Conozca a Richard Archuleta

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Veterano jubilado que trabaja en la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés).

Por Shannon Carollo

Nota del editor: Una lesión que le provocó ceguera pudo haber puesto fin a la carrera militar de Richard Archuleta, pero mantuvo su determinación y encontró un nuevo camino hacia el éxito como trabajador en la EPA.

En el marco del Día Nacional de la Contratación de Veteranos, que se conmemora el 25 de julio, desde APH ConnectCenter nos comunicamos con Richard Archuleta para preguntarle sobre su trayectoria laboral. El Sr. Archuleta comparte cómo se adapta a la ceguera y la necesidad de ser perseverante para conseguir un empleo remunerado. También asesora a las personas no videntes o con visión reducida que buscan empleo.

APH ConnectCenter: ¿Puede hablarnos un poco de usted?

Richard Archuleta: Crecí en Colorado y me gradué a temprana edad, ingresé en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (USAF, por su sigla en inglés) a los diecisiete años y me jubilé por motivos médicos a los diecinueve. Soy extrovertido. Siempre decidí hacer todo lo que pueda, ya sea esquiar, practicar artes marciales, cazar, navegar en kayak o jugar al golf. Nunca me limité por mi discapacidad visual.

APH ConnectCenter: ¿Hay algo que le gustaría que los lectores supieran sobre su visión y cómo la perdió?

Richard Archuleta: Fui especialista en armamento y municiones, cargador de bombas, en un B-52 durante la Tormenta del Desierto. En un accidente de los tanto que tuve, me caí al suelo. Nunca me golpeé la cabeza, pero las sacudidas de la caída atrofiaron los nervios ópticos. Me jubilaron por motivos médicos en marzo del 91.

APH ConnectCenter: ¿Cómo describiría el proceso de aceptación de la ceguera?

La ceguera era muy nueva para mí. Fue difícil. Todavía hay veces que es difícil. Uno se pone triste. Creo que ahí es donde el apoyo de amigos, familiares y un buen consejero es fundamental. Al principio, el camino fue especialmente difícil, pero se volvió más llevadero al reconocer que necesitaba un consejero o alguien con quien hablar. Fue una gran pérdida, una pérdida que conlleva rabia y dolor. Pienso en otras cosas, en lo bueno y en lo malo. Me jubilé a los diecinueve años y me casé a los veintiuno. Me enfrentaba a desafíos; todos sabemos que el cerebro no termina de desarrollarse hasta los veintitantos. Había mucha inmadurez. Gracias a Dios, pude llegar hasta aquí.

Me sirvió mucho tener una estructura. Tenía claro que quería trabajar. Hice el indicador del tipo de personalidad Myers-Briggs; sabía adónde quería ir con una idea vaga de lo que quería hacer. Todas esas cosas, y la fe, me ayudaron mucho a aceptar la ceguera.

APH ConnectCenter: ¿Puede hablarnos de su trayectoria profesional desde que se separó de la USAF por motivos médicos?

Richard Archuleta: Después de jubilarme a los diecinueve años por motivos médicos, pregunté a Asuntos de Veteranos (VA, por su sigla en inglés) qué debía hacer, y me dijeron que no tenía que hacer nada, que estaba jubilado. Esa no era una opción para mí.

Mientras estudiaba en la Universidad de Colorado, trabajé en RR. HH. en Six Flags. Tuve la suerte de contar con personas que pensaban en el futuro y aceptaban a las personas con discapacidad. Ellos me ayudaban con cualquier adaptación que necesitara. Lo hice durante un par de veranos.

También fui amo de casa durante un par de años, ¡y fue el trabajo más duro que tuve!

Pero siempre quise trabajar en finanzas o en RR. HH. Desde VA, me ayudaron a conseguir trabajo en un banco. Comprendí que no eran muy serviciales. Creo que ahora están mejor.

Estaba muy desanimado. Mientras buscaba de forma activa el trabajo adecuado. Siempre me decían que trabajara para el gobierno. ¡No quería hacer eso! No quería una limosna. Me encontré con muchas barreras y caí en la desesperación. Me dije: “Quizá debería probar esto del gobierno federal”.

