Cómo afrontar la etapa sensoriomotora

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Cuando un niño tiene necesidades complejas relacionadas con deficiencias visuales, auditivas, motoras y cognitivas, es tentador precipitarse a introducir el uso de un interruptor o un dispositivo de comunicación, pero ir más despacio y proporcionarle el tiempo necesario para practicar y dominar las habilidades en la etapa sensoriomotora puede ser la clave para desbloquear estos objetivos de nivel superior.   

Para los niños con ceguera o visión reducida que tienen necesidades de aprendizaje complejas adicionales, la adquisición y el dominio de la etapa sensoriomotora del desarrollo pueden llevar más tiempo.   

Etapa sensoriomotora del desarrollo   

La etapa sensoriomotora del desarrollo cognitivo es un periodo de aprendizaje en el que las principales habilidades son la atención y la interacción con personas, objetos, lugares y acciones. Es la primera etapa del desarrollo y, por lo general, se asocia con las actividades y el crecimiento experimentados por un niño entre los cero y los dos años de edad (Piaget, 1952).   

Los niños de cualquier edad cronológica no videntes o con visión reducida y con discapacidades adicionales pueden seguir necesitando construir y ampliar habilidades dentro de esta etapa del desarrollo para desarrollar una comunicación simbólica y un pensamiento abstracto más avanzados.   

La etapa sensoriomotora tiene tres tipos principales de habilidades: la atención, la exploración y la función (Smith y Chambers, 2023). Estas habilidades se relacionan unas con otras y cada una de ellas es importante para sentar las bases del desarrollo de conceptos, la comunicación y la alfabetización.   

Habilidades de la etapa sensoriomotora y consejos para practicarlas   

Atención   

La atención es una habilidad que se demuestra al atender de forma sistemática a una persona, objeto o acción placentera. Los niños no videntes o con visión reducida con complejidades adicionales pueden tomar medicamentos o tener convulsiones u otras afecciones médicas que afecten el estado de alerta. La atención es una habilidad que puede enseñarse y reforzarse para seguir aprendiendo. La posición, las transiciones y las condiciones ambientales pueden influir significativamente en la capacidad de atención de los niños. 

Consejos para desarrollar la capacidad de atención 

– Si su hijo/a suele estar somnoliento o inquieto, puede trabajar la atención en un entorno muy controlado y en breves lapsos de tiempo.   

– Reduzca las distracciones auditivas cuando trabaje la atención; limite los ruidos de fondo y las conversaciones.   

– Considere hacer adaptaciones visuales que puedan aumentar el uso de la atención visual. Las adaptaciones pueden incluir llevar una camisa de color liso o usar un juguete de un solo color. El contraste de colores y la iluminación con una linterna también pueden favorecer la atención visual.   

– Elija un objeto o una actividad que le guste a su hijo/a. Por ejemplo, le puede encantar que le masajee las manos con una loción perfumada o mecerse juntos en una mecedora.   

– Busque signos de atención: sonrisas, movimientos corporales o de los ojos y observe si estos períodos de atención aumentan.   

– Busque las formas en que se comunica y responde en consecuencia. Si hace una pausa con el masaje de loción y gruñe pidiendo más, continúe con más loción. Si está meciéndolo/a y chilla de alegría, dígale que entiende que le gusta. Si empieza a perder la concentración, deténgase o cambie el tipo de actividad.   

– Piense en partes de su rutina diaria en las que pueda crear pequeñas oportunidades para aumentar la atención. Por ejemplo, puede estar tranquilo/a y alerta después del baño y gustarle secarse los dedos de las manos y los pies con la toalla. Busque señales de atención y responda a sus esfuerzos por comunicarse.   

Exploración   

Una vez que el/la niño/a demuestre que es capaz de mantener la atención, dele oportunidades de exploración. Las habilidades de exploración implican explorar objetos, imitar acciones y demostrar una comprensión de causa y efecto. La exploración refuerza la eficacia sensorial, el desarrollo de conceptos y la percepción de objetos.   

Consejos para desarrollar la capacidad de exploración 

– Si su hijo/a interactúa con los objetos siempre de la misma manera (se los lleva a la boca o los tira, etc.), enséñele distintas formas de explorarlos, como apretarlos, golpearlos, sacudirlos, etc.   

– Utilice siempre la ayuda y técnica de la mano bajo la mano para que su hijo/a pueda controlar la exploración.   

– Fomente la interacción con el objeto en lugar de utilizar interruptores de causa y efecto. Ayude a su hijo a comprender lo que ocurre cuando su cuerpo interactúa con un objeto. 

– Busque objetos divertidos e interesantes para explorar que a su hijo/a le gusten.   

Función   

Una vez que el/la niño/a demuestra las habilidades para mantener la atención en un objeto e iniciar la exploración, puede aprender cómo se usa el objeto. Por ejemplo, puede que, al principio, su hijo/a disfrute al mirar el colorido pompón rojo de un gorro de invierno. A continuación, puede aprender a tocarlo, apretarlo y sacudirlo. Después, pueden entender que el gorro se pone en la cabeza cuando es hora de salir a la calle. La progresión ayudará a su hijo/a a desarrollar conceptos sobre objetos, personas y acciones en su mundo.   

Consejos para desarrollar las habilidades funcionales 

– Piense en un objeto cotidiano con cualidades que puedan gustarle a su hijo/a. ¿Le gusta el ruido de la batidora o chapotear en el agua? Aproveche esta motivación para enseñarle sus usos. Practique abriendo y cerrando el grifo para llenar el vaso. Preparen juntos un batido por la mañana para logar una comprensión más profunda.   

– Piense en sus actividades cotidianas y vea dónde puede buscar signos de comprensión de los objetos implicados. ¿Cómo le muestra su hijo/a lo que sabe sobre los objetos y sus funciones? ¿Dónde puede buscar formas de enseñar y desarrollar estas habilidades?   

– Cuando un niño trabaja en habilidades de nivel funcional, es un buen momento para utilizar un pulsador para aumentar la eficacia. Considere la posibilidad de trabajar con un terapeuta ocupacional para estudiar qué pulsadores pueden funcionar mejor para su hijo/a.   

– Considere la posibilidad de seguir una rutina para enseñarle el uso de un objeto de forma que aporte significado y coherencia. Mire Freddy’s Hair Routine para ver cómo aprendió Freddy a explorar un cepillo y a utilizarlo de forma funcional.   

Recursos   

Piaget, J. (1952). The origin of intelligence in children. International University Press.   

Smith, M. y Chambers, S. (2023). Sensing and learning: Guidebook, assessment forms, and routines. Imprenta Americana para Personas No Videntes.