Correr como persona no vidente o con visión reducida
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Si es corredor o le gustaría serlo, y tiene ceguera o visión reducida, quizás pueda correr con un guía. Hay dos maneras habituales de hacerlo, según su visión, el área en la que corre y con lo que se siente cómodo.
Técnica de orientación
Instrucción verbal
Algunos corredores tienen un nivel de visión suficiente y corren en un área bastante despejada como para correr con un guía de un solo lado, para darle instrucciones verbales. En esta técnica, la comunicación es crucial. Puede que el guía tenga tiempo de decir: “Muévase a la derecha porque viene un cochecito”, o que sólo pueda decir: “¡Muévase a la derecha!”. El guía tiene que estar dispuesto a tirar por la borda las convenciones de una conversación amable, y el corredor tiene que estar dispuesto a obedecer de inmediato.
Correr con una cuerda.
Una cuerda corta o un trozo de toalla, de unos 76 centímetros (30 pulgadas) de largo, puede transmitir mucha más información al corredor. Con esta técnica, el guía corre apenas por delante suyo y hacia un lado, y cada uno sujeta un extremo de la cuerda. El guía sigue dando indicaciones verbales, pero puede detectar las curvas de la carretera y otros ligeros cambios de dirección mucho más fácil con esta correa de sujeción. En caso de emergencia, el guía dará un pequeño tirón de la correa o de su brazo; así sabrá en seguida qué dirección tomar.
Debe haber suficiente tensión en la cuerda como para que pueda sentir los movimientos sin que usted ni el guía tengan que tirar de la cuerda para transmitirse el mensaje. Sin embargo, tirar demasiado desgasta los brazos de ambos.
Use como correa algo que sea cómodo para las manos y lavable. Cualquier cosa puede servir en caso de apuro, como una bolsa de plástico o una camiseta, pero las correas de sujeción ideales deben tener la robustez suficiente como para hacer su parte. No le conviene cargar con peso extra. Algunos prefieren una tira de una toalla; otros, los cordones para botas. Algunos usan camisetas viejas y las trenzan hasta conseguir una longitud y un diámetro satisfactorios. Recuerde meter la correa en la lavadora con la ropa de correr.
Si ambas personas tienen zancadas y alturas similares, la correa de sujeción puede ser bastante corta. Si el guía es mucho más bajo o alto que usted, podrá terminar agarrado de los flecos de una cuerda corta. Por lo tanto, si no sabe con quién va a correr, use una correa más larga y dóblela si es necesario.
Elegir una guía
¿Cuáles son las cualidades de un buen guía? En primer lugar, su guía debe ser respetuoso de la seguridad. Una persona a la que no le importa cruzar la calle corriendo y arriesgar ser atropellada por los coches no debería guiarte. Tiene que dejar más tiempo y espacio para dos cuerpos, así que asegúrese de que su guía tiene suficiente criterio para sortear los obstáculos con seguridad.
Si correr se vuelve más que un pasatiempo, se dará cuenta de que el ritmo de sus carreras es importante. Necesitará un guía que sea al menos un poco más fuerte que usted- Los guías deben ser capaces de hablar y correr al mismo tiempo, y deben tener suficiente energía mientras corren para prestar atención a lo que ocurre a su alrededor. Si corre a máxima velocidad y se aferra a la vida como puede, no podrá decirte gran cosa sobre los baches y el tráfico.
Si va a correr mucho, asegúrese de elegir un guía que sea una persona de su agrado. Pasarán mucho tiempo juntos. Y recuerde ser amable con sus guías.
Marcar el ritmo
Entre los corredores que no tienen ceguera o visión reducida, y que no corrieron con un corredor con discapacidad visual, existe la idea errónea de que es el guía quien marca el ritmo. Con frecuencia, los guías creen que es parte de su trabajo marcar el ritmo. Si el ritmo le importa, debería marcarlo usted.
Cuando se corre en grupo sin un ritmo específico determinado de antemano, el grupo suele marcar el ritmo. Un integrante puede ajustar de forma consciente el ritmo del grupo corriendo un poco más rápido o más lento; sin embargo, en general, nadie puede decidir el ritmo. Si no te importa el ritmo, con su guía pueden calcular el ritmo de la misma manera.
Sin embargo, es probable que el ritmo sea importante para usted, al menos dentro de un cierto rango. Asegúrese de ser quien marca el ritmo. Si corre un poco más despacio de lo que le gustaría, acelere un poco. Si su guía no sigue su ritmo y acaba detrás suyo, dígale: “¿Podemos acelerar un poco?”. Si prefiere correr más despacio pero nota que su guía tira, dígale: “¿Podemos ir un poco más despacio?”.
Controlar la hora
La mayoría de los corredores no videntes o con visión reducida no tienen relojes para correr. Por lo tanto, si hay que controlar el tiempo, el guía estará a cargo. Asegúrese de que los dos saben qué técnica usarán.
Hay dos formas de usar el reloj para el entrenamiento. En uno, el corredor quiere saber el ritmo de la carrera real. Así, si el equipo se detiene a tomar agua, el corredor detiene su reloj. El reloj solo marca cuándo está corriendo, sin incluir los momentos para beber agua, atarse las zapatillas, etc. Esto es útil si está tratando de adquirir un ritmo en particular.
En la segunda técnica, el reloj funciona durante toda la carrera de entrenamiento. Las pausas están incluidas en el tiempo. Así es como se lleva el tiempo en una carrera; algunos corredores lo prefieren porque refleja con mayor exactitud el tiempo que duró el entrenamiento.
Ambas técnicas son válidas y muy habituales; solo verifique qué técnica usa su guía.
Orientación para guías
Los nuevos guías suelen estar nerviosos por el trabajo. No saben bien qué hacer, con qué fuerza tirar de la correa, cuánto hablar, etc. Aquí tiene algunos consejos que puede compartir para facilitarles el trabajo.
Qué decir
- Sea explícito. “Tenga cuidado” no da ninguna información. El corredor ya es cuidadoso. “El suelo es un poco irregular aquí”, le indica al corredor lo que necesita saber.
- Ponga primero la acción, seguida de la información contextual. “Estamos llegando a una multitud de personas paradas en el camino, así que…” no le dice al corredor qué hacer hasta que es demasiado tarde. En su lugar, diga: “Muévase a la derecha; nos estamos acercando a una multitud de gente de pie….”.
- Pregunte por las decisiones con antelación. Si hay dos caminos, menciónelo lo antes posible para no tener que detenerse a discutir qué hacer. Si quiere parar a tomar agua, dígalo antes de la parada para tomar agua.
- Cuando no se puedan evitar obstáculos como baches o surcos, alerte de forma oral al corredor. Asegúrese de mencionar la dirección. Comandos como “subida” o “bajada” le indican al corredor que debe pisar alto o esperar una caída.
- Avise cuando gira. Asegúrese de mencionar la dirección.
- En particular en territorio desconocido, informe a su corredor sobre el terreno. “Estamos llegando a una cuesta larga y baja hacia arriba” o “Nos desviaremos a la derecha en unos pasos” son buenas descripciones.
- Háblele a su corredor de cosas que se crucen los dos y que puedan ser interesantes. ¿Hay fuentes para beber? ¿Campos de béisbol? ¿Zonas con sombra? ¿Campos de maíz? ¿Baños públicos?
Divertirse
Se divertirá mucho cualquiera sea la técnica de guiado que use y dondequiera que encuentre guías. Puede que incluso descubra que le gustaría correr carreras. A lo mejor termine usando tallas más pequeñas.