Rompiendo barreras: cómo la APH y la Red Nacional de Braille en Prisiones proporcionan materiales en braille
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La Red Nacional de Braille en Prisiones (NPBN, por su sigla en inglés) es un recurso nacional dedicado a proporcionar materiales en braille con el apoyo de funcionarios de prisiones y reclusos. Su objetivo es romper barreras y capacitar a los reclusos para que puedan contribuir a la sociedad mediante la entrega de material educativo en braille a niños, jóvenes y estudiantes universitarios no videntes o con visión reducida. Con la ayuda de la Imprenta Americana para Ciegos (APH, por su sigla en inglés), la NPBN ha dado pasos importantes para garantizar que los niños tengan acceso a material educativo de calidad.
Esta notable iniciativa permite a los reclusos convertirse en valiosos contribuyentes para sus comunidades y fomenta un entorno en el que la búsqueda del conocimiento no conoce fronteras. Se trata de cómo la transcripción en braille, realizada por reclusos, está cambiando vidas y forjando el futuro del mañana.
La importancia y la gran demanda de la transcripción en braille
Para las personas no videntes o con visión reducida, el braille no implica solo la alfabetización, sino que es la puerta hacia la educación, la independencia y la autonomía. Desafortunadamente, el tiempo y los costos pueden ser un obstáculo para quienes necesitan transcribir material educativo. El NPBN ha hecho posible la creación de un programa voluntario para que los reclusos reciban formación que los ayude a abordar esta cuestión. Con más de 46 programas de braille en prisiones que funcionan actualmente en Estados Unidos, los reclusos pueden realizar transcripciones, gofrados y correcciones en braille, lo que permite a los alumnos acceder a libros de texto y gráficos táctiles.
El aprendizaje del braille
Transcribir en braille en las prisiones requiere un proceso bien estructurado para garantizar la precisión y la calidad. Los reclusos que participan en un programa de braille en prisiones reciben una formación exhaustiva por parte del Servicio Nacional de Bibliotecas (NLS, por su sigla en inglés) de la Biblioteca del Congreso, para personas no videntes y con discapacidades físicas. Este curso puede reforzarse con un instructor certificado de braille para responder preguntas y proporcionar apoyo. Aprender braille puede llevar hasta seis meses o más. Una vez finalizado el curso, si el participante aprueba el manuscrito que presentó, obtendrá el certificado de transcripción literaria.
La transcripción de libros de texto en braille plantea dificultades debido a la complejidad de su contenido. Consiste en transcribir términos técnicos, diagramas y ecuaciones matemáticas que requieren conceptos adicionales en braille. Estos materiales didácticos exigen una mayor colaboración entre las organizaciones nacionales que brindan formación y certificación matemática y técnica, así como formación gráfica táctil. Todas las asignaturas desde el preescolar al 12.o grado (K-12) se imparten en braille según las necesidades.
Superar las limitaciones
La NPBN y la APH tienen la misión de formar a los reclusos con habilidades únicas y atractivas para el mercado laboral que trasciendan los muros de la prisión. La APH y la NPBN han sido testigos de numerosas historias de éxito de personas cuya participación en programas de braille en prisiones tuvo un impacto positivo. Los antiguos participantes de la NPBN se han reinsertado con éxito en la sociedad, gracias a las habilidades que adquirieron durante su participación en los programas de braille en la prisión. Algunas personas se han dedicado a la transcripción en braille como contratistas de APH y otras organizaciones. Son líderes en nuestro campo, forman parte de comités y consejos de organizaciones de desarrollo profesional y realizan talleres de braille y gráficos táctiles. La Asociación Nacional de Braille acaba de elegir y tomar juramento como presidente a un ex convicto.
Aprender braille para transcribir materiales didácticos no es el final de la transformación. Los reclusos adquieren un sentido de propósito y logro con la oportunidad de tener un impacto positivo. También adquieren valiosos conocimientos empresariales que les permiten crear su propia empresa al reinsertarse en la sociedad. Aquellos que continúan una vez en libertad reciben apoyo con los materiales necesarios para seguir transcribiendo en colaboración con APH.
Para muchas personas no videntes o con visión reducida, el acceso a materiales en braille y con letra grande puede ser todo un desafío. Muchos pueden tener limitaciones de costos o de tiempo o a la necesidad de contar con un transcriptor de braille para proporcionar materiales didácticos en braille. Para compensar esta deficiencia, la NPBN proporciona libros de texto en braille de calidad y el material didáctico necesario de forma oportuna y rentable. A medida que los niños pequeños exploran sus pasiones por el álgebra, la Grecia antigua o la astronomía, brindarles gráficos táctiles y materiales en braille mejorará su exploración. La NPBN les permite a los alumnos acceder a la educación de la misma manera que sus compañeros videntes, sin barreras.
Los alumnos que reciben materiales en braille reciben mucho más que solo un libro. Ese único libro puede abrir la puerta a nuevas pasiones, nuevas preguntas e inquietudes. Puede permitirles participar en debates, adquirir confianza para hacer preguntas, desarrollar la empatía y la comprensión hacia alguien de otra época o viajar a otro lugar. El acceso a la educación permite a cada niño/a la capacidad de explorar, esperar y soñar más allá del aula.
Abrir puertas
El impacto de la NPBN es innegable. Sigue transformando la vida de reclusos y alumnos. También fortalece las comunidades. La Red Nacional de Braille en Prisiones no se limita a proporcionar servicios en braille. Se trata de transformar vidas, un punto, un libro, un gráfico táctil en cada oportunidad. Juntos, podemos seguir rompiendo barreras y abriendo puertas hacia un futuro mejor para todos.
Video de NPBN