Desarrollo de habilidades motoras para su hijo/a con ceguera o con visión reducida

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Equilibrio y control del tronco

El equilibrio es la capacidad de los niños para mantener erguidas las partes del cuerpo. Es necesario para correr, saltar, mantenerse sobre una pierna, hacer ciclismo y lanzar pelotas. Como ocurre con todo el desarrollo motor, el equilibrio se desarrolla de la cabeza a los pies; su hijo/a no podrá sentarse hasta que no tenga equilibrio en la cabeza y el tronco, ni ponerse de pie hasta que no tenga también equilibrio en las caderas y las piernas.

Consejos para mejorar el equilibrio

  • Lleve a su hijo en brazos, si es lo bastante pequeño como para meterlo en un portabebés, una mochila portabebés o un fular portabebés, mientras realiza algunas de sus tareas cotidianas. Esto proporciona equilibrio y movimiento en el espacio, incluso si es usted quien lo hace.
  • Deje a su hijo/a mucho tiempo tumbado boca abajo. Es posible que actúe como si no le gustara esta posición. Y, probablemente, no le gustará hasta que haya aprendido a mantener el equilibrio, girar la cabeza y levantarla del suelo. Una clave para conseguirlo es hacer que la posición sea interesante. Pruebe tirarse al suelo con su hijo/a. Háblele y anímelo/a a que levante la cabeza. Utilice sonidos (un sonajero o una campanita) para llamar su atención. A medida que su hijo/a levante la cabeza hacia el objeto, mueva el sonido cada vez más alto.
  • Ofrezca oportunidades para sentarse o estar solo.
  • Ofrézcale un poco de apoyo y, luego, déjelo solo durante unos segundos. Compruebe si su hijo/a es capaz de agarrarse antes de perder el equilibrio.
  • Fomente las oportunidades para mantener el equilibrio en diferentes posiciones, como cuando está boca abajo y alcanza objetos colocados directamente adelante y a los lados; para mantener el equilibrio cuando está sentado y gira el torso para alcanzar objetos a ambos lados e incluso por detrás; y para mantener el equilibrio cuando está de pie y se agacha para coger algo. Estos movimientos de transición son importantes para coordinar los movimientos motores en el futuro.

Para ayudar a su hijo/a a practicar caminar, puede hacer lo siguiente:

  • Dele la oportunidad de caminar con frecuencia. Le permite aumentar la confianza en sí mismo.
  • Asegúrese de que su hijo/a tenga la oportunidad de caminar sobre muchas superficies diferentes: alfombras, pisos lisos, hierba, aceras, grava, baldosas, etc.
  • Procure que su hijo/a tenga la oportunidad de caminar tanto por superficies planas como irregulares: escalones, cuestas, caminos en pendiente, etc.
  • Haga juegos a partir de actividades de equilibrio. Las camas elásticas son buenas para mantener el equilibrio, pero también lo son las viejas cámaras de aire. Los balancines también ayudan a mantener el equilibrio.

Seguridad

Una vez que su hijo/a empiece a andar, hacer que su casa sea segura se convierte en la prioridad número uno. Busque en la casa “trampas para niños pequeños” y busque formas de hacer que cada zona de la casa sea segura para su hijo/a.

  • Coloque una reja en la parte superior de la escalera.
  • Fije con cinta adhesiva los bordes de las alfombras pequeñas para que no se deslicen de repente debajo de los niños cuando corren o caminan.
  • No olvide mantener cerradas las puertas de las habitaciones y los armarios, o coloque un objeto pesado contra la puerta para abrirla del todo.
  • Los bordes afilados de las mesas pueden ser un problema cuando su hijo/a tiene la misma altura que la mesa. Añada tiras de espuma o cinta acolchada a lo largo de los bordes para prevenir lesiones.
  • Recuerde a sus demás hijos que guarden sus juguetes y no los dejen en el suelo donde se pueda tropezar con ellos.
  • Guarde los objetos de vidrio, como las lámparas, en un lugar protegido, por ejemplo, en un rincón con una silla a cada lado.
  • Armarios a prueba de niños. Guarde los productos de limpieza y los medicamentos de cualquier tipo en armarios que su hijo/a no pueda abrir. Hay cerraduras sin llave que los adultos abren fácilmente, pero los niños no.
  • Cubra las tomas de corriente con un protector de tomas para que los enchufes no queden expuestos y las tomas no utilizadas queden cubiertas.