Me habían dicho que podía conseguir un trabajo en el gobierno de manera sencilla, ¡pero tardé nueve meses en conseguir un puesto de verano! Finalmente, al noveno mes fui a una feria de empleo. Hice un buen trabajo. Me vestí de traje. Tenía mi currículum en la mano. Realmente no quería estar ahí; no había funcionado antes. Conocí a una mujer que me contrató por el verano. Todo lo que necesitaba era ese paso inicial hasta que pudiera mostrarles las habilidades que tengo, lo bueno que soy en las comunicaciones y el análisis, y todo lo que había aprendido en la universidad.

Esa contratación de verano se convirtió en un puesto permanente. Fui responsable de formación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en nuestra región y, luego, fui director de Igualdad de oportunidades en el empleo (EEO, por su sigla en inglés) durante un par de años. Trabajo desde hace 15 años en nuestro programa tribal, ahora en el programa de aplicación de la ley. Creo que hay que seguir adelante por muy desalentador que sea.

Estuve del otro lado. Trabajé en RR. HH., fui a ferias de empleo para personas con discapacidad. Sé lo difícil que es. Incluso como veterano que tiene puntos de preferencia, sigue siendo difícil abrirse camino. Seguí yendo a entrevistas informativas, motivándome para ellas. Yo iría directamente al presidente de la empresa y me entrevistaría con él. Intentaría establecer contactos y hacer todo lo posible por explorar distintas posibilidades en las carreras que elegí.

APH ConnectCenter: ¿En qué consiste un día normal de trabajo en el equipo de política de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de la Oficina Inmediata de la División de Garantía del Cumplimiento de la Normativa (ECAD, por su sigla en inglés)?

Richard Archuleta: Me encargo de todas las sugerencias y quejas que llegan a nuestra región, la Región 8, que abarca seis estados occidentales. Recibo todas las quejas sobre medioambiente que lleguen a través de nuestro sitio web o del centro de llamadas y la asigno a la persona adecuada. También soy el coordinador de las instalaciones federales para la aplicación de la ley en los seis estados. Ayudo a coordinar las inspecciones y las medidas de mitigación para cualquier problema de cumplimiento de la ley o medioambiental que surja en las instalaciones federales, ya sean instalaciones del Departamento de Defensa, de VA, de campamentos, de parques y de terrenos forestales o de vida silvestre o de oficinas de correos.

También planifico y me encargo de las inspecciones de las distintas secciones de nuestros medios de comunicación: la Ley del Aire Limpio, la Ley del Agua Limpia y la Ley de Conservación y Recuperación de Recursos, que tiene que ver con los residuos sólidos y peligrosos, es decir, todo lo que pueda contaminar la tierra. También coordino las acreditaciones de todos los inspectores.

Mi trabajo de verano consiste en elaborar órdenes administrativas para los sistemas públicos de abastecimiento de agua que infringieron la Ley de Agua Potable Segura. Pronto realizaré auditorías sanitarias a distancia y prestaré asistencia en el cumplimiento de sus programas de respuesta a emergencias para los distintos estados.

APH ConnectCenter: ¿Qué tecnologías de asistencia y qué estrategias específicas para la ceguera usa en su trabajo?

Richard Archuleta: La tecnología avanza muy rápido, pero yo uso ZoomText y ZoomText con voz. Pude conseguir una OrCam, y si bien no está para nada mal, tengo la primera versión con un montón de cables y la batería no dura demasiado. Uso el CCTV, pero sé que los más nuevos tienen la capacidad de escanear una foto y leerla. Estaría bueno para documentos más grandes.

Los dispositivos normales llegaron muy lejos con la tecnología de asistencia, especialmente Apple. Yo uso un iPhone. Utilizo VoiceOver y Zoom. Tengo diferentes aplicaciones que hacen fotos de un documento si estoy en una reunión, me lo leen y lo escucho en mis AirPods. Todo eso no existía cuando tuve el accidente y perdí la visión. Hoy en día, muchas cosas son electrónicas.

APH ConnectCenter: ¿Cuáles son las aplicaciones para iPhone que usa?

Richard Archuleta: Uso KNFB Reader, y me gusta porque no necesita conexión a Internet. No hace falta tener señal, lo que es útil si estoy en un edificio gubernamental. El inconveniente es que cuesta 100 dólares.

A veces uso Seeing AI, una aplicación de Microsoft bastante robusta. Puede leer los códigos de barras de los productos. Y supongamos que estoy en el tren y quiero saber si hay alguien a mi alrededor, puedo apuntar con el teléfono mientras uso los auriculares y me dirá qué hay en la habitación. Funciona muy bien.

