se mantenga en un estado saludable.
- El glaucoma afecta a más de tres millones de personas en Estados Unidos.
- El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en los afroamericanos, quienes deberían empezar a someterse a pruebas de glaucoma a partir de los 35 años.
- El glaucoma tiene muchas causas, y la presión ocular elevada es un factor en la mayoría de los casos. La presión se acumula en el ojo debido a problemas con el drenaje del humor acuoso, un fluido que se produce en el ojo.
- El glaucoma puede causar daños irreversibles en el nervio óptico si no se detecta ni trata. El nervio óptico transmite la información del ojo al cerebro para su procesamiento.
- El glaucoma provoca una pérdida de la visión periférica o lateral, que afecta a la capacidad para desplazarse con seguridad. Con el tiempo, el glaucoma puede dañar también la visión central.
- El glaucoma también puede afectar a la lectura porque la pérdida del campo visual reduce el número de palabras que se pueden ver de forma simultánea.
- El glaucoma es en especial peligroso para la visión porque al principio no suele presentar síntomas perceptibles. Un examen ocular completo con dilatación de pupilas es fundamental a fin de detectar de manera temprana los cambios que se producen en el nervio óptico.
- Se recomienda realizar un examen de los ojos con dilatación de las pupilas cada uno o dos años a las personas con mayor riesgo de glaucoma, incluidos los afroamericanos de 40 años o más, todas las personas mayores de 60 años (en especial, los estadounidenses de origen mexicano) y las personas con antecedentes familiares de glaucoma.
- El tratamiento temprano del glaucoma suele ralentizar (aunque no siempre) la progresión de la enfermedad. Sin embargo, todavía no existe una cura para el glaucoma.
¿Cómo describiría la vista de una persona con un glaucoma?
El glaucoma provoca la pérdida del campo periférico, que puede progresar hasta causar ceguera total si no se trata. Una persona con pérdida de la visión periférica tiene cierto grado de “visión en túnel”, lo que dificulta la obtención de información visual completa en un entorno. Se beneficiará del aprendizaje de habilidades de eficacia visual, como explorar un entorno de forma organizada y, tal vez, utilizar un telescopio invertido a fin de minimizar la aparición de una imagen y poder verla en su totalidad dentro del campo visual restante.
Además, es probable que la persona se choque con obstáculos por debajo y a los lados. Debe utilizar técnicas de orientación y movilidad, como el uso de un bastón, a fin de esquivar los obstáculos.
Si la pérdida de visión de su hijo progresa hasta la pérdida total o casi total de la vista, habrá que enseñarle a realizar tareas sin utilizar la visión. El docente de alumnos con discapacidad visual y el especialista en orientación y movilidad pueden enseñarle a su hijo braille, el uso de softwares de lectura de pantalla a fin de utilizar la computadora y otras técnicas con el propósito de realizar tareas académicas y de la vida diaria.
Es habitual que la luz solar intensa y el resplandor les provoquen molestias significativas y la incapacidad para ver (lo que se conoce como “visión borrosa”) a las personas con un glaucoma. Su hijo puede beneficiarse de unas lentes de sol especiales (cristales polarizados ámbar), del uso de un sombrero de ala cuando esté al aire libre y de cerrar las persianas cuando esté en interiores si hay mucho resplandor.
El docente de estudiantes con discapacidad visual de su hijo debe realizar una evaluación funcional de la visión a fin de determinar cómo ve su hijo en la vida cotidiana y una evaluación de los medios de aprendizaje para determinar qué sentidos utiliza sobre todo para obtener información del entorno. Estas evaluaciones, junto con una evaluación de la orientación y la movilidad realizada por un especialista en movilidad, proporcionarán al equipo la información necesaria a fin de hacer recomendaciones específicas a fin de que su hijo tenga un mejor acceso al material didáctico y al entorno.
Recursos para familias de niños con un glaucoma
Lighthouse Guild for the Blind ofrece una red nacional gratuita de ayuda telefónica para padres de niños con discapacidad visual, con el fin de ponerlo en contacto con padres cuyos hijos también padecen de un glaucoma, para que pueda compartir recursos, experiencias, fortaleza y esperanza. Los grupos de ayuda telefónica se hacen llamadas grupales todas las semanas y cuentan con la dirección de un psicólogo o un trabajador social, además de la colaboración de profesionales expertos en enfermedades oculares infantiles.