Orientación en el hogar

A medida que su hijo/a sea cada vez más activo, tendrá que enseñarle cada vez más sobre la “orientación”, la palabra que se utiliza para describir la capacidad de las personas con problemas de visión para saber dónde están en el espacio. Para ayudar a su hijo/a a hacerse una buena idea del espacio que lo rodea, pruebe estas ideas:

  • Las distintas habitaciones de la casa tienen olores, revestimientos de suelos y sonidos diferentes. Cuando su hijo/a empiece a andar solo, señálele estas diferencias.
    “¿Sientes la baldosa fría en tus pies? Estás en la cocina”.
    “Así es, encontraste la alfombra que lleva a la sala”.
    “El tic-tac es del viejo reloj del pasillo”.
    “El ruido del tráfico es más fuerte cuando estás en la parte delantera de la casa”.
    “¿Hueles las galletas horneándose en la cocina?”
  • Pegue un trozo de tela de textura agradable en la puerta de la habitación de su hijo/a. El papel autoadhesivo con textura en relieve también sirve. Utilice la misma tela o papel en la silla de su hijo en la mesa y en el cajón o armario de la cocina en el que puede jugar.
  • Si cambia los muebles de lugar, pídale a su hijo/a que lo ayude o avísele que lo ha hecho. Cuando uno está acostumbrado a encontrar las cosas en un lugar determinado, puede resultar muy confuso no encontrarlas allí. Esto no significa que no deba cambiar los muebles de lugar (en realidad, es una buena práctica para que su hijo/a piense en una nueva forma de hacer las cosas), siempre que lo incluya en el proceso.

Orientación en la comunidad

  • Empiece a enseñar las direcciones de la brújula (norte, sur, este, oeste) desde una edad temprana. Saber que el sol siempre sale por el este y se pone por el oeste puede ayudar algún día a su hijo/a a encontrar el camino de vuelta a casa.
  • Mientras pasea por el vecindario con su hijo/a, indique las entradas de vehículos, las esquinas, los buzones, los árboles, etc. Se convertirán en puntos de referencia útiles cuando empiecen a desplazarse solos. Por ejemplo: “Si salgo por la puerta principal, camino hacia la izquierda y cuento tres entradas, llegaré al buzón”.
  • Enséñele a su hijo/a a utilizar las veredas como pistas. Si se supone que debe ir por la vereda y, en cambio, camina por el césped o tierra, algo está mal.
  • Jueguen a seguir al líder de forma que su hijo/a tenga que seguir el sonido de su voz mientras camina por la habitación. Hágalo también en el exterior, ya que su voz será más difícil de localizar en un espacio amplio sin ecos.
  • Cuando pasee con un niño mayor, pídale que le diga por dónde ha pasado y cómo volver al punto de partida.
  • Hagan juegos de desplazamiento. “Llegaste a la cocina caminando por el pasillo. ¿Ahora puedes volver al salón sin pasar por la cocina?”.
  • Enséñele a su hijo/a a seguir paredes al tacto, tanto para encontrar el camino como para proporcionarle una sensación de control sobre dónde está y adónde va. El seguimiento al tacto se realiza curvando ligeramente los dedos y manteniendo el dorso de la mano contra la pared pero ligeramente por delante del cuerpo. El muro no sirve de apoyo, sino de guía.

Correr

Cualquiera de ellas podría ocurrir. Pero como correr tiene tantos beneficios, la mejor idea es ayudar a su hijo/a a correr con seguridad. Puede hacer lo siguiente:

  • Lleve a su hijo/a en brazos mientras corre.
  • Corran juntos, de la mano.
  • Corran juntos, cada uno sujetando el extremo de una cuerda.
  • Pida a un compañero o a un hermano que corra con su hijo/a.
  • Asegúrese de que no haya obstáculos.
  • Pase una cuerda de tendedero a la altura de la cintura de su hijo/a para hacer una pista de atletismo en el patio trasero. Coloque una señal sonora (una campana o algo que suene al agitarlo) en un extremo y haga que su hijo/a corra hacia ella agarrado a la cuerda.