Retinopatía del prematuro (ROP)

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¿Qué es la retinopatía del prematuro?

La retinopatía del prematuro (ROP, por su sigla en inglés) es una enfermedad de la retina que puede afectar a los bebés prematuros. La retina es un tejido fino y sensible a la luz que recubre la superficie interna del ojo. Las células de la retina convierten la luz que reciben en impulsos eléctricos. El nervio óptico lleva estos impulsos eléctricos al cerebro, que finalmente los interpreta como imágenes visuales. Por analogía, si el ojo es una cámara, la retina es la película de esta.

La ROP, también conocida como fibroplasia retrolental (RFL, por su sigla en inglés), se describió por primera vez a mediados del siglo XX. En aquel momento, se pensó que la afección estaba relacionada con el uso de oxigenoterapia en recién nacidos, especialmente prematuros. Desde entonces, se ha refutado el papel del oxígeno suplementario en la ROP. Aunque se han logrado avances significativos en la comprensión de los procesos que conducen a la ROP, los mecanismos precisos siguen siendo en gran parte desconocidos.

El desarrollo normal de los vasos sanguíneos de la retina (un proceso denominado vascularización) no se completa hasta que el bebé llega a término (40 semanas) en el útero. En los bebés prematuros, la retina no se desarrolló por completo. Si la vascularización de la retina se completa fuera del útero (es decir, después del parto prematuro), los vasos de la retina pueden dejar de crecer o hacerlo de forma anormal. La ROP se produce cuando estos vasos se desarrollan de forma anormal.

¿Quién corre peligro de tener ROP?

Los bebés prematuros corren riesgo de padecer esta enfermedad, sobre todo los de bajo peso al nacer y edad gestacional.

Como resultado, en una declaración política de consenso de 2013 de la Academia Americana de Pediatría, la Academia Americana de Oftalmología y la Academia Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo sobre la ROP se recomienda el cribado de todos los bebés nacidos con menos de 31 semanas de edad gestacional, con un peso inferior o igual a 1500 gramos al nacer; o en los que el curso neonatal, a opinión del neonatólogo, hubiera sido complicado. En esta declaración, también se aclaran las recomendaciones para los exámenes de seguimiento y el tratamiento.

¿Qué son los exámenes de detección de la ROP?

Los expertos realizan exámenes de detección de la ROP al examinar clínicamente al bebé, a menudo en la unidad de cuidados intensivos neonatales y en la clínica después de que el bebé sea dado de alta. Esto puede implicar la colocación de un fino espéculo metálico para mantener los párpados abiertos. El médico examina la retina utilizando un endoscopio en la cabeza (denominado oftalmoscopio indirecto) y una lente de mano que enfoca la imagen de la retina.

¿Cómo afecta a la retina la retinopatía del prematuro?

La ROP se clasifica por la parte de la retina afectada (zona), el grado de afectación (estadio) y el aspecto de los vasos sanguíneos (presencia o ausencia de enfermedad “plus”).

Zona

  • La zona 1 es la retina más posterior (o la más central).
  • La zona 2 es la retina intermedia (entre la posterior y la periférica).
  • La zona 3 afecta a la retina periférica (o externa).
  • Los vasos de la retina comienzan a desarrollarse en la zona 1 y luego crecen gradualmente hacia la periferia de la retina hasta alcanzar la zona 3; por lo tanto, la afectación de la zona 1 es más grave que la de la zona 3.

Estadios

  • Estadio 1: Existe una línea de demarcación entre la retina que alcanzó la vascularización y la retina más periférica (es decir, los bordes exteriores) que aún no lo hizo. Esto indica un desarrollo incompleto de los vasos sanguíneos de la retina y, en la mayoría de los casos, estos bebés, con el tiempo, completarán el desarrollo normal de estos vasos.
  • Estadio 2: La línea de demarcación está elevada como una cresta.
  • Estadio 3: Se produce el desarrollo de vasos anormales (denominado neovascularización), que no son sanos ni frágiles y son propensos perder sangre. Además, estos vasos anormales suelen asociarse al tejido cicatricial fibroso que puede contraerse con el tiempo y separar la retina subyacente de la unión con ojo y, en última instancia, provocar un desprendimiento de retina.
  • Estadio 4: Ocurre el desprendimiento de retina. Si no afecta a la retina central (denominada mácula), responsable de la visión más detallada, se clasifica como estadio 4a. Si la mácula está afectada, la ROP es de estadio 4b.
  • Estadio 5: Desprendimiento total de retina, en el que se desprende por completo.