Para obtener más información o para inscribirse en un grupo de ayuda telefónica, llame al 800-562-6265 o escriba a [email protected].
¿Qué ocurrirá en la cita con el oftalmólogo?
Dado que el glaucoma puede empezar a desarrollarse sin síntomas perceptibles, la mejor forma de proteger la vista del glaucoma es someterse de manera periódica a exámenes oculares completos a fin de evaluar la presión ocular, la salud del nervio óptico, el adelgazamiento de la córnea y otros signos de posibles problemas. Un oftalmólogo u optometrista diagnostica el glaucoma mediante un examen ocular médico completo, que debe incluir todos los siguientes componentes:
El historial médico y de medicación
- Su salud general y la de sus familiares directos.
- Los medicamentos que toma (con o sin receta).
- Preguntas sobre la presión arterial alta (hipertensión), la diabetes, el tabaquismo y la exposición al sol.
El historial de la vista
- Cómo ve en la actualidad, incluido cualquier cambio reciente en la visión.
- Enfermedades de la vista que usted o sus familiares hayan padecido, como la degeneración macular y el glaucoma.
- Tratamientos oculares, cirugías o lesiones previas.
- La fecha del último examen de la vista.
Las pruebas de agudeza visual
- Las pruebas de agudeza visual de lejos y de cerca a fin de determinar la nitidez o la claridad de la visión de lectura y de lejos y.
- Las pruebas de la visión con diferentes lentes (a veces contenidas en una máquina llamada foróptero, como el que figura a la derecha) a fin de determinar si la visión puede mejorarse o corregirse con lentes normales o lentes de contacto. Esto puede ayudar de manera indirecta al médico a determinar el tamaño del ojo a fin de evaluar si corre el riesgo de padecer determinados tipos de glaucoma.
Las pruebas básicas de campo visual
- Esta prueba determina cuánta visión lateral (o periférica) tiene y cuánto puede ver de la zona circundante.
- El tipo más común de prueba de campo visual en un examen ocular normal es el examen de confrontación del campo visual. Esta prueba solo mide el borde exterior del campo visual y no revela cambios en el glaucoma precoz. Consulte Perimetría (a continuación) a fin de obtener información más detallada y precisa sobre las pruebas de campo visual para el glaucoma.
La evaluación de la salud ocular
- Se utiliza una linterna a fin de evaluar un defecto pupilar aferente relativo, que puede ayudar de manera indirecta al médico a determinar si existe una disfunción nerviosa en un ojo en comparación con el otro.
- Con un tonómetro, una máquina utilizada a fin de comprobar la presión, se evalúa la cantidad de humor acuoso o la presión dentro de los ojos. Hay varias formas e instrumentos para medir la presión en el interior de los ojos, como una máquina que expulsa una ráfaga de aire, una sonda en forma de bolígrafo que golpea la superficie del ojo o una herramienta en la propia lámpara de hendidura que golpea la superficie del ojo. El médico también puede referirse a esta presión como presión intraocular (“dentro del ojo”) o PIO.
- Se utiliza un microscopio especial, denominado lámpara de hendidura, a fin de examinar el segmento anterior del ojo (tercio anterior del globo ocular), incluidas la córnea, la pupila, el iris, el cristalino y las estructuras de drenaje del humor acuoso.
- Mediante un examen de los ojos con dilatación de las pupilas (o fondo de ojo), que puede realizarse con lentes especiales, el médico podrá ver el interior del ojo, examinar la retina y el nervio óptico. El médico puede utilizar colirios a fin de ver la retina y el nervio óptico con mayor claridad.
Las pruebas adicionales para el glaucoma
Si el oftalmólogo sospecha que puede padecer de un glaucoma, deberá someterse a pruebas adicionales que puedan ayudar al médico a realizar un diagnóstico más definitivo del glaucoma:
La gonioscopia
- El examen del sistema de drenaje del ojo es un aspecto importante de la evaluación del glaucoma, ya que la disminución del drenaje del líquido (humor acuoso) puede aumentar la presión ocular. Este sistema de drenaje, o ángulo de drenaje, se forma entre la córnea y el iris. Al estar situada en una “esquina” de la córnea, el médico no puede ver esta estructura al mirar de manera directa al ojo.
