¿En qué se diferencia el aprendizaje de los niños con ceguera o baja visión?

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Los padres cuyos hijos padecen ceguera o baja visión pueden preguntarse qué efecto tendrá en ellos una visión deficiente. No existe una respuesta única aplicable a todos los niños. La afección visual específica de su hijo, la presencia de otras discapacidades, su personalidad y temperamento, además de muchos otros factores, influirán en cómo reaccione ante su discapacidad visual.

Los niños ciegos o con baja visión son tan singulares y variados como cualquier otro grupo de niños. Sin embargo, hay una afirmación general que sí se aplica a la mayoría de los niños ciegos o con baja visión: un niño ciego o con baja visión normalmente aprenderá sobre el mundo de forma diferente a un niño sin ceguera o baja visión.

Circunstancias individuales

  • Puede no ser capaz de confiar en la vista para obtener información y, por lo tanto, puede necesitar utilizar sentidos distintos de la visión para adquirir información.
  • Necesitan un tipo especial de atención y experiencias adicionales desde la infancia para aprender habilidades que los niños videntes desarrollan de forma natural observando a las personas y los objetos que les rodean e imitando lo que ven.
  • Suele ser necesario dar explicaciones claras, a veces repetidamente.
  • Experiencias directas establecidas para aprender lo que los niños videntes aprenden mirando. Por ejemplo:
    • Es posible que su hijo necesite poder acariciar al perro del vecino de la cabeza a la cola y dedicar tiempo a tocarle todo el cuerpo para comprender al animal al que se hace referencia en un cuento como «un perro» y determinar qué es realmente un perro. De hecho, puede que necesite tocar a varios perros diferentes a lo largo del tiempo para comprender realmente qué es un perro y aprender que hay varias clases de perros.
    • Puede que tenga que ayudar a remover la masa de una hornada de galletas, ayudar a meterlas en el horno y que le digan que el buen aroma que sale de la cocina es el de las galletas al hornearse -y luego probar las galletas- para relacionar el proceso de horneado con los alimentos que come.

Dado que la visión limitada puede tener un fuerte impacto en la capacidad de su hijo para comprender conceptos, aprender el lenguaje, moverse libremente con confianza y desarrollarse y crecer de diversas maneras, usted y los profesores de su hijo tendrán que utilizar métodos y estrategias alternativos para enseñarle conceptos básicos y el significado de las palabras ahora y cómo leer, escribir, interactuar socialmente y realizar diversas actividades cotidianas. Los profesores de alumnos con discapacidad visual son expertos en utilizar estos métodos.

Qué puede hacer usted

Además de comprobar si su hijo reúne los requisitos para recibir servicios de intervención temprana y de trabajar con un profesor de alumnos con discapacidad visual, puede ayudarle a crecer y desarrollarse recordando que puede aprender casi cualquier cosa que aprenda cualquier otra persona, pero puede que tenga que aprenderlo de una forma diferente. Intente tener en cuenta los siguientes principios.

Dele explicaciones y descripciones y hágale preguntas. No dé por sentado que su hijo ha aprendido algo solo porque se lo han enseñado. Puede que su hijo necesite que le enseñen específicamente lo que un niño vidente aprende observando lo que ocurre a su alrededor.

Recuerde que es posible que su hijo solo obtenga pequeños fragmentos de información. Los niños videntes suelen aprender observando primero la imagen completa. Los niños ciegos o con baja visión exploran a través del tacto, la sensación o el sonido, recopilando información inconexa. Puede ayudar ofreciendo más explicaciones y experiencias prácticas. Por ejemplo, para entender los plátanos, puede que su hijo tenga que verlos, pelarlos, sentirlos, probarlos e incluso machacarlos en un cuenco.

Dele tiempo. Su hijo puede tardar más en hacer las tareas cotidianas que otros niños videntes. Concédales el tiempo necesario para explorar y completar cosas por sí mismos.

Ayude a su hijo a ponerlo todo en orden. Cuando vaya de compras al centro comercial, puede que vea una panadería, pero su hijo puede que en cambio la huela. Puede que usted vea el videojuego, pero su hijo puede que lo oiga. Si explica y ayuda a dar sentido a toda la información simultánea que puede estar recibiendo, puede contribuir a aumentar la comprensión del mundo.

Experiencias

Proporcionar experiencias directas. Los niños ciegos o con baja visión necesitan tener experiencias directas. Por ejemplo, es posible que su hijo no sepa que los bloques se pueden apilar unos encima de otros hasta que usted o su hermano mayor le enseñen a apilarlos utilizando la técnica de mano bajo mano.

Aprovechar otras experiencias. Si es posible, recuerde a su hijo una experiencia anterior cuando le cuente algo nuevo. Esto puede ayudar a que la nueva información sea más clara y a reforzarla en su mente. Por ejemplo: «El pelo de este perro es liso y suave: es un Labrador retriever. ¿Recuerdas el perro de pelo rizado que conocimos ayer? Era un caniche».

No caigas en el hábito de «hacer». Como su hijo tiene que procesar tanta información, puede resultar tentador hacer las cosas por él. También es tentador dejarse hacer cosas por tu hijo. Pero a la larga no sirve de nada. Deje que su hijo haga cosas y, así, aprenderá a hacerlas. También se sentirá bien consigo mismo.