Las cataratas
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¿Su visión se volvió poco a poco borrosa o tenue, sin dolor ocular perceptible? ¿Los colores parecen apagados o menos vivos que antes? Podría tratarse de cataratas. Una catarata es la opacidad, el endurecimiento y el amarilleamiento progresivos del cristalino, que por lo general es transparente.
Introducción a las cataratas
Las cataratas se producen cuando el cristalino, que por lo general es transparente, se pone turbio, de color amarillo o más duro de forma progresiva. Es la causa principal de pérdida de la visión en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que las cataratas causan el 51 % de los casos de ceguera en el mundo y que más de 20 millones de personas son no videntes debido a ellas. Sin embargo, el 90 % de estos casos de ceguera por cataratas se dan en países en vías de desarrollo.
A fin de entender las cataratas, es necesario comprender las partes del ojo, incluida la ubicación y la función del cristalino, como se muestra en este diagrama del ojo:
El cristalino es un tejido transparente y flexible situado justo detrás del iris y la pupila.
Al igual que la lente de una cámara, el cristalino ayuda a enfocar la luz y las imágenes en la retina, que es el tejido sensible a la luz que recubre la superficie interna del ojo.
Las células nerviosas de la retina convierten la luz que reciben en impulsos eléctricos. El nervio óptico (que es como un cable de televisión) lleva estos impulsos eléctricos al cerebro, que finalmente los interpreta como imágenes visuales.
Al nacer, el cristalino es transparente y muy flexible. El cristalino se vuelve más redondo a fin de enfocar objetos de cerca y más fino (o estirado) con el propósito de enfocar objetos de lejos.
Sin embargo, con el tiempo, empiezan a producirse algunos cambios en el cristalino, por lo general, a partir de los 40 años:
- En primer lugar, el cristalino se vuelve menos flexible, empieza a endurecerse y pierde la capacidad de curvarse con la misma rapidez. Como resultado, se torna difícil enfocar imágenes de cerca (en particular, las impresas) sin la ayuda de lentes bifocales o anteojos de lectura.
- En segundo lugar, el cristalino cambia de a poco de color, al volverse amarillo o marrón y al dejar de ser claro o transparente. Como resultado, la visión adquiere un tinte “amarronado”, lo que dificulta la distinción entre determinados colores, como el azul marino, el marrón y el negro, o el azul, el verde y el morado. Este cambio de color también puede degradar la nitidez de la visión de una persona.
La simulación de pérdida de visión por cataratas
Las cataratas provocan una visión general borrosa. Cuando se padece esta afección, las personas, los objetos y los colores se ven borrosos, turbios y “apagados”. Esta falta de detalle dificulta ver la hora, leer, ver la televisión, ver la comida en un plato y caminar con seguridad en interiores y exteriores. La cirugía suele ser eficaz para eliminar las cataratas. El Instituto Nacional del Ojo proporcionó las siguientes fotografías que muestran la visión de una persona con visión normal comparada con la visión de una persona con cataratas:
Las causas de las cataratas
Existen varias causas de las cataratas; la edad es la más común. Desde los antiguos griegos y romanos, los científicos saben que el cristalino madura con el tiempo. A medida que envejecemos, el cristalino cambia de color, densidad y claridad por diversas razones, entre ellas el daño oxidativo. Además del proceso de envejecimiento, algunas de las siguientes causas también pueden provocar cataratas:
- La medicación: el uso prolongado de corticosteroides como la prednisona se relaciona con el desarrollo de las cataratas.
- Las lesiones físicas o el traumatismo: un golpe en el ojo, un corte o un pinchazo, quemaduras químicas o descargas eléctricas pueden acelerar el enturbiamiento del cristalino.
- La radiación: La exposición prolongada a la radiación ultravioleta del sol (tanto UVA como UVB) puede acelerar la formación de las cataratas. La radiación que se utiliza para tratar ciertos tipos de cáncer de cabeza y cuello también puede provocar la aparición de cataratas.