- Con el objetivo de ver el sistema de drenaje del ojo, debe realizarse una prueba con lentes de contacto espejadas denominada gonioscopia. Durante este examen, el médico adormece la superficie del ojo con un colirio anestésico. Luego una lente, denominada gonioscopio, se coloca en la superficie del ojo como una gran lente de contacto. El médico le hará mirar de frente, luego utilizará la lámpara de hendidura a fin de mirar a través de la lente y evaluará el ángulo.
La paquimetría
- Esta prueba utiliza una sonda que emite una onda ultrasónica a fin de medir el grosor corneal. Las córneas más gruesas de lo normal pueden dar lecturas de la PIO altas y erróneas, mientras que las córneas más finas de lo normal pueden dar lecturas de la PIO bajas y erróneas.
- Con el objetivo de medir el grosor corneal, el médico adormece la superficie del ojo con un colirio anestésico. A continuación, le hará mirar de frente y tocar con la punta de la sonda paquimétrica la superficie de la córnea. La sonda emite una onda ultrasónica indolora que mide el grosor corneal.
La OCT
- A medida que el glaucoma progresa, el nervio óptico se adelgaza. El médico puede evaluarlo de manera subjetiva al observar el nervio óptico y al medir el adelgazamiento del propio nervio. Sin embargo, es posible que el médico quiera evaluarlo de forma objetiva con una máquina que mide el grosor del nervio óptico. Este examen se realiza mediante una prueba de imagen no invasiva denominada tomografía de coherencia óptica (OCT, por su sigla en inglés).
- El técnico o fotógrafo ocular le hará apoyar la cabeza en una mentonera y mirar de forma directa a un objetivo. A continuación, la máquina enfocará el nervio óptico y escaneará la zona a fin de medir el grosor en cada dirección. El médico podrá analizar estos resultados y evaluar la progresión del glaucoma comparándolos con los resultados de pruebas anteriores o futuras.
La perimetría
- Esta prueba mide y mapea el campo visual. Las pruebas de perimetría pueden trazar un mapa del campo visual y mostrar dónde puede haber perdido visión, en especial, la visión periférica (o lateral), que es la visión que suele verse afectada por los daños tempranos del glaucoma en el nervio óptico.
- El analizador de campo Humphrey (imagen de la derecha) es la prueba de perimetría más utilizada. La máquina se asemeja a un gran cuenco. Se cubre un ojo con un parche mientras el otro permanece inmóvil y enfoca de frente. Luces blancas y pequeñas de distintos tamaños e intensidades parpadean en diferentes sitios alrededor del cuenco. Se le indicará que pulse un botón cada vez que vea una luz intermitente. Mediante el registro de qué luces ve y cuáles no, se crea un mapa del campo visual.
Actualizado por la Dra. Sefy Paulose, marzo de 2022
¿Cuáles son los factores de riesgo del glaucoma?
- La presión ocular elevada:
- La presión ocular puede variar de manera considerable a lo largo de 24 horas. Por lo tanto, una medición de la presión ocular realizada en la consulta no proporciona una evaluación precisa de la presión ocular, ya que la presión ocular elevada puede producirse de forma intermitente en los ojos glaucomatosos. Sin embargo, la mayoría de los oftalmólogos definen el intervalo normal de presión ocular entre 10 y 21 mmHg (milímetros de mercurio, que es una medida de presión).
- La edad:
- El origen étnico:
- las personas de ascendencia africana o caribeña, los hispanos y los asiáticos tienen un mayor riesgo de presentar un glaucoma, al desarrollarlo a una edad más temprana y en un estadio más avanzado que los individuos blancos.
- Los antecedentes familiares:
- Los antecedentes familiares de glaucoma, como un hermano o padre con glaucoma. El tipo más común de glaucoma, el glaucoma primario de ángulo abierto, es más frecuente en personas con antecedentes familiares de glaucoma.
- El error refractivo:
- La miopía elevada aumenta el riesgo de padecer el tipo más frecuente de glaucoma, el glaucoma primario de ángulo abierto.
- La hipermetropía elevada aumenta el riesgo de glaucoma relacionado con la obstrucción del sistema de drenaje del ojo, también llamado glaucoma de ángulo estrecho o glaucoma de ángulo cerrado.
- El grosor corneal:
- La córnea es la estructura de la parte anterior del ojo que le confiere una refracción determinada. Una córnea fina puede aumentar el riesgo de glaucoma, en especial, las córneas con un espesor corneal central inferior a 0,540 milímetros.
