Nueve maneras de relajarse este verano en familia con un niño ciego o con baja visión

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Llegan las «tareas de aprendizaje de verano». Preparemos a esos niños para el curso escolar e intensifiquemos el entrenamiento ahora que hay tiempo; estructuremos bien este verano. ¡Es broma!

En lugar de eso, soltémonos intencionalmente y disfrutemos de nuestros hijos.

Nueve sugerencias para desconectarse este verano

Tómese un descanso

Determine un periodo de tiempo adecuado para interrumpir las terapias o el entrenamiento de su hijo y pulse pausa. Tómese una semana o un mes libre, y no se sienta culpable; su otro TVI (¡yo!) le dijo que lo hiciera.

Planifique una escapada.

Quizás unas «vacaciones en casa», un viaje a una ciudad cercana o un crucero panorámico… lo que esté dentro del presupuesto y sea agradable, hágalo. Cree esos recuerdos y vuelva a conectarse.

Salga

Aventúrese al aire libre durante tantos minutos u horas como le permita el calor. Vuele una cometa; recorra un sendero; cultive una huerta; pesque; haga un arenero; disfrute de la playa; o siéntese en una hamaca. Es un respiro, y toda la familia lo necesita.

Sea sociable

Disfrute de la compañía de los demás. Organice una cita para jugar, únase a un grupo de paseantes, lleve al cine a su hijo preadolescente y a sus amigos, vaya de campamento con amigos de la familia, invite a sus vecinos a una barbacoa y participe en un grupo de apoyo para padres de niños ciegos o con baja visión.

Vaya más despacio

Deje deliberadamente días libres en su calendario. No apure a su hijo a menos que sea realmente necesario; muévase con menos prisa.

Juegue

A veces animamos a nuestros hijos a jugar de forma independiente o con un hermano o amigo, pero recordemos que también debemos unirnos a ellos. Esto puede suponer unirse a un pequeño que juega con un juguete musical, correr por el aspersor con otros un poco mayores o pedirle a su hijo adolescente que le enseñe sus movimientos de lucha libre.

Lea

Lea libros por placer; lea libros en voz alta a sus hijos; y pida a sus hijos mayores que le lean a usted. Aventurarse en una novela es como unas vacaciones mentales.

Pruebe nuevas actividades

Anime a los miembros de su familia a reservar tiempo para sus pasatiempos. ¡Haga lo que le gusta! Ayude a su hijo con ceguera o baja visión a encontrar un pasatiempo que le guste.

Infunda espontaneidad

Le pido que baje el ritmo, lea y se balancee en una hamaca: ¡todo son cosas estupendas! Pero, de verdad, diviértase también a lo loco. Vaya a tomar un helado a las 10 de la noche con sus hijos en edad escolar; pregúntele a su hijo qué quiere hacer ese día y hágalo; dese una vuelta de última hora por el parque acuático. A veces nos movemos rápido para desconectarnos, tirando el horario al viento.

¿Qué hace para descansar, relajarse y volver a conectarse con la familia?