- La mala alimentación: se demostró que las dietas deficientes en antioxidantes, como el betacaroteno (vitamina A), el selenio y las vitaminas C y E, aumentan la progresión de las cataratas.
- Fumar y el tabaquismo pasivo: los fumadores de 20 cigarrillos o más al día tienen el doble de riesgo de desarrollar cataratas que los no fumadores.
- Las enfermedades sistémicas, como la diabetes y la retinopatía diabética.
- Enfermedades oculares, como la uveítis, que es un proceso inflamatorio que afecta al interior del ojo.
- Las cataratas también pueden ser hereditarias o congénitas (de nacimiento).
Los cambios visuales que afectan al funcionamiento diario
El endurecimiento, el amarilleamiento y el enturbiamiento del cristalino causados por una catarata pueden provocar los siguientes cambios en la visión que afectan al funcionamiento diario:
La visión borrosa o turbia
- Esta falta de detalle dificulta ver la hora, leer, ver la televisión, ver la comida en un plato y caminar con seguridad en interiores y exteriores, ya que la percepción de la profundidad también puede verse afectada. Algunas personas con cataratas describen el efecto como si miraran a través de una ventana empañada y manchada de suciedad.
- Se presenta una dificultad para leer la letra normal y una necesidad de una luz más brillante a fin de realizar tareas puntuales. Sin embargo, como este cambio se produce de manera gradual, la mayoría de las personas no son conscientes de que sus necesidades de iluminación pueden haber cambiado con el tiempo.
- Los cambios frecuentes de anteojos recetados o lentes de contacto.
- El desarrollo o empeoramiento de la miopía
La capacidad reducida para diferenciar colores
- Ver un objeto con claridad sobre un fondo del mismo color, como una silla marrón sobre una alfombra oscura, se vuelve más complejo y requiere aumentar el contraste del fondo para que destaque.
- Esto también afecta a la percepción de la profundidad, como determinar la altura de un escalón o un cordón o la profundidad de una bañera.
- La percepción reducida de los colores puede dificultar la distinción entre calcetines marrones y azules.
Los problemas que conlleva el resplandor
- Puede resultar difícil ver cuando se está en un entorno con una luz muy intensa. Aunque necesitamos más luz a medida que envejecemos, un exceso de luz también puede causar problemas. La luz solar brillante del exterior o la luz reflejada de un pasillo con suelos muy pulidos pueden dificultar ver de manera clara, ya que un exceso de luz también puede producir resplandor, lo que puede interferir en la visión del entorno.
- La gente tiende a notar dificultades en la conducción nocturna debido al resplandor de las luces de vehículos que se aproximan.
- La dificultad para ver de noche.
- Ver “halos” alrededor de las luces, en especial, de noche.
- Visión doble (diplopía) o ver un “fantasma” cuando se utiliza el ojo afectado. La visión doble también puede ser un signo de una afección neurológica grave y un médico debe evaluarla.
Por la Dra. Tina D. Turner
Actualizado por la Dra. Sefy Paulose, marzo de 2022
¿Cómo se desempeñará mi hijo con cataratas?
Es posible que descubra que su hijo tiene dificultades para reconocer caras y expresiones faciales, ver información de lejos, identificar imágenes pequeñas o letras en papel, o viajar con seguridad. Si ese es el caso, su hijo puede beneficiarse del entrenamiento en movilidad con un especialista, del aumento de contraste en el entorno, del aumento del contraste de la letra impresa mediante el uso de un circuito cerrado de televisión (CCTV, por su sigla en inglés) o de un software a fin de ampliar la pantalla y del aumento de la iluminación de la habitación y de la iluminación focalizada. Su hijo también puede beneficiarse de la tecnología de asistencia para de escribir, leer, utilizar la computadora y acceder a la información con mayor facilidad, así como de técnicas y adaptaciones adicionales a fin de realizar actividades con visión limitada.
