Cómo buscar y contratar a un conductor

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Por Stephanie Stephens Van, Máster en Humanidades, CLVT

El inconveniente del conductor: una frustración cotidiana

Fotografía de Stephanie Van

Mi esposo y yo somos ciegos legales y estamos criando a dos niños. No tenemos un automóvil. Elegimos vivir en una zona urbana por las ventajas del transporte, pero también nos enfrentamos a los retos de vivir en los suburbios y en ciudades pequeñas.

Familiares y amigos siempre nos recuerdan nuestros problemas de transporte y nos preguntan: “¿Por qué no se mudan de nuevo aquí?” o “¿Por qué no nos visitan más seguido?”. La respuesta es simple: necesitamos un conductor.

La tecnología de asistencia me posicionó más o menos en igualdad de condiciones con mis compañeros videntes. Sin embargo, a pesar de estos impresionantes avances tecnológicos, lo que más me frustra a diario es el estrés y la ansiedad de estar a merced de los sistemas de transporte público.

Conseguir un conductor parece simple. Me parecía simple cuando tenía veinte años. En mi ingenuidad, pensé que sería sencillo. Pero en los últimos treinta años aprendí que no es tan simple.

Las opciones de transporte disminuyeron por falta de financiación. Hay menos personas disponibles que se ofrezcan como conductores. Las instalaciones médicas y las zonas comerciales se extendieron mucho fuera de los límites de la ciudad. La facilidad de movilidad y las opciones de transporte disminuyeron notablemente.

Mis primeras experiencias con conductores: “antes” era mucho más sencillo

Cuando empecé a trabajar como terapeuta de rehabilitación visual (VRT, por su sigla en inglés) ambulante (o en el terreno) en la década de 1980, la agencia privada sin fines de lucro que me contrató me brindó un grupo de conductores voluntarios. El viaje al trabajo estaba resuelto. La necesidad de desplazarse para ir de compras, al médico o a eventos sociales también era menos problemática cuando los taxis eran frecuentes, confiables y complacientes.

Mis compañeros de trabajo y de la iglesia estaban disponibles para conducir cuando fuera necesario. Me aseguré de no pedirle a la misma persona con demasiada frecuencia para que ninguno de los conductores se sintiera “usado o abusado”. La noción de “no volver al mismo pozo” demasiadas veces es un punto importante que no solo se aplica a los conductores, sino también a otras fuentes de apoyo.

A lo largo de los años, la financiación del transporte se redujo de manera constante, junto con las rutas de autobús, los horarios y la flexibilidad del transporte. El sistema sanitario extendió sus especialidades y áreas de pruebas. Ya no había un “punto único de compra”, por así decirlo. Además, mi actual empleador exigía que contratara conductores para mi trabajo en el terreno.

Cómo aprender a encontrar un conductor: lecciones que aprendí y quiero compartir

Todo esto significaba que tenía que aprender diversas maneras eficaces de contratar a los conductores, tanto para mi trabajo como para mi vida personal, a fin de garantizar un medio de transporte confiable y constante. A continuación, encontrará algunas lecciones que aprendí sobre la contratación de un conductor a lo largo del camino:

  • Contemple esta relación como una relación comercial y no como una relación de voluntariado. Realice una descripción del puesto en la que se definan claramente el horario, las tareas y las expectativas. Creo que una descripción así determina que es hábil, competente y tiene el control; también aborda de frente la posible “actitud de lástima” hacia la ceguera.
  • Publicite en todo tipo de lugares. Recurrí a tableros de anuncios de la comunidad, bibliotecas públicas, organizaciones de voluntarios, el Departamento de la Tercera Edad, iglesias, circulares publicitarias e Internet y encontré a mi conductor más confiable a través de Craigslist. Esté dispuesto a pagar tarifas publicitarias si se toma en serio su proyecto.
  • Utilice solo un método de contacto en el anuncio. Utilice solo un número de teléfono o una dirección de correo electrónico. Nunca brinde ambas cosas. Es importante que se mantenga a salvo.
  • Cuanto más contactos tenga, más útil me resultará cuando necesite más conductores en el futuro. Si recibo más de una respuesta, guardo un archivo con los nombres disponibles para no tener que utilizar siempre el mismo conductor. Aprendí que así todos somos más felices a largo plazo, sobre todo cuando surgen emergencias, como llevar el trombón de mi hijo al colegio cuando se lo olvida o entregar un formulario en la consulta del médico.
  • Prepare un formulario de solicitud de conductor para cada candidato. Esto puede ser muy útil si entrevista a varios candidatos, y puede ayudarlo a llevar un registro, incluida la información de contacto si la necesita más adelante. Una solicitud también es favorable si el conductor quiere declarar su pago como ingreso añadido o si deduce los gastos de trabajo y viaje en sus impuestos sobre la renta.
  • La solicitud debe contener, como mínimo, la siguiente información: nombre, dirección, número de teléfono, correo electrónico, referencias, experiencia como conductor, registro de seguridad, cobertura de seguro y disponibilidad.
  • Guarde la solicitud en su computadora portátil o anotador y complétela de manera electrónica cuando se reúna con el candidato. Una vez finalizada la entrevista, imprima la solicitud para que la persona la firme y escanee la solicitud completa en su computadora.
  • No tenga miedo de preguntar por la experiencia como conductor y el registro de seguridad del candidato. Preguntar cuántos accidentes tuvo durante el último año, los últimos cinco años y los últimos diez años le da una buena idea sobre si quiere confiarle su seguridad a esa persona. Cometí el error de viajar con personas que me generaban inseguridad por el mero hecho de “necesitar llegar rápido”, y ningún destino es más importante que la seguridad.
  • Realice entrevistas en persona con los posibles candidatos. Le recomiendo que pida a un amigo o familiar vidente que lo acompañe en la entrevista. Además, es mejor reunirse con el candidato en un lugar público neutral para garantizar su seguridad y proteger su espacio personal. Me reuní con candidatos en diferentes espacios públicos, como restaurantes, parques y en una sala de entrevistas con mi secretaria.
  • Asegúrese de elegir un lugar desde el que usted y su amigo vidente puedan retirarse de manera rápida y sencilla si es necesario. Contar con alguien que pueda ver los detalles que usted puede no oír en la voz de un candidato es, en mi opinión, algo sabio y prudente. Por ejemplo, si lo acompaña una persona vidente puede decirle cómo está arreglada la persona, de la cabeza a los pies. Recuerde que una imagen vale “más que mil palabras”.
  • Prepárese para ofrecer una tarifa plana o por hora. Antes de la entrevista, si sabe lo que puede pagar, ni usted ni su posible conductor tendrán expectativas falsas o poco realistas en cuanto a las finanzas.
  • Sea directo desde el principio. Indique cuánto puede pagar, qué servicios necesita y cuándo los necesitará. Si sus ingresos son limitados, puede ofrecer hacer trueques: hornear un pastel, coser reparaciones o realizar búsquedas en Internet.
  • No está mal despedir a un conductor. Esto es más sencillo cuando se dispone de un acuerdo comercial bien definido. Recuerde que la seguridad siempre es lo principal. Experimenté situaciones en las que me pareció que el conductor no conducía con seguridad, aunque yo no podía ver. Si bien nunca conduje, sé cómo se siente un automóvil al viajar, parar y acelerar. Cuando un automóvil da tumbos hacia delante repetidas veces, acelera para girar de manera brusca a la izquierda más de una vez al día o se para de golpe en los semáforos o cruces, puedo intuir que algo no va bien. Si esto ocurre, confíe en su intuición de que este conductor no es tan seguro como manifestó.
  • No todos los viajes implican una situación comercial. A pesar de mi énfasis en establecer una relación comercial, es posible que sus amigos no tengan problema de conducir. Mi regla general es saber a qué amigo le gusta comprar en ciertas tiendas o zonas y planificar en consecuencia. Por ejemplo, uno de mis amigos es socio de una gran tienda departamental. A otro le gusta comprar en el centro comercial. Cuando sé que voy a necesitar artículos de cualquiera de esos lugares, les pregunto cuándo será su próxima visita. A cambio, los invito a comer, a merendar o les compro algo mientras hago la compra.
  • Sea flexible con sus necesidades personales (en contraposición a las necesidades laborales). Es mejor acostumbrarse a ser paciente y flexible. Tengo una regla simple que les digo a todos los conductores: “Si yo tengo derecho a pedir, usted también tiene derecho a decir que no”. No quiero aprovecharme de nuestra relación laboral. Ser un pasajero considerado es muy importante.
  • Una buena planificación es fundamental. Como en todos los ámbitos, la organización y la planificación son esenciales. Si coordina sus viajes dentro de zonas geográficas y ubicaciones similares, puede ayudar a aprovechar al máximo su tiempo y el del conductor. Paso mucho tiempo utilizando Google Maps y haciendo búsquedas en Internet para localizar dónde están los comercios y las consultas médicas en relación unos con otros. Un dispositivo GPS también puede ayudarlo a planificar con mapas virtuales. Además, aprendí que a veces conseguir esa herramienta en el mercado ABC es imposible hoy mismo y que puede esperar hasta el fin de semana. La vida sigue sin él.

Mentor de pares Empish J. Thomas: Uber revolucionó mi vida

Empish J. Thomas
Empish J. Thomas

Por qué utilizo Uber

Durante el último año, Uber revolucionó mi vida. Fue una excelente alternativa al transporte público, los taxis, la contratación de conductores personales y pedirle ayuda a los amigos. Utilicé Uber para todo tipo de desplazamientos por el área metropolitana de Atlanta, incluidas citas con el médico, reuniones de trabajo, compras en el supermercado, salidas con amigos y noches de cine.

Lo que se le ocurra, Uber me llevó hasta allí. Pero con tanto viaje, Uber puede resultar muy adictivo. ¿La posibilidad de llamar a un conductor en unos 5 o 10 minutos con solo deslizar un dedo por su teléfono inteligente en cualquier momento? Eso es difícil de superar.

Sin embargo, también tiene un costo

Uber puede ser caro, dependiendo de a dónde vaya. Mis viajes oscilaron entre los 5 y los 30 dólares o más, lo que me hizo detenerme y analizar con detenimiento los momentos más importantes para utilizar Uber. Así que si está pensando en utilizar Uber y no está seguro de cuándo utilizar el servicio, echa un vistazo a mis sugerencias.

Por último, sepa que cada situación es particular

Estas son mis experiencias y lecciones de vida personales. Cada persona es diferente. Cada situación es diferente. Cada zona del país es diferente. Tendrá que encontrar sus propias soluciones para satisfacer sus necesidades específicas.

El transporte sigue siendo una prioridad esencial para casi todas las personas no videntes o con visión reducida. A pesar de la tendencia hacia las comunidades autónomas, conozco a muy pocas personas no videntes o con visión reducida que puedan permitirse trasladarse a estas comunidades debido a las elevadas tasas de desempleo entre las personas no videntes.

Mientras tanto, buena suerte al intentar desplazarse y ¡buen viaje!