Presencia o ausencia de la enfermedad “plus”

  • Por último, si los vasos de la retina están especialmente engrosados y retorcidos, se la describe como enfermedad “plus”. Los clínicos informan de la presencia o ausencia de la enfermedad plus en función de sus exámenes.

Clasificación

En los bebés que padecen ROP, la zona, el estadio y la presencia o ausencia de la enfermedad plus se toman conjuntamente para clasificarla como ROP leve, ROP de tipo 1 o ROP de tipo 2.

  • En la mayoría de los casos, la ROP se resuelve espontáneamente a medida que el niño crece y su retina se desarrolla.
  • Sin embargo, algunos niños desarrollan ROP de tipo 1 o peor y requieren de tratamiento (consulte a continuación).
  • La ROP de tipo 2 no requiere tratamiento, pero sí un seguimiento clínico. La frecuencia y la duración del seguimiento dependen del estado de la vascularización de la retina y de la ROP.

En algunos bebés, los vasos de la retina aún no se desarrollaron por completo, pero no se observan anomalías (es decir, no se producen hallazgos del estadio 1 o peor). Esto se clasifica como vascularización inmadura en lugar de ROP. La ROP puede desarrollarse en cualquier momento hasta que los vasos se desarrollen por completo, por lo que estos bebés y los bebés con ROP deben estar bajo un estrecho seguimiento hasta que la vascularización se complete.

Incluso los bebés prematuros sin ROP o cuya ROP se puede resolver o tratarse corren el riesgo de padecer otras afecciones oculares, como ambliopía, estrabismo, defectos de refracción, retraso en la maduración del sistema visual y otras enfermedades oculares. Deben someterse a las revisiones oculares que recomiende el oftalmólogo.

¿Cómo se trata la ROP?

Tratamiento con láser

Cuando la ROP requiere de tratamiento, como en la de tipo 1 o peor, el tratamiento más común es la terapia láser de la retina inmadura. La terapia con láser tiene como objetivo prevenir la progresión de la ROP e invertir el crecimiento de los vasos sanguíneos anormales que puedan haberse desarrollado. Anteriormente, también se administraba crioterapia (terapia de frío), pero en la actualidad apenas se utiliza. El tratamiento con láser puede realizarse con o sin anestesia y consiste en la aplicación de láser a través de la pupila sobre la retina. No se requieren incisiones.

Se ha demostrado que el láser disminuye la progresión de la ROP. Sin embargo, en algunos bebés, la ROP progresa a pesar del tratamiento adecuado con láser y puede requerir de intervenciones adicionales o causar resultados estructurales o visuales desfavorables.

Inyección intraocular

Más recientemente, algunos estudios sugieren que la inyección intraocular (dentro del ojo) de un medicamento (Avastin o Lucentis) puede ser útil para el tratamiento de algunos casos de ROP, en lugar de la terapia con láser o en conjunto con ella. Estos medicamentos inhiben una molécula denominada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por su sigla en inglés), que se cree que está implicada en la vascularización anormal de la ROP.

Este tratamiento ha resultado eficaz, especialmente para la ROP de la zona 1 o zona posterior 2 de tipo 1, y se están realizando nuevos estudios para aclarar el momento ideal, la dosis, el régimen de tratamiento, las indicaciones, la eficacia, la seguridad y el régimen de seguimiento posterior con esta terapia.

Se ha demostrado que esta terapia disminuye la progresión de la ROP. Sin embargo, en algunos bebés, la ROP progresa a pesar del tratamiento adecuado y puede requerir de intervenciones adicionales o causar resultados estructurales o visuales desfavorables.

