Los niños con discapacidades múltiples también necesitan el plan de estudios básico ampliado

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¿Quiénes son estos alumnos?

Entre otras fuentes, los Centros para el Control de Enfermedades han calculado que más del 70 % de los niños con necesidades complejas tienen ceguera o visión reducida como una de sus discapacidades coexistentes. Estos niños pueden tener una o más de las discapacidades coexistentes enumeradas en la legislación IDEA, incluidas las discapacidades intelectuales, emocionales/conductuales y de aprendizaje específicas. También pueden tener problemas de salud, autismo, lesiones cerebrales traumáticas o problemas de habla o lenguaje.

Por último, los niños con discapacidad visual pueden tener derecho a servicios de educación especial debido a retrasos en el desarrollo o a una doble discapacidad sensorial (pérdida auditiva y visual) o sordoceguera. Para garantizar el acceso a una educación pública, gratuita y adecuada (FAPE, por su sigla en inglés), estos alumnos deben ser evaluados adecuadamente en cuanto a sus puntos fuertes y necesidades de enseñanza por docentes de alumnos con discapacidad visual (TVI, por su sigla en inglés) o instructores de orientación y movilidad (O&M, por su sigla en inglés) plenamente cualificados.

¿Qué es el plan de estudios básico ampliado (ECC, por su sigla en inglés) para estos alumnos?

Independientemente de la discapacidad, todos los niños tienen las mismas necesidades de maximizar su calidad de vida y lograr el mayor aprendizaje e independencia posibles. Por lo tanto, los TVI y los instructores de O&M tienen un papel fundamental como miembros del equipo educativo para los niños con discapacidades visuales y adicionales. Todas las áreas del plan de estudios básico ampliado son adecuadas y necesarias para lograr estos objetivos para todos los niños. Sin embargo, puede haber modificaciones o adaptaciones de los objetivos, las habilidades y las estrategias en función de las necesidades específicas de cada alumno.

Por ejemplo, mucha gente piensa que el braille es solo una “habilidad académica” o un medio de alfabetización demasiado complicado para los niños con discapacidad intelectual. En realidad, el braille, al igual que la letra de imprenta, no es más que un sistema de comunicación simbólica. Si a un alumno se le diera un programa de alfabetización funcional o de palabras visuales en formato impreso (excepto si el alumno tuviera una discapacidad visual), se le debería dar la oportunidad de aprender las mismas habilidades de alfabetización funcional en un medio táctil apropiado y accesible.

Lo mismo ocurre con los niños con necesidades complejas que pueden acceder a la letra de imprenta con modificaciones o dispositivos ópticos. Para los niños cuyas discapacidades coexistentes limitan su acceso a la letra de imprenta o al braille, también hay símbolos táctiles y sistemas de comunicación aumentativa que pueden ayudarlos a expresar y recibir la comunicación en diversos entornos, como el hogar, el aula, la comunidad y el trabajo.

¿Por qué se debe enseñar el plan de estudios básico ampliado a estos alumnos?

En la ley se ha aclarado que el Programa de Educación Individualizado (IEP, por su sigla en inglés) de cada niño debe (1) relacionar los objetivos educativos individualizados con la participación y el progreso del niño en el plan de estudio general, el mismo al que tienen acceso los niños sin discapacidades, y (2) abordar las necesidades únicas relativas a la discapacidad o discapacidades del niño. Es evidente que un alumno con discapacidad visual coexistente y discapacidades adicionales no podrá progresar en el programa sin las adaptaciones y enseñanza adecuadas específicas para su discapacidad.

Comunicación y productividad

Esta área se refiere a la enseñanza de las habilidades específicas de la discapacidad que permiten a los alumnos participar en sus programas escolares de la forma más independiente posible. Además del braille, los dispositivos de visión reducida o los sistemas de comunicación aumentativa o alternativa, todos los niños con discapacidad visual se benefician de la enseñanza directa de la tecnología de asistencia, ya sea de baja o alta tecnología.

Para más información, consulte “Millie Smith’s Advice on Communication Skills for Children with Multiple Disabilities”.

Autosuficiencia e interacción social

Esto incluye habilidades de autocuidado y de vida independiente, habilidades para la recreación y el ocio y habilidades sociales adecuadas a la edad y el desarrollo. Los niños con necesidades complejas también necesitan desarrollar la eficacia sensorial para garantizar su acceso a la información auditiva, táctil e incluso vestibular, olfativa y gustativa para aprender y desarrollar conceptos sobre el mundo.

Aunque no se espere que un alumno se convierta en una persona que pueda trasladarse de manera independiente, deberá aprender a conocer el entorno de forma segura y eficaz mediante la formación en orientación y movilidad (O&M). Los jóvenes y adultos con discapacidades graves y múltiples acceden a sus comunidades locales a través de salidas familiares y en grupo con apoyo. Por lo tanto, estos alumnos necesitan aprender a utilizar con seguridad un bastón blanco para identificarse como personas con discapacidad visual e incluso acceder a información táctil sobre el entorno en el que se desplazan.