- Las condiciones médicas:
- La diabetes mellitus: Los pacientes con diabetes mellitus no controlada pueden sufrir retinopatía diabética, que puede bloquear el sistema de drenaje del ojo y causar un tipo específico de glaucoma.
- Las lesiones o las cirugías: Las lesiones oculares, como los traumatismos contusos y las lesiones deportivas, o los antecedentes de múltiples operaciones oculares por afecciones oculares crónicas, pueden causar un glaucoma secundario. Los traumatismos contusos pueden generar una inflamación en el ojo o alterar la anatomía del sistema de drenaje ocular y exponer al paciente a un mayor riesgo de desarrollar un glaucoma. La inflamación se produce con cualquier cirugía ocular, pero suele ser limitada y causa una alteración mínima de la anatomía del sistema de drenaje del ojo. En raras ocasiones, puede producirse más inflamación o daños en las estructuras de drenaje del ojo, lo que aumenta el riesgo de glaucoma.
- Otras afecciones: Las siguientes afecciones pueden aumentar el riesgo de glaucoma, pero todavía es necesario realizar investigaciones a fin de estratificar este riesgo: la apnea del sueño, los trastornos tiroideos, las migrañas, la presión arterial baja y la hipertensión.
Cómo reducir los riesgos
- La mejor forma de reducir el riesgo de sufrir una pérdida permanente de la visión por glaucoma es someterse de manera periódica a exámenes oftalmológicos exhaustivos y seguir el régimen de tratamiento recetado por el oftalmólogo.
- Si tiene problemas con los colirios recetados para el glaucoma, no deje de tomarlos. En su lugar, póngase en contacto con el oftalmólogo de inmediato a fin de determinar si necesita cambiar la medicación.
- La aparición del glaucoma no suele causar síntomas perceptibles, por lo que la detección temprana, el tratamiento informado del glaucoma y los exámenes de seguimiento continuos son cruciales con el objetivo limitar la pérdida de visión.
Actualizado por la Dra. Sefy Paulose, marzo de 2022
Los diferentes tipos de glaucoma
El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que pueden provocar ceguera al dañar el nervio óptico. El ojo produce de manera continua un fluido llamado humor acuoso que debe drenar a través del sistema de drenaje del ojo, o ángulo, a fin de mantener una presión ocular saludable. Los distintos tipos de glaucoma se describen en función de si este sistema de drenaje es abierto o estrecho. Una de las causas del aumento de la presión ocular es que el sistema de drenaje, o ángulo, sea estrecho o esté obstruido.
El glaucoma primario de ángulo abierto
El tipo de glaucoma más frecuente en Estados Unidos es el glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA). En el GPAA, el sistema de drenaje del ojo parece normal o abierto, pero el ojo tiene una presión elevada. Esto se debe al aumento de la producción de líquido en el ojo, es decir, el humor acuoso. Si el líquido del ojo no puede drenar con suficiente rapidez, se genera una presión que empuja al nervio óptico situado en la parte posterior del ojo. Con el tiempo, la presión daña al nervio óptico, lo que afecta a la visión. A menudo, las personas no presentan síntomas hasta que empiezan a perder visión, y es posible que no noten la pérdida de visión de inmediato.
El glaucoma de ángulo abierto se denomina “primario” si no hay otros factores subyacentes que puedan causar una presión elevada. Si existe una causa identificable para el aumento de la presión ocular, la afección se denomina glaucoma secundario de ángulo abierto (véase más adelante).
El GPAA se trata al disminuir la producción o al aumentar el drenaje del humor acuoso. Esto puede conseguirse con medicamentos (colirios o píldoras), tipos específicos de tratamientos con láser o mediante cirugía.
El glaucoma primario de ángulo cerrado
El glaucoma primario de ángulo cerrado es mucho menos frecuente que el GPAA en Estados Unidos. En este tipo de glaucoma, el humor acuoso no puede drenar de manera correcta porque la entrada del canal de drenaje es demasiado estrecha o está cerrada por completo. En este caso, la presión ocular puede producirse de forma episódica, en especial, cuando se desencadena por la dilatación de la pupila, lo que ocurre de forma intermitente a lo largo del día con los cambios de luz. Si el ángulo es estrecho, pero no está cerrado por completo, los síntomas pueden ser imprecisos, como dolor, cefaleas y visión borrosa. Los síntomas del glaucoma de ángulo cerrado pueden incluir dolor ocular repentino, náuseas, dolores de cabeza y visión borrosa. Si experimenta estos síntomas, debe buscar tratamiento médico inmediato.
