Degeneración macular asociada a la edad (AMD) húmeda y seca
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¿Tiene visión borrosa o un punto ciego en el centro de la vista? ¿Ve zonas borrosas en una página impresa? ¿Parecen onduladas algunas líneas rectas? ¿Hay espacios o zonas oscuras en el centro de su visión? Podría tratarse de la degeneración macular asociada a la edad.
La degeneración macular asociada a la edad (AMD, por su sigla en inglés) es un deterioro gradual, progresivo e indoloro de la mácula, que es la pequeña zona situada en el centro de la retina que nos proporciona una visión detallada. Por eso, una persona con pérdida de visión por degeneración macular puede tener problemas para leer el correo o el periódico, pero no para detectar un objeto a un lado o mientras camina, incluso en lugares desconocidos.
Esta capacidad de ver todo lo que hay alrededor en una habitación, pero no en lo que se enfoca, confunde a los demás. Esto se debe en parte a que consideramos la visión como una dicotomía entre visión plena y ceguera.
Las personas con degeneración macular asociada a la edad están “en el medio”. Puede que no tengan visión plena, pero tampoco son no videntes, ni nunca lo serán por la AMD. Tienen visión reducida, o una descripción aún mejor es la de “dificultades en la visión”, término acuñado por la difunta Dra. Lorraine Marchi, directora fundadora de la antigua Asociación Nacional para Discapacitados Visuales. Al igual que el conocido término “discapacidades auditivas”, suena más manejable y preciso.
Síntomas de la AMD
Es probable que su oftalmólogo detecte signos de degeneración macular antes de que usted sea consciente de la pérdida de visión. Cuando se empieza a experimentar pérdida de visión por degeneración macular asociada a la edad, los síntomas pueden incluir:
- Visión borrosa o “difusa”.
- Las líneas rectas, como las oraciones en una página, aparecen onduladas o distorsionadas.
- Zonas borrosas en una página impresa.
- Dificultad para leer o ver detalles con poca luz.
- Mayor sensibilidad al resplandor.
Simulación de la pérdida de visión por AMD
Estas son algunas simulaciones de cómo verían diversas escenas las personas con pérdida de visión por degeneración macular asociada a la edad. Fueron creadas por David J. Marmor, MFA y Michael F. Marmor, MD, y publicadas en Archives of Ophthalmology, 2010; 128:117-125. Utilizada con autorización. La imagen superior muestra la foto que tomaría una cámara; la imagen del medio muestra lo que vería alguien con visión plena (ya que sólo vemos con claridad en el centro de nuestra visión, lo que miramos directamente). La imagen inferior muestra cómo lo vería alguien con pérdida de visión por degeneración macular asociada a la edad.
Para ayudar a familiares y amigos a comprender mejor los efectos visuales y funcionales de la degeneración macular asociada a la edad, Macular Degeneration Support ha creado otra galería de simulaciones en línea, Through Our Eyes: How People with AMD See.
Por Lylas G. Mogk, M.D., editado por Sefy Paulose, M.D., marzo de 2022
Factores de riesgo de la AMD
Para reducir el riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad o disminuir la velocidad de progresión si ya la padece, puede adoptar las siguientes medidas:
- No fume y, si fuma, intente dejar de hacerlo.
- Coma verduras de hoja verde oscura. Estas verduras (como la col rizada, las espinacas y el repollo) contienen luteína, una sustancia que neutraliza los radicales libres que, de otro modo, dañarían la mácula. Es posible que su médico le recomiende un suplemento de luteína si toma Coumadin y no puede comer estas verduras por su contenido en vitamina K.
- Siga una dieta rica en ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, el aceite de pescado, las semillas de lino y algunos frutos secos. Los ácidos grasos omega-3 reducen la inflamación.
- Controle su presión arterial y los niveles de colesterol.
- Haga ejercicio con regularidad y mantenga un peso bajo.
Los cuatro factores de riesgo que no podemos controlar
- Edad avanzada: Aunque la AMD puede aparecer antes, los estudios indican que las personas mayores de 60 años corren mayor riesgo que las más jóvenes. Este riesgo se multiplica por más de tres en los pacientes mayores de 75 años en comparación con el grupo de pacientes de entre 65 y 74 años (Beaver Dam Eye Study).
