Los sentimientos de su hijo adolescente ante la ceguera o la baja visión

This content is also available in: English (Inglés)

Al igual que usted, su hijo adolescente tendrá sentimientos muy diversos sobre su enfermedad ocular. La adolescencia en general es una etapa emocional para muchos jóvenes a medida que pasan de la adolescencia a la edad adulta. La mayoría quiere encajar con sus compañeros y ser «diferente» a causa de una discapacidad visual puede provocar reacciones como ira, depresión o tristeza. Muchos adolescentes también están preocupados por el futuro, y su incertidumbre a veces puede dar lugar a fuertes sentimientos negativos sobre el hecho de tener ceguera o baja visión.

Los adolescentes ciegos o con baja visión pueden compartir una serie de reacciones, pero los sentimientos varían de una persona a otra. Además, los adolescentes que se han quedado ciegos o con baja visión recientemente suelen tener necesidades emocionales algo diferentes de las de aquellos que han sido ciegos o con baja visión desde la primera infancia.

Durante la adolescencia, algunos niños experimentan una reducción significativa de la visión debido a afecciones como la retinosis pigmentaria (RP) o la enfermedad de Stargardt. Otros niños pueden perder la visión a causa de un accidente u otro acontecimiento traumático. Si su hijo pertenece a este grupo, tiene mucho con qué lidiar emocionalmente. Al igual que usted, puede que se sienta afligido por la visión «normal» o «casi normal» que tenían antes. Su hijo también puede enfadarse por las cosas que le cuesta hacer, como leer o ir a sitios solo. Y su relación con los amigos puede haber cambiado porque sus amigos no saben cómo apoyarle.

Su hijo necesitará tiempo para adaptarse, aprender a vivir con la pérdida de visión y afrontar sus sentimientos, pero también necesitará estímulos y apoyo. Muchas de las estrategias que son importantes para los adolescentes que nacieron con visión reducida serán útiles ahora.

Cómo ayudar a su hijo adolescente con pérdida de visión

Dar a su hijo apoyo emocional en la adolescencia debe ser un objetivo fundamental. Estas son algunas de las formas en que puede ayudarle:

  • Esté disponible para hablar con su hijo sobre sus sentimientos acerca de tener una reducción significativa de la visión. Identifique sus propios sentimientos y afronte la pérdida de visión de su hijo. Hágale saber que está ahí para escucharlo y apoyarlo, no para juzgarlo.
  • Si su hijo expresa sentimientos de tristeza o enfado por su relación con los amigos, propóngale que invite a uno o dos amigos a casa. Algunos adolescentes pueden no estar seguros de cómo reaccionar y apoyar a un amigo que ha experimentado una pérdida de visión. Puede que su hijo tenga que dar el primer paso y descubrir que sus amigos siguen estando a su lado cuando tengan la oportunidad de hablar tranquilamente entre ellos. Restablecer las relaciones con los amigos proporcionará una vía de escape para compartir los sentimientos.

Conexión con los compañeros

  • Ayúdelo a conocer a otros adolescentes y adultos ciegos o con baja visión que llevan una vida próspera. Conocer a otra persona con ceguera o baja visión y escuchar sus experiencias ayudará a su hijo a darse cuenta de que no es la única persona con una afección ocular. Los modelos de conducta pueden compartir cómo han afrontado sus propios sentimientos sobre la pérdida de visión. Escuchar directamente a alguien que ha tenido experiencias similares puede ser muy útil para muchos adolescentes.
  • Su hijo también puede beneficiarse del tiempo que pasa en campamentos de verano y otros programas.
  • Si descubre que su hijo está emocionalmente perturbado, considere la posibilidad de hablar con un consejero. A veces, una persona externa con formación profesional puede ayudar a los jóvenes a resolver sus problemas con más eficacia que las personas más cercanas a ellos.

Ayudar a su hijo adolescente a sentir autoestima y autoaceptación puede contribuir en gran medida a su bienestar y sentar las bases para una vida satisfactoria.

El valor de los modelos

Puede que a su hijo adolescente le resulte más fácil hablar de su enfermedad ocular con otras personas ciegas o con baja visión. Si no tenían mucho contacto con otros niños cuando eran más pequeños, considere la posibilidad de animarles a hacerlo ahora. Eso les daría la oportunidad de compartir experiencias con otras personas que, según ellos, son como ellos. Su hijo podría beneficiarse al encontrar modelos de conducta entre sus nuevos conocidos y, a su vez, podría convertirse en modelo de conducta para una persona más joven. La experiencia puede hacer que se sientan mejor consigo mismos y con su ceguera o baja visión.

El problema del permiso de conducir

La mayoría de los adolescentes con baja visión no podrán sacarse la licencia de conducir, y esto puede ser un problema importante para ellos. No poder conducir puede ser emocionalmente difícil porque sus amigos hablan constantemente de este rito de iniciación. Sin embargo, su hijo adolescente puede desarrollar estrategias para no conducir que le ayuden a sentirse más independiente y menos aislado socialmente.

Socialización y citas

Algunas de las emociones de su hijo sobre el hecho de ser ciego o tener baja visión pueden derivarse de los retos a los que se enfrenta en las relaciones sociales, tanto en las amistades como en las relaciones de noviazgo. Su hijo puede sentirse excluido o dudar de su capacidad para atraer tanto a amigos como a citas. Ayudarles a desarrollar estrategias para hacer y mantener amistades es importante para su bienestar emocional general. Trabajar con su hijo para que se vea atractivo también es importante. Invertir tiempo en debatir y representar cómo coquetear y actuar con personas del sexo opuesto puede contribuir en gran medida a aumentar la confianza en sí mismo.

Sentimientos encontrados sobre el futuro

Como todos los adolescentes, su hijo puede tener sentimientos encontrados sobre el futuro. Por un lado, puede que quieran darse prisa y terminar la escuela para poder salir por su cuenta. Por otro, pueden tener dudas sobre qué hacer después de la escuela. Su hijo necesita que le asegure que la mayoría de los adolescentes tienen los mismos sentimientos.