Acampar con su hijo ciego o con baja visión
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Es hora de tomarse las vacaciones de verano. Si le inquieta la idea de alojarse en un hotel o busca la serenidad de la naturaleza, ¡quizá este sea el verano para una aventura de campamento!
Nunca olvidaremos nuestra primera experiencia de campamento en familia. Abrigamos a nuestro único hijo (en aquel momento), metimos en la valija todo lo que pensamos que nos facilitaría el viaje con un bebé y nos fuimos. No podría ser tan malo. Podría. Lloró casi toda la noche. En retrospectiva, es probable que se debiera a que la abrigamos demasiado (hasta el día de hoy, no le gusta la sensación de opresión de las capas múltiples) y a que no sabía dónde estaba. A pesar de todo, nos sentíamos terrible porque nuestros vecinos temporales, que vivían en tiendas de campaña, oían cada uno de sus gemidos. Pasaron diez años antes de que volviéramos a acampar.
Entonces, ¿por qué recomendamos acampar?
Porque, como madre, Emily Coleman dijo, «los terrenos públicos de nuestro país están destinados a ser utilizados por todos nosotros, y no hay excepciones. Como padres de niños ciegos y que pueden tener discapacidades adicionales, tenemos que dar a nuestros hijos oportunidades de acceder también a los recursos naturales».
Y, como ávidos campistas actuales, hemos aprendido un poco desde el primer fracaso épico (y, admitámoslo, gracias a él). Como TVI, especialista en O&M y madre, aquí van algunas sugerencias:
Empiece por el patio trasero.
Es aconsejable acampar en su propio terreno (o en el salón de su casa) antes de utilizar su equipo en otro lugar. Su familia puede acostumbrarse al espacio y a la novedosa forma de dormir, y si no funciona, ¡vuelve a la cama! Acampar en su jardín también le permite asegurarse de que dispone del equipo adecuado para el clima. La próxima vez que acampe, aventúrese más lejos, y su hijo ciego o con baja visión estará familiarizado con las adaptaciones.
Antes de salir de la ciudad, invite a su hijo o hija a investigar tácticamente cualquier concepto/artículo nuevo para ellos: la estufa de gas y el pozo de fuego (mientras estén supervisados y la calefacción esté apagada, por supuesto), la leña para quemar, los postes de la tienda de campaña, las lonas, etc. Puede animar a un niño mayor a que practique la cocina utilizando su equipo de campamento, lo que le dará la oportunidad de aprender técnicas de cocina seguras para prepararse para el gran día.
Pida ayuda a su hijo para hacer la valija.
Deje que opinen sobre la comida, la cama, la ropa (adecuada al clima) y las actividades. Dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre su hijo, puede contribuir significativamente a hacer el equipaje (responsabilizándose de sus pertenencias y planificando/preparando una comida) o simplemente haciendo algunas elecciones (entre dos opciones de trajes de baño y dos opciones de bocadillos). La experiencia de acampar se sentirá menos como si se estuviera haciendo por o para su hijo y más como una experiencia en la que él está participando. *Pequeña nota: Permítales cometer errores. Indique a sus hijos que preparen sus mochilas con ropa y actividades. Es posible que se olviden cosas en las primeras ocasiones, pero esto les enseñará el valor de crear listas y comprobar dos veces las cosas importantes antes de salir.
Organice los efectos personales y los suministros.
La organización y el etiquetado son fundamentales para que su hijo ciego o con baja visión tenga independencia en su vida diaria, ya sea en casa o de vacaciones. Cada artículo debe tener un espacio de almacenamiento designado. Piense en herramientas de almacenamiento como cubos y bolsas, cubos de embalaje en las valijas, neceseres con varios compartimentos, organizadores para los asientos del automóvil, etc.
Oriente a su hijo hacia el camping.
Explore el camping y sus límites con su hijo. Busque puntos de referencia o pistas que puedan ayudarle a comprender la zona. Puede ser donde la hierba se junta con la grava, arbustos en la parte trasera o una conexión eléctrica. Escuche sonidos únicos, como una fuente cercana. Además, busquen y familiarícense con las instalaciones sanitarias. Otra posibilidad es llevar un inodoro portátil y una «tienda para el baño» para mayor comodidad. Aunque no es esencial, tenerlos cerca de la zona de dormir podría favorecer la independencia de su hijo a la hora de ir al baño.
Prepare su espacio.
Su hijo con ceguera o baja visión puede ayudarle a preparar su lugar para dormir. También pueden organizar los equipos, como las mesas y sillas plegables. También pueden ayudar a planificar la disposición de los utensilios de cocina y la ubicación de la hoguera. Un camping cuidadosamente organizado facilita la circulación de su hijo. Además, este montaje puede repetirse en futuros campamentos.
Considere cualquier adaptación que aumente la independencia de su hijo.
De hecho, hay equipos esenciales como el bastón, la lupa y la linterna (considere la posibilidad de utilizar una linterna frontal para tener las manos libres), junto con una brújula parlante u otras tecnologías de asistencia. Además, busque equipos específicos para acampar que puedan ayudar a su familia. Por ejemplo, un cortavientos de privacidad alrededor de parte de su camping podría ser útil. Crea un límite táctil para un niño pequeño e indica una zona de juego segura.
Hay mucho que tener en cuenta y poner en la valija para un campamento. Es posible que no sea la escapada familiar más fácil. Pero estas simpáticas vacaciones pueden proporcionar a su familia recuerdos únicos y un (literal) soplo de aire fresco. Por eso, diez años y muchas pruebas y errores después, nos encanta.