Además, su hijo puede sentir molestias y su visión puede empeorar con las luces brillantes y presentar dificultad para ver en ambientes poco iluminados. Lo mejor es que utilice lentes de sol y sombreros durante los desplazamientos diurnos, el tiempo libre o el trabajo. Un visor nocturno infrarrojo puede ayudar en los desplazamientos nocturnos.
Artículo actualizado por la Dra. Sefy Paulose, marzo de 2022
El tratamiento: la extirpación quirúrgica
La solución permanente para las cataratas es extirparlas de manera quirúrgica. No se demostró que ningún medicamento ni ningún colirio puedan revertir la formación de las cataratas. Sin embargo, el médico puede determinar si cambiar la graduación de los anteojos lo ayudará a obtener una visión mejor. Esto se debe a que las cataratas pueden causar miopía. El único tratamiento de las cataratas es la extirpación quirúrgica del cristalino.
¿Cuándo extirpar las cataratas?
La mayoría de las cataratas relacionadas con la edad son una parte normal del envejecimiento, por lo que el simple hecho de “tener” cataratas no significa que deban extirparse. Muchas personas con cataratas no presentan ningún síntoma en la vista. Si le dicen que tiene cataratas, pero no interfieren en sus actividades cotidianas ni le impiden llevar una vida activa y productiva, es probable que el médico le diga que las cataratas pueden controlarse. Sin embargo, si experimenta dificultades para leer, un resplandor incapacitante al conducir o dificultades para realizar las actividades cotidianas, tal vez llegó el momento de plantearse la cirugía de cataratas. En resumen, el momento adecuado para extirpar una catarata depende de los síntomas del paciente. Sin embargo, si una persona tiene cataratas en ambos ojos que requieran intervenciones quirúrgicas, por lo general, se realizan con algunas semanas de diferencia. No se recomienda la cirugía de cataratas en ambos ojos al mismo tiempo porque existe la posibilidad de complicaciones que afecten a ambos ojos; la más preocupante es la infección.
Profesor John Hull (1935-2015), autor de Ver en la oscuridad: la experiencia de la ceguera
El difunto profesor John Hull fue el autor de Ver en la oscuridad: la experiencia de la ceguera, sus apasionantes memorias que documentan el proceso de volverse no vidente. Como joven profesor universitario a principios de la década de los 60, Hull se había adaptado a las cataratas y a los primeros signos de desprendimiento de la retina provocados por numerosas intervenciones quirúrgicas. Hull escribe, “Durante los primeros años después de registrarme como no vidente no era, en efecto, una persona no vidente. Era una persona vidente que no podía ver. Es una gran diferencia. No fue hasta que la sensación de luz desapareció por completo y supe que no había vuelta atrás cuando dije: ‘Tengo que intentar comprender la ceguera; de lo contrario, destruirá mi vida’”. Obtenga más información sobre las formas de encontrar apoyo emocional para usted y sus familiares tras un diagnóstico de pérdida de la visión:
¿Cuánto deben evolucionar las cataratas antes de someterse a una intervención quirúrgica?
No es necesario que las cataratas estén “maduras” para que puedan extirparse. En el pasado, el cristalino no podía extraerse con seguridad del ojo a menos que se encontrara en una fase de desarrollo avanzada. Gracias a los avances modernos en cirugía de cataratas, el cristalino puede extirparse del ojo en cualquier fase de desarrollo.
La decisión del paciente
Es importante comprender que el paciente debe y tiene que decidir si quiere someterse a una operación de cataratas. El médico es responsable de educar a los pacientes y darles los conocimientos que necesitan a fin de tomar una decisión independiente y bien informada sobre el tratamiento de las cataratas.
La anestesia y la medicación
Por lo general, la cirugía de cataratas se realiza con anestesia tópica. Para ello, se administra un fuerte medicamento anestésico en el ojo. Suele acompañarse de medicación intravenosa en el brazo del paciente a fin de ayudarlo a sentirse relajado y cómodo. Esta es la forma menos arriesgada de anestesia, y la mayoría de los pacientes evolucionan muy bien con anestesia tópica y algo de sedación intravenosa. A veces, se inyecta medicación alrededor de la cuenca ocular para adormecer el ojo y paralizar el movimiento de los ojos y los párpados. Sin embargo, estas inyecciones conllevan su propio riesgo y se utilizan con menos frecuencia.