Tratamientos quirúrgicos

Los desprendimientos de retina (ROP en estadio 4 o 5) suelen tratarse quirúrgicamente mediante vitrectomía o cirugía de cerclaje escleral:

  • En la cirugía de cerclaje escleral, se cose un broche (una esponja de silicona, caucho o plástico duro) en la esclerótica (la capa de tejido fibroso que cubre la parte blanca del ojo) para hundirla y aliviar la tracción del vítreo sobre la retina. Esta cirugía se realiza completamente fuera del ojo. El broche permanece en su sitio una vez concluida la intervención.
  • En la vitrectomía, se extrae el vítreo para aliviar la tracción o tirón del vítreo sobre la retina. El vítreo es una sustancia gelatinosa que rellena el interior de la parte posterior del ojo y está unida a la retina. En algunos casos, también puede ser necesario retirar la lente. Durante la intervención puede usarse un láser, y algunos casos de desprendimiento de retina pueden requerir tanto de vitrectomía como de cirugía de cerclaje escleral.

¿Cómo describiría su visión y cómo viviría mi hijo con ROP?

Aunque es posible tener una visión normal con ROP, los niños y adultos con esta afección suelen experimentar una pérdida del campo periférico (“visión de túnel”) que puede progresar a una pérdida global de la visión, así como miopía (corto de vista) de la visión restante.

Una persona con pérdida de visión periférica tiene cierto grado de “visión de túnel”, lo que le dificulta obtener una información visual exhaustiva de su entorno; se beneficiará del aprendizaje de habilidades de eficacia visual, como observar el entorno de forma organizada. Además, es probable que la persona se choque con obstáculos por debajo y a los lados; debe aprender técnicas de orientación y movilidad (desplazamiento), como el uso de un bastón, para evitar los obstáculos.

Una persona con miopía tendrá una visión borrosa de lejos que le dificultará, en la medida relativa a la gravedad de esta, identificar personas y expresiones faciales a distancia, acceder a la información de la pizarra o la pared de una clase, ver a un orador o una actuación, participar en deportes que requieran la necesidad de responder a objetos o personas en movimiento y mantenerse orientado en el entorno cuando no se vean puntos de referencia. Además, conducir no será seguro si la persona no puede ver el tráfico que se aproxima o leer las señales de tránsito; lo mismo puede decirse de caminar si la persona no domina las habilidades de orientación y movilidad. Si incluso con las lentes correctoras recetadas, su hijo o hija tiene dificultades para acceder a la información visual a distancia, se beneficiará de un entrenamiento en orientación y movilidad, así como del uso de lo siguiente:

  • Adaptaciones del entorno como entornos de alto contraste, presentación de objetos más grandes a distancia, una sala o tarea bien iluminada, tiempo adicional para interpretar lo que se ve y permitir que el niño o adolescente se siente en un asiento preferido, más cerca de la información o la actividad.
  • Dispositivos ópticos para ver a distancia, como un telescopio monocular, y dispositivos no ópticos, como el uso al aire libre de gafas de sol y un sombrero con ala.

El docente de alumnos con discapacidad visual de su hijo debe realizar una evaluación funcional de su visión para determinar cómo ve su hijo en la vida cotidiana y una evaluación de los medios de aprendizaje para determinar qué sentidos utiliza principalmente para obtener información del entorno. Estas evaluaciones, junto con una evaluación de la orientación y la movilidad realizada por un especialista en movilidad, proporcionarán al equipo la información necesaria para hacer recomendaciones específicas para que su hijo tenga mejor acceso al material didáctico y a su entorno.

Recursos para familias de niños con ROP

ROP en la edad adulta

Se considera que las personas con ROP tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas oculares específicos más adelante, como desprendimiento de retina, miopía (corto de vista), estrabismo (ojos cruzados), ambliopía (ojo vago) y glaucoma. En muchos casos, estos problemas oculares pueden tratarse o controlarse. Por lo tanto, los pacientes con antecedentes de ROP deben someterse a exámenes oftalmológicos periódicos con dilatación de las pupilas, incluso después de que la ROP haya remitido.

Retinopatía del prematuro | Instituto Nacional del Ojo (nih.gov)

Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo: Retinopatía del Prematuro

¿Qué es la retinopatía del prematuro? – Academia Americana de Oftalmología (aao.org)

Por la Dra. Mrinali Patel Gupta