Seguridad al aire libre y en el deporte para niños ciegos o con baja visión

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A esta altura, es probable que su hijo se encargue de muchas de sus actividades de cuidado personal. Esto es típico de la mayoría de los niños, tanto videntes como ciegos o con baja visión, a medida que avanzan hacia una mayor independencia y asumen más responsabilidades. Debido a la ceguera o baja visión de su hijo, puede haber necesidades adicionales que ambos deban tener en cuenta.

Actividades al aire libre

Aunque la mayoría de los adultos reconocen el peligro potencial de tomar demasiado sol, no todos los niños lo saben. Y la necesidad de protección es aún mayor para los niños con albinismo. Aunque su hijo no sea extremadamente vulnerable a la exposición solar, estará más seguro y sano si desarrolla los siguientes buenos hábitos.

  • Ponerse crema solar en la cara, los brazos, las piernas y cualquier otra zona expuesta.
  • Llevar gafas de sol y un sombrero con ala que le haga sombra en la cara. Si su hijo tiene baja visión, podrá ver mejor los detalles visuales porque hay menos deslumbramiento.
  • Utilizar una mochila o riñonera pequeña y liviana para mantener juntos los objetos que se utilizan al aire libre. Si la mochila está situada en un lugar práctico cerca de la puerta, es más probable que su hijo utilice su contenido con regularidad.

Cambiar de gafas normales a gafas de sol puede ser una molestia. Considere la posibilidad de regalar a su hijo gafas de sol con clip o lentes que se oscurezcan automáticamente en función de la cantidad de luz a la que estén expuestos.

Actividades deportivas

Probablemente quiera que su hijo sea activo, pero le preocupa que se golpee en la cabeza o se caiga y empeore su afección ocular.

He aquí algunas precauciones básicas de seguridad deportiva para jóvenes ciegos o con baja visión.

  • Llevar casco o gafas, o ambos, para proteger la cabeza y los ojos.
  • Si su hijo practica un deporte organizado, como softball o gimnasia, visite el campo de juego o el gimnasio para comprobar si existen posibles riesgos para su seguridad.
  • Anime a su hijo a hablar con sus compañeros de equipo y entrenadores sobre su afección ocular. Necesitan saber qué pueden hacer para ayudarles a ser un miembro eficaz del equipo. Por ejemplo, gritar su nombre cuando se patea el balón en un partido de fútbol puede ayudar a mantener el balón en juego.
  • Consulte con el oftalmólogo de su hijo antes de empezar a practicar un nuevo deporte. Puede haber algunas restricciones o equipos de protección que debe conocer. A veces, el oculista sabe explicar estas cosas a su hijo mejor que usted. Y la mayoría de los niños son menos propensos a discutir con un «experto» que con sus padres.