La anestesia general
A veces, puede ser necesaria la anestesia general. Dado que la cirugía de cataratas se realiza con anestesia tópica y requiere el conocimiento y la cooperación del paciente, por lo común, se requiere anestesia general para niños, pacientes con retrasos en el desarrollo y pacientes con demencia. Durante la cirugía de cataratas, los pacientes deben permanecer tumbados e inmóviles; por ello, los pacientes con trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson o el síndrome de piernas inquietas, también pueden requerir anestesia general. Los pacientes que presentan dificultades para respirar tumbados o que padecen dolores o trastornos de espalda o cuello que les impiden estar cómodos tumbados también pueden necesitar anestesia general para la cirugía de cataratas.
Analice las opciones
Tras decidir someterse a una cirugía de cataratas, el paciente y el médico deben discutir las opciones a fin de corregir la visión después de la cirugía. Las lentes artificiales, que se implantan en el ojo durante la cirugía de cataratas con el propósito de sustituir al cristalino que se extrae, pueden restablecer la claridad de la visión y, en algunos casos (aunque no en todos), reducir la necesidad de utilizar anteojos correctores tras la intervención. El cirujano tomará medidas oculares especiales antes de la intervención, como la longitud del ojo y la curvatura de la córnea, a fin de determinar la potencia que debe tener la lente artificial. La cirugía de cataratas puede reducir la dependencia de los anteojos y, en ocasiones, eliminar la necesidad de utilizarlas tras la intervención. Sin embargo, algunos pacientes todavía necesitarán anteojos con el objetivo de corregir la visión de lejos o de lectura a 20/20.
La mayoría de las cataratas son tratables. La cirugía de cataratas es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes en Estados Unidos, y al rededor del 98 % de los pacientes experimentan una mejoría de la visión si no presentan otras afecciones oculares.
Se realizan dos incisiones muy pequeñas (una más grande, de unos tres milímetros y otra más pequeña, de un milímetro) en la córnea, que es el tejido transparente en forma de cúpula que cubre la parte frontal del ojo. Se inyecta un material viscoso (espeso, pegajoso, similar al pegamento) en la parte frontal del ojo a fin de ayudar a mantener su forma durante la intervención. Este material viscoso se genera a partir de sustancias que se encuentran de forma natural en el organismo. Al ser espeso, este material no se filtrará por las incisiones durante la cirugía.
La facoemulsificación se introdujo hace más de 40 años y, en la actualidad, es el método quirúrgico más utilizado a fin de eliminar las cataratas. El cirujano crea una abertura en la “bolsa” natural que mantiene al cristalino en su sitio, denominada cápsula del cristalino. El cristalino se separa de la cápsula del cristalino al utilizar una solución salina equilibrada.
Una vez que la cápsula esté abierta y el cristalino pueda moverse de forma libre en su interior, se utiliza un aparato especial de ultrasonido a fin de romper el cristalino en pequeños trozos y aspirarlo fuera del ojo. Esta técnica se denomina facoemulsificación.
Antes del desarrollo de la facoemulsificación, el cristalino solía extraerse en una pieza sólida a través de una incisión muy grande (de 8 a 12 milímetros). Esa cirugía implicaba un riesgo mucho mayor y tenía un periodo de recuperación bastante más largo.
Una vez extraído el cristalino, se inyecta material viscoso adicional en la cápsula a fin de mantenerla abierta y hacer sitio al cristalino artificial nuevo. La lente artificial plegada se introduce en la “bolsa” o cápsula, lo que permite que se despliegue. Se quita el material viscoso que mantenía la forma del ojo durante la cirugía. Las dos incisiones suelen cerrarse solas y no requieren puntos de sutura.
