Cómo ayudar a su hijo/a no vidente o con visión reducida a hacer amigos
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La mayoría de las personas son sociales por naturaleza, y el hecho de poder entablar relaciones contribuye de forma importante al desarrollo general de su hijo/a. Sin embargo, su hijo/a no vidente o con visión reducida puede necesitar su ayuda y la de otros miembros de la familia para aprender a hacer amigos y a conservarlos. Hay varias cosas que puede hacer para ayudarlo/a a su hijo/a a socializar con sus pares.
- Averigüe qué tipo de actividades, libros y programas de televisión están de moda entre los niños de la misma edad que su hijo/a y muéstreselos en su casa. Supongamos que están familiarizados con cosas que les gustan a otros niños. En ese caso, se sentirán más cómodos participando en una conversación sobre ellos y tendrán temas para iniciar una conversación que interesará a otro niño.
- Vivimos en una sociedad que suele juzgar a las personas por sus apariencias. No hace falta que esté de acuerdo con esa idea para darse cuenta de que es más probable que otros niños socialicen con su hijo/a si se viste y actúa como los demás del grupo. Si se fija en la ropa y los peinados de otros niños de su edad, puede ayudarlo/a a vestirse para encajar.
Cómo crear un círculo de amigos
- Anime a su hijo/a a invitar a uno o dos compañeros de clase a su casa. Puede que a su hijo/a le resulte más fácil entender lo que ocurre en situaciones sociales y responder a otros niños si el grupo es pequeño. Esté listo para hacer algunas sugerencias si su hijo/a necesita ayuda para saber qué hacer. Quizá pueda involucrar a los niños en un proyecto artístico o en un juego. Si su hijo/a se mantiene socialmente aislado, aléjese y deje espacio para que interactúe con los demás niños.
- Un niño no vidente o con visión reducida suele encontrarse en la situación de recibir ayuda.. Anime a su hijo/a a pensar en formas de ayudar a los demás para corresponder. Si su hijo/a es bueno en matemáticas, por ejemplo, puede ofrecerse a ayudar a otro alumno con los deberes. Pero evite que regale cosas como galletas, caramelos o juguetes a otros niños como agradecimiento; podrían parecer un “soborno” por amistad. A veces, basta con decir “gracias”.
La práctica es importante
Dado que los niños con visión normal suelen aprender a interactuar en situaciones sociales observando y copiando a los demás, es posible que no siempre nos demos cuenta de que se pueden enseñar y aprender habilidades sociales específicas: por ejemplo, cómo acercarse a un posible amigo, cómo formular y responder preguntas en una conversación y qué tipo de gestos utilizar al hablar y escuchar. Como ocurre con muchas áreas del desarrollo, su hijo/a puede necesitar practicar habilidades sociales como estas para dominarlas.
- Haga un juego de rol con su hijo/a sobre cómo acercarse a otro niño del que le gustaría ser amigo. Pueden turnarse para que cada uno haga de su hijo/a y, luego, del nuevo amigo y practicar distintas formas de iniciar y mantener la conversación. Hágale comentarios realistas sobre lo que está haciendo.
- Utilice también los juegos de rol para practicar conversaciones más largas con otros niños. Dele sugerencias sobre cómo mantener una conversación con otra persona, como decir “ajá” para mostrar que está escuchando y hacer preguntas sobre lo que está diciendo la otra persona. Dele oportunidades de hablar con otros familiares y amigos. Anime a estas personas a darle su opinión sobre lo que hace bien y lo que puede mejorar.
Comprensión de las señales sociales
- Enséñele a su hijo/a el lenguaje corporal, como mirar a alguien de forma alerta, relajada y amistosa, y háblele de cómo y cuándo la gente utiliza el lenguaje corporal y los gestos para comunicarse y socializar. Es posible que su hijo/a no interactúe con los demás porque no ve sus sonrisas, saludos, asentimientos o guiños. Practiquen juntos estos gestos no verbales para que los comprenda mejor.
- Apártese cuando su hijo/a tenga la oportunidad de interactuar con otro niño de su edad. Después, cuando esté solo, dele su opinión sobre lo que ha hecho bien y lo que podría haber hecho de otra manera. Es posible que, gracias a su opinión, sean capaces de aprender a controlar sus propias interacciones sociales.
Centrarse en los intereses comunes
Los niños suelen hacerse amigos de otros a los que les gustan las mismas cosas que a ellos. Piense en sus propios amigos. Probablemente, muchos de ellos empezaron como amigos porque a ambos les gustaban las mismas cosas. Lo mismo ocurre con su hijo/a.
Ayúdelo/a a encontrar actividades divertidas que pueda hacer con los demás. Por ejemplo, si le gustan los animales, tal vez pueda trabajar como voluntarios en un refugio de animales local con otros niños. Puede ser una buena manera de hacer nuevos amigos. O, si le gusta la ciencia ficción, puede invitar a un compañero al que también le guste. Podrían ver juntos un nuevo video basado en un libro de un autor favorito.
Con su estímulo y algo de práctica, su hijo/a puede disfrutar de los beneficios de la socialización y la amistad. Si puede, bríndele oportunidades para conocer a otros niños, dele una oportunidad para practicar habilidades de socialización y podrá pasar un buen rato también.