Para más información, consulte “Sharon Zell Sacks’ Advice on Social Skills”.

Autodeterminación, transición y carrera profesional

Por último, todos los niños con ceguera o visión reducida, incluidos aquellos con discapacidades múltiples, necesitan evaluaciones y enseñanza de autodeterminación, carrera profesional y transición adecuadas a su edad o desarrollo para garantizar que los planes de transición de todos los alumnos tengan en cuenta no solo sus puntos fuertes y necesidades, sino también sus intereses personales y canales sensoriales preferidos.

Para más información, consulte “David Brown’s Advice on Self-Determination Skills for Children Who Are Deafblind”.

TVI e instructores de O&M: miembros del equipo educativo

Debido a las formas únicas en que los alumnos no videntes o con visión reducida aprenden conceptos y habilidades nuevos, su enseñanza debe ser impartida por un equipo de profesionales plenamente cualificados que conozcan las estrategias utilizadas para adaptar el plan de estudios a los alumnos con necesidades de aprendizaje complejas. Los TVI son parte integrante de los equipos educativos para todos los niños no videntes o con visión reducida y tienen un papel fundamental a la hora de ayudar a los docentes, a los proveedores de servicios afines y al personal del aula a comprender los canales de aprendizaje sensorial preferidos y de asistencia para estos niños. Esto incluye ayudar a diseñar la enseñanza directa y respaldar los objetivos del IEP desarrollados por otros profesionales a través de la consulta y la colaboración activas.

Por lo tanto, los TVI y los instructores de O&M deben recibir una formación exhaustiva en los programas de preparación del profesorado sobre el uso de evaluaciones adecuadas, cómo identificar los medios de aprendizaje apropiados para los estudiantes y cómo proporcionar a los estudiantes las habilidades que necesitan para acceder al plan de estudios. Además, los TVI y los instructores de O&M deben recibir formación continua sobre las buenas prácticas específicas según las discapacidades para identificar los medios de aprendizaje más apropiados y para enseñar a los niños con discapacidad visual en estas áreas. Además, deben tener acceso y formación en instrumentos de evaluación y materiales didácticos desarrollados para su uso con niños con necesidades de aprendizaje complejas.

¿Cómo ayudan los TVI y los instructores de O&M en la enseñanza en el ECC de las escuelas?

Los alumnos no videntes o con visión reducida que tienen necesidades complejas no suelen tener acceso a los materiales didácticos que se proporcionan a sus compañeros videntes, ni siquiera cuando se los asigna a aulas autónomas o en centros especializados. Las soluciones de acceso, los materiales y las estrategias pedagógicas para estos alumnos deberán tener en cuenta una compleja interacción entre las discapacidades visuales y las adicionales. Por lo tanto, la evaluación, el desarrollo de programas y la enseñanza de estos alumnos se abordan con mayor eficacia en un equipo educativo en el que cada miembro aporta su experiencia individual para garantizar que todos los que ayudan al alumno también reciben ayuda.

Evaluación

Los TVI y los instructores de O&M evalúan a estos alumnos para determinar cómo su visión influye en su acceso a los entornos de aprendizaje y comunitarios. Estos profesionales de la visión también brindan información al equipo educativo que describe cómo, cuándo e incluso por qué los alumnos acceden o prefieren actividades o materiales específicos.

Esta información es fundamental para que otros miembros del equipo realicen una evaluación adecuada y desarrollen el programa. Los TVI y los instructores de O&M son una parte fundamental del proceso de evaluación. Su experiencia en las habilidades de visión, orientación y movilidad independiente del alumno debe compartirse con todos los demás miembros del equipo educativo para garantizar que el alumno está siendo evaluado con los materiales adecuados. Además, deben asegurarse de que todos los docentes y proveedores de servicios afines que trabajan con los niños entiendan cómo influye la discapacidad visual del alumno en su rendimiento en las evaluaciones y durante las observaciones del personal.

Por el contrario, para comprender y analizar las tareas sensoriales específicas que requieren los alumnos con necesidades complejas, los TVI y los instructores de O&M deben colaborar estrechamente con los demás docentes de estos alumnos y con los proveedores de servicios afines. Al trabajar con todos los miembros del equipo del IEP, los TVI y los instructores de O&M garantizan su capacidad para orientar las evaluaciones adecuadas y hacer recomendaciones que sean eficaces para cada tarea y entorno de aprendizaje.