- Raza: Las personas caucásicas tienen muchas más probabilidades de perder visión por degeneración macular asociada a la edad que cualquier otro grupo racial.
- Una variante genética que regula la inflamación: Aunque no todos los tipos de degeneración macular son hereditarios, existen genes específicos que están estrechamente relacionados con el riesgo de degeneración macular asociada a la edad, y la predisposición genética puede explicar la mitad de los casos de AMD en este país.
- Antecedentes familiares: Los estudios indican que sus probabilidades de desarrollar degeneración macular asociada a la edad son de tres a cuatro veces mayores si tiene padres, hijos o hermanos que la padezcan.
Existen dos tipos de AMD: seca (atrófica) y húmeda (neovascular o exudativa). La mayoría de las AMD comienzan siendo de tipo seco y pueden evolucionar a un tipo húmedo en un 10-20 % de las personas. La degeneración macular asociada a la edad suele ser bilateral (es decir, se produce en ambos ojos), pero no progresa necesariamente al mismo ritmo en ambos ojos. Por lo tanto, es posible experimentar el tipo húmedo en un ojo y seco en el otro.
¿Qué es la degeneración macular seca?
El tipo seco (atrófico) afecta aproximadamente al 80-90 % de las personas con AMD. La AMD seca tiende a progresar más lentamente que la húmeda y aún no existe un tratamiento o cura aprobados. En la degeneración macular seca asociada a la edad, se forman pequeños depósitos blancos o amarillentos, denominados drusas, en la retina, bajo la mácula, que provocan su deterioro o degeneración con el paso del tiempo.
Las drusas son el sello distintivo de la AMD seca. Estos pequeños depósitos amarillos bajo la retina son una acumulación de materiales de desecho, como colesterol, proteínas y grasas. Normalmente, cuando las drusas se forman por primera vez, no causan ninguna pérdida de visión. Sin embargo, constituyen un factor de riesgo de progresión hacia la pérdida de la vista.
Puede obtener más información sobre los tratamientos disponibles para la degeneración macular seca.
¿Qué es la degeneración macular húmeda?
El tipo húmedo/neovascular afecta aproximadamente al 10-15 % de las personas con degeneración macular asociada a la edad, pero representa aproximadamente el 90 % de todos los casos de pérdida grave de visión por la enfermedad. La AMD húmeda tiende a progresar rápidamente y provoca una pérdida grave de la visión central. De este modo, la degeneración de la mácula hace que la retina cree una proteína llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por su sigla en inglés). La retina la genera para protegerse y crear nuevos vasos sanguíneos. Sin embargo, este intento es inútil, ya que esos nuevos vasos sanguíneos son anormales. En la AMD húmeda, estos vasos sanguíneos anormales tienden a romperse, sangrar y perder líquido, lo que provoca daños en la mácula. Al cabo de un tiempo, una cicatriz recubrirá toda la mácula, lo que causará una grave pérdida de visión central.
Barbara Beskind (91 años), diseñadora tecnológica de Silicon Valley
Barbara Beskind tiene 91 años, fue terapeuta ocupacional, padece degeneración macular y es diseñadora en IDEO, una empresa tecnológica de Silicon Valley.
Este fue su consejo para las millones de personas mayores de Estados Unidos que sufren pérdida de visión relacionada con la edad: “Cuanto más adaptable, organizado y autodisciplinado haya sido durante su vida, mejor podrá adaptarse a sus necesidades a medida que surjan. Al envejecer, tenemos que esperar el cambio y aceptarlo”.
Obtenga más información sobre cómo adaptar su casa en función de los principios de diseño de Barbara:
¿Cómo se diagnostica la AMD?
Dado que es posible que no note ningún signo de degeneración macular asociada a la edad, la mejor forma de proteger su vista de la AMD es hacerse revisiones oftalmológicas periódicas cada año. Durante este examen, un oftalmólogo u optometrista podrá evaluar la salud de su retina e identificar cualquier signo de AMD mediante un examen médico ocular completo. Lo siguiente puede ayudarlos a reconocer la AMD:
- Evaluarán su estado general de salud y tendrán en cuenta factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión y la obesidad.
