Cómo ayudar a su hijo con ceguera o baja visión a elaborar una declaración de discapacidad funcional

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La capacidad de describir la propia visión es una habilidad valiosa. Seguro que el equipo educativo y los compañeros de su hijo sienten curiosidad por saber qué puede ver y cómo realiza las distintas tareas. Los profesores y compañeros de su hijo pueden preguntarle sobre su visión para comprenderla mejor. No siempre será tan sencillo.

En el futuro, su hijo tendrá entrevistas de trabajo. Los entrevistadores no pueden preguntar legalmente sobre la ceguera o baja visión de su hijo hasta que lo hayan revelado. Es probable que el panel haga suposiciones inexactas y cuestione si su hijo será capaz o no de cumplir con las responsabilidades del puesto. Su hijo tendrá más éxito si se prepara para responder a las preguntas y preocupaciones tácitas del posible empleador.

Esta conversación que su hijo mayor mantendrá en las entrevistas de trabajo -informar a un posible jefe sobre sus capacidades para las tareas laborales- se denomina declaración de discapacidad funcional. Esta declaración transmite información básica sobre la visión de su hijo y cómo puede realizar las tareas de manera diferente.

APH ConnectCenter cuenta con numerosos recursos sobre el tema de la descripción de la afección ocular propia y la creación de una declaración de discapacidad funcional, entre los que se incluyen:

Cualquier persona con una discapacidad (sobre todo si es evidente) debe sentirse cómoda hablando de ella con un lenguaje positivo, explicando cómo cambia su forma de realizar las tareas y aportando pruebas que demuestren su capacidad para llevarlas a cabo.

Cómo preparar a su hijo para hablar de su enfermedad ocular

He aquí algunas ideas para preparar a su hijo para tales experiencias.

  • Ayude a su hijo a aceptar su enfermedad ocular. Una discapacidad es un aspecto de la vida, no la característica que la define. Los demás se sentirán cómodos si notan que su hijo se siente cómodo con su visión.
  • Modelar un lenguaje positivo con respecto a su estado ocular. Ayude a su hijo a centrarse en lo que puede hacer y en quién es, en lugar de centrarse en lo que le falta.
  • Enseñe a su hijo a describir lo que ve. Es importante que la declaración de discapacidad sea sencilla y no contenga términos médicos. Puede decir: «Tengo poca visión. Sólo puedo ver en el campo central. En esta habitación, puedo ver el papel que sostienes, pero cuando miro hacia el papel, no puedo ver mucho más».

Deje que su hijo tome la iniciativa

Su hijo está preparado para compartir información sobre su enfermedad ocular. Ahora puede tomar la iniciativa en las conversaciones para compartir las herramientas, lo que necesita y desarrollar habilidades de autodefensa.

  • Ayude a su hijo a reconocer sus capacidades y a comunicarlas a los demás.
  • Hable con su hijo sobre cómo realiza algunas tareas de forma diferente a las personas videntes. Ayude a su hijo a reconocer las diferencias y ofrézcale oportunidades para enseñar sus métodos a los demás.
  • Ofrezca a su hijo oportunidades de demostrar la tecnología de apoyo. Enseñe a sus amigos curiosos, eduque al equipo del IEP y cada año presente la tecnología a los profesores.
  • Enseñe a su hijo a responder respetuosamente a las preguntas sobre su ceguera o baja visión. Explique a su hijo que la mayoría de la gente no entiende qué es tener visión limitada o nula. Ayúdelo a entender que si la situación fuera al revés, su hijo querría recibir una respuesta respetuosa a sus preguntas.
  • Ayude a su hijo a comprender y anticipar posibles preocupaciones y preguntas de sus profesores, amigos, proveedores de servicios y futuros empleadores. Enseñe a su hijo a responder a las preocupaciones y preguntas.

Tres preocupaciones habituales de los posibles empleadores son la supuesta falta de seguridad, la supuesta falta de productividad y la inseguridad a la hora de hacer llegar material impreso a una persona con ceguera o baja visión.

Hable de estas preocupaciones con su hijo mayor. Anímelo a desplazarse con seguridad, elógielo cuando reconozca una gran ética de trabajo, ayúdelo a conseguir las herramientas y la formación necesarias para ser productivo en la escuela y defiéndalo para que aprenda la tecnología necesaria para acceder al material escrito.

Las preocupaciones del empleador estarán justificadas a menos que su hijo trabaje activamente en estas habilidades. Con la motivación adecuada y muchos años de duro trabajo a lo largo de la escuela primaria y más allá, su hijo puede desmentir completamente y hacer frente a las preocupaciones de los empleadores.