Crear experiencias positivas para los hermanos
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Los hermanos comparten un vínculo único y especial, experimentan juntos muchos años de vida familiar y encuentran apoyo emocional el uno en el otro.
Desarrollo emocional y social
Los hermanos suelen ser una fuente primaria de apoyo emocional y desarrollo mutuo. La interacción con los hermanos permite a los niños desarrollar habilidades socioemocionales esenciales, como la comunicación, la negociación, la resolución de conflictos y la empatía. Practicar el apoyo emocional y la interacción social en un entorno seguro y familiar favorece su desarrollo.
Compañerismo y resolución de conflictos
Crecer con hermanos puede ser una experiencia maravillosa, ya que se convierten en compañeros de juegos y amigos. Esta compañía puede ayudar a aliviar los sentimientos de soledad y aislamiento. Sin embargo, es importante entender que esperar que los hermanos siempre se lleven bien y no tengan desacuerdos es poco realista.
Los desacuerdos ofrecen valiosas oportunidades para que los niños aprendan a manejar y resolver los conflictos de forma constructiva. Estas habilidades son cruciales para desarrollar capacidades eficaces de resolución de problemas y comunicación.
Rivalidad y cooperación
Lidiar con la rivalidad entre hermanos puede ser difícil, pero también puede brindar oportunidades para aprender valiosas lecciones de cooperación, compromiso y comprensión. Cuando los niños aprenden a compartir y a trabajar juntos, desarrollan el sentido del trabajo en equipo, que puede ser útil en muchos ámbitos de la vida. Además, las relaciones y los compromisos pueden ayudar a los hermanos a turnarse en el liderazgo. Al mismo tiempo, el otro le sigue, lo que le permite experimentar ambos papeles y aprender a apreciar las opiniones y pensamientos de los demás.
Fomentar las relaciones entre hermanos cuando uno de ellos tiene una discapacidad
Observar cómo crece y se fortalece el vínculo entre sus hijos con el paso del tiempo es una experiencia gratificante. Pero, ¿cómo se crea un entorno de apoyo y cariño cuando uno de los hermanos tiene una discapacidad, como ceguera, baja visión, sordoceguera o discapacidades múltiples?
Si un niño necesita apoyo o terapias adicionales, lo siguiente puede ayudar a que todos sus hijos reciban los cuidados y la atención que necesitan.
Fomentar la comunicación abierta
Crear un entorno en el que los hermanos se sientan cómodos expresando sus sentimientos y necesidades. Fomente la comunicación abierta entre los hermanos para comprender mejor las perspectivas y los retos de cada uno.
Modele y fomente las interacciones positivas entre hermanos y cree oportunidades para establecer vínculos a través de actividades. Para ello, fomente el interés compartido por pasatiempos, juegos y experiencias accesibles a todos los hermanos. Por ejemplo, anímelos a crear su propio saludo especial y observe cómo se desarrolla con el tiempo.
Enseñar empatía y comprensión
Proporcionar un lenguaje apropiado para la edad a los hermanos videntes sobre su hermano o hermana que tiene un diagnóstico visual (y/o un diagnóstico adicional). Discutir cómo afecta a su vida diaria, cómo apoyar sin sobreproteger, cómo defender y educar a otros, y cómo modelar y promover un compromiso social positivo con su hermano.
Asignar responsabilidades adecuadas a la edad
Asigne a todos los hermanos responsabilidades adecuadas a su edad dentro de la familia. Esto refuerza el sentido de igualdad y justicia entre hermanos. También anime a los hermanos a trabajar juntos y a encontrar formas de hacer accesibles las tareas mediante la resolución de problemas e innovaciones si es necesario.
Fomentar la independencia y la resolución de problemas
Su entorno familiar permite a todos los hermanos desarrollar su independencia y su capacidad para resolver problemas. Modelar la innovación y la resolución de problemas.
Celebrar los logros individuales
Aunque los logros de sus hijos sean distintos, la familia puede celebrarlos. Cada niño puede sentirse valorado y apreciado por sus logros.
Evolución de las relaciones entre hermanos
Las relaciones entre hermanos evolucionarán y cambiarán a medida que los niños crezcan. En la dinámica influyen diversos factores, como la diferencia de edad, las personalidades, las experiencias compartidas y, en el caso de un hermano ciego o con baja visión, la necesidad de apoyo y comprensión adicionales.
Puede esperar la siguiente dinámica:
Primera infancia (0-6 años)
En los primeros años, los hermanos pueden tener una mezcla de amor y rivalidad. Aún están desarrollando sus habilidades sociales y pueden jugar juntos mientras experimentan conflictos ocasionales. Si uno de los hermanos tiene un diagnóstico visual, el hermano vidente puede asumir de forma natural un papel protector y de crianza. También es posible que no entiendan del todo por qué el hermano necesita apoyo o terapias adicionales, lo que puede provocar celos u otros sentimientos negativos. Ayude a los hermanos en los momentos en que uno de ellos necesite más tiempo y energía. Es importante dedicar tiempo a los demás hermanos.
