Comprender la pérdida de la visión causada por enfermedades comunes 

This content is also available in: English (Inglés)

Diversos problemas de salud pueden afectar a nuestra visión a medida que envejecemos, sobre todo si padecemos ceguera o visión reducida. Esta guía proporciona información sobre cómo pueden afectar a la visión afecciones específicas como la artritis, el accidente cerebrovascular, la enfermedad de Parkinson y la demencia, junto con consejos prácticos para gestionar estos cambios. 

Artritis y pérdida de visión 

Impacto en la visión: 

  • La artritis reumatoide (AR) puede causar inflamación ocular dando lugar a afecciones como la sequedad ocular, la escleritis y el glaucoma. 
  • Las complicaciones oculares relacionadas con la AR requieren un tratamiento continuo para la prevención de la pérdida grave de la visión tanto por parte de los reumatólogos como de los oftalmólogos. 

Consejos de autocuidado: 

  • Realícese revisiones oculares periódicas para detectar señales tempranas de afecciones oculares relacionadas con la artritis. 
  • Utilice los medicamentos y tratamientos prescritos para controlar la inflamación y prevenir daños mayores. 
  • Considere las adaptaciones prácticas como el uso de tubos de espuma alrededor de los mangos de los utensilios y cuchillos basculantes para reducir la tensión articular y facilitar las tareas a las personas con artritis y pérdida de visión. 

Osteoporosis y pérdida de visión 

Impacto en la visión: 

  • La osteoporosis no afecta directamente a la visión pero el mayor riesgo de caídas, debido a la fragilidad ósea, puede provocar lesiones que repercutan en la visión. 

Consejos de autocuidado: 

  • La prevención de caídas es crucial: elimine los peligros domésticos, instale barras de sujeción y use calzado bien ajustado. 
  • Las pruebas periódicas de densidad ósea pueden ayudar a la detección precoz y al tratamiento de prevención de fracturas. 
  • Adapte su entorno con mejor iluminación y contraste para reducir el riesgo de caídas y considere la posibilidad de utilizar un bastón o andador si su equilibrio se ve afectado. 

Enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y pérdida de visión 

Impacto en la visión: 

  • Los accidentes cerebrovasculares pueden provocar diversos problemas de visión como hemianopsia (pérdida de la mitad del campo visual), visión doble y otros trastornos del procesamiento visual. 
  • Los cambios visuales tras un accidente cerebrovascular pueden afectar significativamente la vida diaria y la independencia. 

Consejos de autocuidado: 

  • Trabaje junto a especialistas de rehabilitación visual para adaptar su entorno y recupere la mayor independencia posible. 
  • Utilice ayudas visuales y realice modificaciones en el hogar para contar con adaptaciones a la pérdida de visión. 
  • En el caso de personas con hemianopsia, deben emplearse técnicas como la exploración del entorno para compensar la pérdida del campo visual y debe considerarse la posibilidad de utilizar lentes con prisma o terapia visual para asistir el desplazamiento. 

Enfermedad de Parkinson y pérdida de la visión 

Impacto en la visión: 

  • La enfermedad de Parkinson puede causar visión doble, visión borrosa y dificultad con los movimientos oculares. 
  • La sequedad ocular también es frecuente debido a la disminución del parpadeo lo que agrava aún más los problemas de visión. 

Consejos de autocuidado: 

  • Las visitas periódicas al oftalmólogo son esenciales para controlar los cambios en la visión. 
  • Considere el uso de lentes con prisma para la visión doble y lágrimas artificiales para la sequedad ocular. 
  • Participe en actividades que fomenten el parpadeo y el movimiento ocular para reducir los síntomas de sequedad ocular y mejorar la salud ocular general. 

Demencia, Alzheimer y pérdida de visión 

Impacto en la visión: 

  • La demencia y la enfermedad de Alzheimer pueden provocar problemas de percepción visual dificultando la interpretación precisa del entorno visual. 
  • Los pacientes pueden experimentar problemas con la percepción de la profundidad, el contraste de colores y el reconocimiento de objetos y rostros. 

Consejos de autocuidado: 

  • Aumente el contraste en el entorno doméstico, utilice señales de color y reduzca el deslumbramiento para facilitar el desplazamiento. 
  • Simplifique el entorno eliminando patrones y distracciones innecesarios para facilitar la orientación. 
  • Si a su ser querido le cuesta reconocer objetos o rostros, utilice etiquetas grandes y en negrita y cree un Libro de Recuerdos con imágenes y nombres para facilitar el reconocimiento y reducir la confusión. 

Conclusión 

Vivir con una enfermedad crónica y la pérdida de visión puede ser un desafío, pero entender cómo afectan estas enfermedades a la visión es el primer paso para un tratamiento eficaz. Las revisiones periódicas con el personal sanitario, las adaptaciones personalizadas a su espacio vital y la utilización de ayudas visuales pueden mejorar considerablemente su calidad de vida.