El glaucoma de tensión normal
En este tipo de glaucoma, también llamado glaucoma de baja presión, el sistema de drenaje del ojo parece normal y la presión ocular no es elevada. Sin embargo, presenta pruebas de daños en el nervio óptico. Este tipo de glaucoma se trata de forma muy parecida al GPAA, pero la presión ocular debe mantenerse aún más baja a fin de evitar la progresión de la pérdida de visión. Según el Instituto Nacional del Ojo, “puede tener mayor riesgo de padecer glaucoma de tensión normal si:
- es de ascendencia japonesa;
- tiene antecedentes familiares de glaucoma de tensión normal;
- tuvo ciertos problemas de corazón, como latidos irregulares;
- tiene la tensión arterial baja”.
Los glaucomas secundarios
Los glaucomas secundarios se desarrollan como consecuencia o complicación de otras afecciones, como traumatismos oculares, cataratas, diabetes, cirugía ocular, inflamaciones o tumores. El tratamiento de estos casos incluiría el tratamiento de la causa subyacente del glaucoma y la medicación que reduce de la presión ocular, como se indicó con anterioridad. Al igual que en los demás tipos de glaucoma, cuanto antes se normalice la presión ocular, más se podrá preservar la visión funcional.
¿Qué puedo hacer si tengo una pérdida grave de visión por glaucoma?
- Considere la posibilidad de someterse a un examen de visión reducida. De este modo, aprenderá a sacar el máximo partido de la visión actual. Una lupa o unas lentes prismáticas pueden ayudarlo a ampliar el campo visual, pero solo un especialista en visión reducida puede determinar qué productos y tecnología funcionarán mejor con su visión.
- Considere los servicios de rehabilitación visual a fin de aprender a realizar las tareas cotidianas con mayor facilidad. Preparar comidas, realizar tareas de cuidado personal, hacer reparaciones en casa y disfrutar de actividades de ocio resultan más fáciles con una formación adecuada en técnicas que utilicen la visión restante y otros sentidos combinados con productos especializados.
- Trabaje con un especialista en orientación y movilidad con el propósito de aprender a utilizar un bastón blanco si tiene problemas para detectar los cordones, cruzar la calle u orientarse con poca luz o en un entorno desconocido. Viajar de forma independiente es posible con formación y perseverancia.
- Dado que el glaucoma afecta a la visión periférica (o lateral), recuerde examinar el entorno para no perderse nada. El cerebro suele rellenar los puntos ciegos del campo visual, lo que dificulta ser consciente del alcance de la pérdida de visión.
- Es importante identificar los límites de la pérdida del campo visual y aprender a localizar objetos en el entorno con mayor facilidad. Una técnica útil es colocar una tira de cinta adhesiva de un color que contraste o una pegatina en el lado izquierdo y derecho de cada puerta o armario a fin de ayudarlo a encontrar los bordes.
- La consistencia y la organización son principios útiles para muchas personas con glaucoma y otros tipos de pérdida de la visión. Deje las cosas en el mismo sitio con el propósito de poder volver a encontrarlas, y dígales a sus familiares que hagan lo mismo.
- Si le resulta difícil leer la letra impresa, utilice una pequeña grabadora digital a fin de llevar un registro de las citas y los medicamentos.
- Hable con su familia sobre lo que está viviendo y de cómo pueden ayudarlo. Recuerde que, en última instancia, usted es el responsable de controlar el glaucoma y de seguir los consejos y el régimen médico recetado. Haga preguntas y solicite ayuda cuando la necesite.
El control de la medicación para el glaucoma
Debe cumplir el régimen de medicación para el glaucoma. Aquí tiene algunos consejos para que le resulte más fácil:
- Mantenga los medicamentos para el glaucoma siempre en el mismo lugar a fin de encontrarlos con mayor facilidad.
- Utilice un pastillero con alarma o un dispositivo similar para llevar la cuenta de las horas a las que debe tomar los medicamentos.
- Escriba una nota adhesiva recordatoria en letra grande con un rotulador de punta ancha y colóquela en el espejo del baño.
- Si le tiemblan las manos y le resulta difícil administrarse el colirio, hay muchos dispositivos de adaptación que pueden ayudarlo.