Uso de la brújula en orientación y movilidad

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Por Scott Truax

Si te digo que mi casa está a la derecha de la calle, sólo me encontrarás si vienes en la misma dirección que yo. Si te digo que está en el lado norte de la calle y a mitad de la manzana, tus posibilidades mejoran drásticamente. Las indicaciones de la brújula son una parte importante para llegar a ser un viajero independiente y forman parte de lo que su hijo con ceguera o baja visión aprenderá en la instrucción de orientación y movilidad. Como en todas las cosas, las direcciones de la brújula deben aprenderse y practicarse, y usted puede ayudar aprendiendo a utilizarlas en casa.

El uso de derecha e izquierda depende del sentido de la marcha. Las indicaciones de la brújula son permanentes; una vez que se aprende a utilizarlas, facilitan los viajes. Los niños pequeños empiezan aprendiendo las nociones básicas de derecha, izquierda, delante, detrás, etc. Estos conceptos son el primer paso para aprender a describir dónde están las cosas. Las direcciones de la brújula lo llevan al siguiente nivel y son las verdaderas herramientas que se utilizan mientras se viaja.

Conceptos básicos para niños pequeños

• El norte y el sur son opuestos, al igual que el este y el oeste.
• De pie en una caja o en un espacio pequeño, toca los lados norte y sur de la misma.
• Ahora toca los lados este y oeste.
• El uso de etiquetas o símbolos en braille ayudará a convertir los laterales en una herramienta de aprendizaje.

Igual que memorizas las tablas de multiplicar, es importante memorizar cómo se relacionan las instrucciones.

• Cuando miro hacia el norte, el sur está detrás de mí, el oeste a la izquierda y el este a la derecha.
• Cuando miro hacia el este, el oeste está detrás, el norte a la izquierda y el sur a la derecha.
• Cuando miro hacia el sur, el norte está detrás, el este a la izquierda y el oeste a la derecha.
• Cuando miro hacia el oeste, el este está detrás, el norte a la derecha y el sur a la izquierda.

Con la práctica, todos podemos saber instintivamente cómo se relacionan las direcciones con nuestra posición actual en el espacio.

Describir el desplazamiento a un lugar

He aquí un buen ejemplo de cómo describir un viaje a un lugar determinado

• Diríjase al norte desde la calle Primera por el lado este de la avenida A.
• Recorra dos manzanas hasta la calle Tercera y crúcela.
• Gire al oeste, cruce la avenida A y siga una manzana y media por el lado norte de la calle Tercera.
• El edificio que busca está a mitad de manzana, tiene una fuente de agua que suele estar encendida y es el único con puerta giratoria.

Como cada calle tiene dos lados y cada intersección cuatro esquinas, es importante decir el lado exacto de la calle. Si decimos «a mitad de cuadra entre B y C», tendrá un 50% de probabilidades de estar en el lado correcto. Si planeamos encontrarnos en la intersección de dos calles, solo tenemos un 25% de posibilidades de estar en la esquina correcta. Las indicaciones de la brújula son importantes para saber con precisión dónde estás y hacia dónde te diriges.

Pistas y puntos de referencia

La fuente de agua es una buena pista para localizar el edificio, pero solo mientras esté encendida y el viajero pueda oír el movimiento del agua. Las puertas giratorias son permanentes y constituyen un excelente punto de referencia para confirmar que se ha llegado al edificio correcto. Conviene acostumbrarse a utilizar tanto los puntos de referencia como las pistas. Esto le ayudará a identificar dónde se encuentra. Los viajeros experimentados aprenden pronto el tiempo que se tarda en llegar al edificio y se vuelven buenos para saber cuándo están cerca.

Estos mismos conceptos se aplican en el interior de los edificios. Una vez que entre en el edificio (recuerde que se dirige hacia el norte al entrar por la puerta), los ascensores se encuentran en la pared norte de la entrada, y nosotros estamos en la tercera planta. Menos mal que el ascensor está señalizado en braille y puede pulsar fácilmente el botón correcto.

La brújula es difícil de aprender, pero facilita los viajes. El primer paso para aprender las direcciones de la brújula es acostumbrarse a oírlas y utilizarlas. «La puerta principal de nuestra casa está en la pared sur de la casa. Vamos a la tienda de comestibles, que está al este de nosotros. Vamos a casa de la abuela en una ciudad al sur y al este de nosotros».

Al aprender a utilizar las direcciones de la brújula en el habla cotidiana, estará ayudando a su hijo a desarrollar importantes habilidades de independencia.