Enseñanza directa

Los TVI y los instructores de Orientación y Movilidad (O&M) son los expertos del equipo educativo en afecciones oculares y educación accesible. Se destacan en el desarrollo de programas de braille, orientación y movilidad, tecnología de asistencia específica para discapacitados y dispositivos ópticos. Estos profesionales son idóneos para gestionar este tipo de clases. Además, los TVI e instructores de O&M plenamente cualificados comprenden por completo las necesidades únicas de acceso y aprendizaje de los niños con discapacidad visual. Son los más indicados para ofrecer una enseñanza directa, servir de modelo y asesorar en otras áreas del plan de estudios básico ampliado. Esto incluye habilidades sociales y educación profesional adecuadas a la edad y la etapa de desarrollo del niño.

Consulta y colaboración

Por ejemplo, un/a niño/a que utilice un sistema de comunicación táctil también podría estar pasando a un dispositivo de comunicación aumentativa. En esta situación, el TVI desarrolla los símbolos táctiles trabajando con el especialista en tecnología de asistencia, que conoce la tecnología, y con el logopeda, los padres y el docente de educación especial, que conocen las frases o el lenguaje específico que el alumno necesitará para comunicarse. Los instructores de O&M podrían incorporar esta misma información para los objetivos de traslado en la escuela o en la comunidad en general.

Esta colaboración también incluye respaldar el uso del dispositivo de comunicación por parte del alumno cuando va a clase con sus compañeros y modelar el uso del dispositivo y los símbolos táctiles para el paraeducador que trabaja directamente con el alumno en el aula de educación general. De forma aislada, cualquiera de estos especialistas que trabajan con el alumno se perdería una parte fundamental de una actividad de aprendizaje compleja. Juntos, crean una actividad de aprendizaje que satisface los objetivos del alumno y respalda las necesidades de todos los participantes de conocer las tareas, los símbolos y el lenguaje descriptivo del alumno para garantizar una enseñanza coherente y el apoyo de esta compleja actividad de aprendizaje.

Desarrollo de un Programa de Educación Individualizado

Ya sea desarrollando objetivos para la enseñanza directa o colaborando con el equipo educativo, los TVI y los instructores de O&M tienen un papel fundamental en el desarrollo del IEP para un niño no vidente o con visión reducida y con discapacidades adicionales.

Los docentes de aula y los proveedores de servicios afines conocen el desarrollo infantil, los programas académicos adaptados, la comunicación y el desarrollo de la motricidad fina y gruesa. A veces, necesitan información adicional sobre el trabajo con niños no videntes o con visión reducida, y siempre necesitan información específica sobre los canales visuales y sensoriales de un alumno en particular.

Sin un trabajo en equipo, un terapeuta ocupacional (TO) puede establecer objetivos de escritura a mano, sin saber que el alumno utilizará el braille. Mediante la colaboración, los TVI pueden informar al TO sobre las necesidades de un lector de braille principiante, como la fuerza y el aislamiento de los dedos. Al mismo tiempo, el terapeuta puede poner al día al equipo educativo sobre los progresos del alumno en estas áreas importantes. Al trabajar en conjunto, los TVI y los proveedores de servicios afines pueden elaborar objetivos de IEP eficaces y funcionales para alumnos con necesidades complejas.

En un entorno actual de exámenes de alta exigencia, los docentes de recursos de educación especial suelen tener dificultades para desarrollar los objetivos del IEP para las evaluaciones alternativas. La colaboración con los TVI (docentes de alumnos con discapacidad visual) puede ser de gran ayuda. Pueden demostrar cómo adaptar los objetivos del aula en alfabetización o matemáticas para niños con discapacidad visual.

Por ejemplo, cuando una clase se centra en la secuenciación, los cronogramas de lectura o la escritura de palabras visuales, los alumnos con discapacidades visuales y múltiples pueden participar de forma diferente. Pueden organizar símbolos de comunicación táctil para detallar el cronograma del día, secuenciar actividades o escribir con símbolos táctiles. Revisar el cronograma para comprobar las tareas finalizadas y las que están por venir es una forma de “leer” estos símbolos táctiles.

Conclusión

Los niños con discapacidades, incluida la ceguera o la visión reducida, constituyen probablemente la mayoría de los alumnos con discapacidad visual en Estados Unidos. A pesar de sus diversas discapacidades, tienen dificultades para acceder al aprendizaje debido a problemas de visión. El acceso a una educación pública, gratuita y adecuada (FAPE, por su sigla en inglés) es crucial. Estos alumnos necesitan una evaluación adecuada de sus puntos fuertes y necesidades educativas. Las evaluaciones deben abarcar la visión funcional y los medios de aprendizaje. Es esencial contar con docentes de alumnos con discapacidad visual (TVI) o instructores de orientación y movilidad (O&M) cualificados. Sin una evaluación precisa del acceso sensorial, los equipos educativos tendrán dificultades. Los programas de enseñanza adecuados y eficaces son fundamentales. Estos programas mejoran el acceso y el progreso de estos alumnos en la educación.