El láser de femtosegundo para cirugía de cataratas o cirugía de cataratas asistida por láser
Los láseres de femtosegundo se utilizan en las cirugías oftálmicas desde 2001, y a finales de la década de 2000 se empezó a trabajar sobre su uso en la cirugía de cataratas. En 2008 en Hungría se realizó la primera operación de cataratas asistida por láser. Tras obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), en 2010 se realizó en Estados Unidos la primera operación de cataratas asistida por láser. Desde entonces, ganó aceptación y popularidad.
El láser no sustituye a la cirugía manual de cataratas. Como se indicó, el láser “ayuda” en esta cirugía, pero la facoemulsificación todavía se realiza a fin de extirpar las cataratas.
- las incisiones corneales;
- la apertura de la cápsula que contiene la catarata;
- el corte inicial de las cataratas en trozos más pequeños.
Realiza estos tres pasos con una precisión increíble, y este aspecto demuestra que es superior a la técnica actual en la que el cirujano realiza estos pasos de forma manual. El láser también puede utilizarse con el objetivo de realizar incisiones en la córnea a fin de tratar determinados tipos y grados de astigmatismo.
Se necesitan más datos y estudios bien planificados a fin de demostrar que este método se asocia a mejores resultados y menos complicaciones que la facoemulsificación sola, es por eso que se avanza mucho en este campo.
Dado que los seguros no cubren el costo de la cirugía de cataratas asistida por láser, los pacientes deben contribuir con un desembolso considerable. Es importante que analice con el médico el tipo de intervención que más le convenga.
¿Cuánto dura la recuperación tras la operación de cataratas?
Algunos pacientes ven muy bien al día siguiente de la operación de cataratas. Otros pacientes ven bien a los pocos días de la intervención; otros pueden necesitar un mes entero para alcanzar la máxima mejoría visual.
La primera semana después de la operación
Durante la primera semana después de la operación, suele recomendarse que el paciente mantenga el ojo cubierto en todo momento, ya sea con anteojos o con un protector ocular, a fin de protegerlo de golpes o roces. Una pequeña presión puede causar que la incisión se abra, y proteger el ojo lo evita.
Además, se recomienda que el paciente se abstenga de (a) agacharse con la cabeza por debajo de la cintura, (b) levantar más de 5 kilos (10 libras) y (c) hacer esfuerzos (en el retrete, por ejemplo) hasta el punto de contener la respiración. Estas actividades aumentan la presión intraocular y pueden causar que la incisión se abra.
Los colirios antibióticos y antiinflamatorios se utilizan semanas después de la cirugía de cataratas a fin de ayudar a prevenir la infección y a controlar la inflamación.
Las cataratas no pueden reaparecer tras la cirugía
Esto se debe a que la cirugía de cataratas elimina de forma permanente al cristalino y coloca una lente artificial en el ojo. A diferencia de las lentes naturales, estas lentes artificiales no se endurecen, amarillean ni enturbian con el tiempo. Sin embargo, la cápsula del cristalino, la pequeña “bolsa” o membrana que una vez rodeó al cristalino natural y lo mantuvo en su sitio, puede cambiar.
La opacificación capsular
La cápsula del cristalino es como la cáscara que recubre a los M&M de cacahuate. Con el tiempo, es probable que desarrolle una pequeña membrana, que puede parecer la opacidad de la propia lente artificial. Es lo que se denomina opacificación capsular, que se desarrolla en aproximadamente el 25 % de los pacientes tras la cirugía de cataratas. Si esto ocurre, el paciente puede presentar síntomas similares a los de una catarata, como la visión borrosa o turbia, la dificultad para leer letra normal y la sensibilidad a las luces brillantes y al resplandor. La opacificación capsular posterior se trata con láser a fin de crear una abertura en el centro de esa membrana que permita la entrada de luz en el ojo. El procedimiento es indoloro, requiere menos de cinco minutos y suele realizarse en la consulta del médico.