Primera infancia (7-12 años)
A medida que los niños crecen, su vínculo entre hermanos puede hacerse más fuerte. Comparten más actividades, intereses y secretos. Puede que descubra que los hermanos trabajan juntos por un objetivo común, especialmente cuando intentan convencer a los padres de algo.
Adolescencia temprana (13-17 años)
Las relaciones entre hermanos pueden volverse más complejas durante la adolescencia. Puede haber rivalidad y conflicto, pero también mayor apoyo emocional y comprensión. La experiencia y el deseo de inclusión social de cada niño son complejos, y es posible que los hermanos se apoyen mutuamente para navegar por la adolescencia. La adolescencia puede incluir el noviazgo, aprender a conducir o viajar de forma independiente y los nervios por el final del instituto y el comienzo de la edad adulta.
Adolescencia tardía y universidad (mayores de 18 años)
A medida que los hermanos se convierten en adultos jóvenes, pueden desarrollar vidas e intereses separados, lo que puede conducir a una mayor independencia entre ellos. Mantener la conexión requerirá tiempo, esfuerzo y creatividad. Sus experiencias durante el crecimiento seguirán brindando apoyo emocional y práctico mientras atraviesan futuras transiciones en sus vidas adultas.
Cuándo incluir a los hermanos videntes
Incluir a hermanos videntes en terapias o actividades con su hijo ciego o con baja visión puede ser beneficioso de muchas maneras. Puede fomentar la comprensión, la empatía y el apoyo dentro de la familia. En ocasiones, los hermanos pueden enseñarse mutuamente y reforzar habilidades y conceptos entre sesiones. Sin embargo, incluir a los hermanos puede no ser siempre apropiado.
Oportunidades para incluir a los hermanos
Sesiones de terapia familiar
Considere la posibilidad de implicar a los hermanos y otros miembros de la familia que puedan apoyar a su hijo durante la PT, OT, ST, TVI/DTVI u O&M. Es una oportunidad para que otros aprendan las mejores estrategias y formas de jugar o apoyar a su hijo ciego o con baja visión.
Grupos de apoyo a hermanos
Busque grupos de apoyo para hermanos o talleres diseñados específicamente para el hermano de una persona ciega o con baja visión. Estos grupos pueden proporcionar un espacio seguro para que los hermanos compartan sus experiencias, sentimientos y retos, al tiempo que aprenden unos de otros.
Formación en orientación y movilidad
Si su hijo recibe clases de O&M, incluya a otros hermanos para que participen en algunas sesiones cuando sea apropiado. Esto puede ayudarles a comprender mejor los retos diarios de su hermano y a aprender a ayudarle cuando lo necesite.
Actividades sensoriales
Organice actividades sensoriales que puedan disfrutar todos los hermanos. Participar juntos en experiencias multisensoriales puede estrechar sus lazos y crear recuerdos compartidos.
Actos de sensibilización, talleres y conferencias
Los actos organizados en la comunidad o las conferencias sobre diagnósticos específicos permiten a sus hijos relacionarse con otras personas ciegas o con baja visión y con sus familias. Estos eventos pueden tener sesiones específicas para hermanos, padres u otros miembros de la familia. También pueden contribuir a crear un entorno de apoyo e inclusivo
Cuándo no incluir a los hermanos
Edad y madurez
Considerar la edad y el nivel de madurez de un hermano. Es posible que los niños más pequeños no comprendan del todo determinados debates o conceptos de la terapia y distraigan a su hijo ciego o con baja visión. Es importante estar plenamente presente durante estas sesiones. Los hermanos pueden necesitar una actividad separada cuando su hijo necesite tiempo individual con un proveedor de servicios.
Privacidad y necesidades individuales
Algunas sesiones de terapia pueden abordar temas delicados o necesidades específicas de su hijo ciego o con baja visión. Es conveniente mantener la privacidad y centrarse en el apoyo individual. Hable con su proveedor de servicios antes de la sesión para recopilar información sobre los temas que se abordarán, de modo que pueda decidir si los hermanos pueden estar presentes.
Conflictos entre hermanos
Si existen conflictos no resueltos o tensiones entre hermanos, sería mejor tratar estos temas antes de incluirlos en la sesión de terapia, si es posible. Las relaciones entre hermanos son cruciales para el desarrollo emocional y social del niño. Su dinámica puede ser gratificante y compleja cuando uno de los hermanos es ciego o tiene baja visión.
En cada terapia y sesión hay que tener muy en cuenta la participación de otros hermanos o familiares para que el niño ciego o con baja visión aproveche al máximo la sesión. Ser creativo y estar preparado para los momentos en los que es mejor no incluir a los hermanos ayudará a que cada sesión alcance todo su potencial.
En resumen, las experiencias compartidas, el apoyo prestado y los retos afrontados juntos contribuyen a crear un vínculo único y duradero que puede influir positivamente en la trayectoria vital de una persona. Cuando una familia tiene una comunicación abierta, comprensión mutua y un entorno de apoyo, la relación entre hermanos puede crecer y evolucionar positivamente, proporcionando una base sólida para ambos hermanos a medida que se enfrentan a los retos de la vida más allá de vivir bajo el mismo techo.