- Probarán su agudeza visual para medir la nitidez y claridad de su visión de cerca y de lejos.
- Le harán pruebas de visión con distintas lentes, a menudo utilizando una máquina llamada foróptero, para determinar si las gafas o lentes de contacto normales pueden mejorar o corregir su visión.
- Evaluarán su campo visual.
- Le examinarán el segmento anterior del ojo, incluidos la córnea, la pupila, el iris, el cristalino y la estructura de drenaje acuoso, mediante el uso de un microscopio especial llamado lámpara de hendidura.
- Le realizarán un examen ocular con dilatación de pupila para evaluar su retina y detectar cualquier signo de AMD.
- Le harán una prueba de imagen no invasiva denominada tomografía de coherencia óptica (OCT, por su sigla en inglés).
Control de los cambios en la visión
Una vez diagnosticada la degeneración macular asociada a la edad, es posible que su oftalmólogo le entregue una rejilla de Amsler para que la utilice en casa como sistema de alerta temprana de cambios en la degeneración macular asociada a la edad, en particular un cambio de AMD seca a húmeda. Esta cuadrícula en blanco y negro parece un papel cuadriculado con un pequeño punto negro en el centro. La mácula es especialmente sensible a las líneas horizontales y verticales; por lo tanto, puede notarse ondulación, distorsión o ausencia de líneas en la cuadrícula antes de que se produzca un cambio en la agudeza visual.
Rejilla de Amsler con visión normal.
Rejilla de Amsler con AMD.
Recuerde: La detección temprana de cambios en la visión implica un tratamiento a tiempo que puede salvarle la vista. Para obtener más información, vea este video de la American Academy of Ophthalmology sobre cómo utilizar una rejilla de Amsler.
¿Qué tratamientos existen para la degeneración macular seca?
En la degeneración macular seca asociada a la edad, se forman pequeños depósitos blancos o amarillentos, denominados drusas, en la retina, bajo la mácula, que provocan su deterioro o degeneración con el paso del tiempo. No existe un tratamiento de base para la AMD seca. Sin embargo, dependiendo de la fase en que se encuentre la AMD seca, tomar un determinado suplemento puede ayudar a ralentizar su progresión.
AREDS2
Este suplemento se llama AREDS2. Los estudios han descubierto que la siguiente formulación puede ayudar a disminuir la progresión de la AMD seca: 500 miligramos (mg) de vitamina C, 400 unidades internacionales de vitamina E, 80 mg de zinc en forma de óxido de zinc, 2 mg de cobre en forma de óxido cúprico (para evitar la anemia con un consumo elevado de zinc), 10 mg de luteína y 2 mg de zeaxantina. No obstante, consulte a su médico antes de tomar este suplemento, ya que el ensayo clínico AREDS2 no ha demostrado ningún beneficio para las fases leves de la AMD.
Factores de riesgo modificables
Los estudios sugieren que los factores de riesgo modificables pueden ayudar a ralentizar la progresión de la AMD o evitar que empeore. El factor de riesgo modificable más estudiado y probado es el tabaquismo. Los estudios han demostrado que los fumadores tienen un mayor riesgo de padecer AMD seca que los no fumadores. Además, los exfumadores tienen menos riesgo de padecer AMD seca que aquellos que sigan haciéndolo. Dejar de fumar ayudará a prevenir la progresión de la AMD seca.
Ciertos vegetales contienen luteína, que protege la mácula de daños mayores. Así, los estudios han demostrado que hay que aumentar la cantidad de alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas frescas y las verduras de hoja verde oscura (por ejemplo, col rizada, repollo y espinacas). En otros estudios también se sugiere consumir pescados grasos para reducir la gravedad de la AMD seca, ya que estos pescados tienen un alto contenido en ácidos grasos omega-3, que ayudan a disminuir la inflamación.
La obesidad y la hipertensión no controlada son dos factores de riesgo conocidos que empeoran la progresión de la AMD. Por ello, haga ejercicio de forma regular y continúe luchando contra la obesidad y la hipertensión con su médico de cabecera.
¿Qué tratamientos existen para la degeneración macular húmeda?
En la degeneración macular asociada a la edad (AMD) húmeda (neovascular/exudativa), se desarrollan vasos sanguíneos anormales bajo la mácula que se rompen, sangran y pierden líquido. Esto daña la mácula y, si no se trata, puede provocar una pérdida rápida y grave de la visión central.
El factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) como objetivo
Los tratamientos más eficaces hasta la fecha para la AMD húmeda son los medicamentos dirigidos contra la proteína que provoca la formación de los vasos sanguíneos anormales y el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), una proteína que produce la retina dañada y que provoca la formación de vasos sanguíneos anormales. Sin embargo, estos vasos sanguíneos dañan más el ojo al agravar la inflamación y las hemorragias, y pueden provocar cicatrices que tiren de la retina y causar su desprendimiento.
Inyecciones
En estos casos, su médico puede tratarlo con una inyección de medicamento contra el VEGF. Los medicamentos contra el VEGF bloquean el VEGF, lo que impide el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el ojo. Aunque la función principal de las inyecciones contra el VEGF es evitar que su visión empeore, este medicamento puede, a veces, mejorarla. Su oftalmólogo puede recetarle tres medicamentos contra el VEGF: Avastin, Lucentis y Eylea.
Láser
En algunos casos de AMD húmeda muy agresiva, el médico también puede recomendar un tratamiento con láser denominado terapia fotodinámica (láser frío). El objetivo con este láser es ralentizar la progresión. Aunque este láser no evita una pérdida de visión significativa, puede utilizarse en algunos casos poco frecuentes de AMD exudativa.
Cirugía
Si sigue habiendo riesgo de que empeore la AMD húmeda, el médico puede sugerir un tratamiento quirúrgico. Sin embargo, estos procedimientos quirúrgicos se desarrollaron antes de la invención de los tratamientos contra el VEGF. En la mayoría de los casos, estas cirugías se utilizan rara vez.
Por Lylas G. Mogk, M.D., actualizado por Sefy Paulose, M.D., marzo de 2022
Ensayos clínicos para la degeneración macular
Para recibir la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) de los EE. UU., un nuevo medicamento o tratamiento debe demostrar su seguridad y eficacia al pasar por una rigurosa serie de estudios controlados e imparciales. Para evitar sesgos, ni el paciente ni los examinadores pueden saber qué pacientes recibieron el tratamiento real ni cuáles fueron los pacientes no tratados (o de “control”).
Estos estudios se denominan de “doble ciego” o con “enmascaramiento doble” y suelen arrojar los resultados más fiables. Se codifica la medicación y se asigna aleatoriamente los pacientes al grupo de tratamiento o al de control. Una vez concluido el estudio, se revela el código y entonces es posible determinar quién recibió el fármaco real y quién recibió la sustancia inactiva o placebo.
Según la definición de los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU., la mayoría de los ensayos clínicos se designan como de fase I, II o III, en función de las preguntas que el estudio pretenda responder:
- En los ensayos clínicos de fase I, los investigadores prueban por primera vez un nuevo fármaco o tratamiento en un grupo reducido de personas (20-80) para evaluar su seguridad, determinar un intervalo de dosis seguro y eficaz e identificar posibles efectos secundarios.
- En los ensayos clínicos de fase II, el fármaco o tratamiento en estudio se administra a un grupo más amplio de personas (100-300) para determinar su eficacia y evaluar más a fondo su seguridad.
- En los estudios de fase III, el fármaco o tratamiento del estudio se administra a grupos aún mayores de personas (1000-3000) para confirmar su eficacia, controlar los efectos secundarios, compararlo con tratamientos de uso común y recopilar información que permita utilizar el fármaco o tratamiento de forma segura.
- En los estudios de fase IV, luego de que la Administración de Alimentos y Medicamentos haya aprobado el fármaco, los estudios continuados determinarán información adicional, como los riesgos, efectos secundarios, beneficios y uso óptimo del fármaco.
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