Son las dos que uso a diario. También uso BARD, la biblioteca de libros parlantes, y bookshare, aunque no para trabajar.

APH ConnectCenter: ¿Cómo aprendió las habilidades específicas para la ceguera necesarias a fin de alcanzar el éxito en este campo?

Richard Archuleta: Cuando perdí la visión, fui a una escuela de rehabilitación para no videntes del VA en Palo Alto y me enseñaron habilidades de movilidad y de la vida diaria. También tenían un programa informático; yo reunía los requisitos para participar en ese a principios del 92. ¡Imagínense la tecnología en el 92! A lo largo de los años aprendí por mi cuenta y de forma autodidacta sobre distintos paquetes de software. Hoy en día, existe YouTube y hay miles de tutoriales.

También fui al Programa de rehabilitación para no videntes de Colorado. Alguien vino a mi casa para hacerme un seguimiento. Al principio recibí bastante rehabilitación.

Así que pasé directo de la baja [jubilación médica] al programa de rehabilitación para no videntes. Eso tiene sus ventajas. Te permite aprender nuevas habilidades. Las desventajas son que aún uno está tratando de procesar las cosas mentalmente, la pérdida y la ira. Fue duro. Un administrador me dijo que esperara seis meses y, luego, volviera. En ese momento, no entendí por qué; tenía muchas ganas de aprender. Cuando miro hacia atrás, puedo ver por qué lo sugirió. Digo, de cualquier manera. Cada uno tiene su propio camino, y en todos hay ventajas y desventajas.

APH ConnectCenter: ¿Cómo adquirió las competencias específicas para su trabajo?

Richard Archuleta: Fui a la universidad y empecé con clases muy básicas; recuerdo que las matemáticas eran muy básicas. También me acuerdo de que alguien hizo una pregunta de multiplicación y yo pensé: “Creo que voy a estar bien”. Me gradué en Finanzas. Tuve que cursar Cálculo y cursos de matemáticas de nivel superior con un tutor.

En aquel momento, todo el mundo quería que fuera consejero, pero mis intereses eran las finanzas y la contabilidad. Me quedé con eso.

Mi formación en finanzas sentó una buena base para el pensamiento analítico que uso hoy en día.

APH ConnectCenter: ¿Qué consejo le daría a un veterano que recientemente perdió la visión?

Richard Archuleta: Esa pregunta es increíble. En 2019 fui a un programa de Guerreros Heridos en Alabama. Había otra persona de 19 años que perdió la visión por una afección ocular similar a la mía. Me provocó muchas emociones. Quería hablar con esa persona y decirle que tuviera paciencia, que no cayera en la negatividad, que yo había estado en su lugar.

Es necesario hacerles saber que no están solos. Yo sé que se sienten aislados. Hay que ser consciente de que hay una pérdida. Lo que me ayudó a superar el accidente y la pérdida es el asesoramiento.

Hay que seguir adelante. Yo, por ejemplo, no quería ir a esa feria de empleo, pero fui igual. Van a encontrar trabajo; solo lleva tiempo.

APH ConnectCenter: ¿Qué fue lo que contribuyó al éxito de su carrera?

Richard Archuleta: Ser perseverante, tener una buena red de apoyo y un buen consejero. Además, me ayudó mucho encontrar una carrera que me motivara a seguir, no un trabajo que otros querían que hiciera.

APH ConnectCenter: ¿Quiere decirles algo más a las personas no videntes o con visión reducida que buscan empleo?

Richard Archuleta: No todo el mundo va a aceptar a las personas con discapacidad. No todo el mundo va a ser amable. Sigan adelante de todos modos.

Primero es necesario estar bien con uno mismo, tener confianza y buscar asesoramiento. Sin esa piezas, es difícil que los demás confíen en uno.

También hay que estar dispuesto a enseñar a la gente lo que significa tener una discapacidad. Tenemos que ser nuestros propios defensores y eso implica educar a los demás.

También es bueno separar los objetivos profesionales de lo que nos gusta hacer. Hay que centrarse en algo de lo que se pueda vivir.

Es importante ser lo más profesional posible al causar una primera impresión. Se pueden hacer simulacros de entrevista o de llamadas telefónica. Nadie la tiene fácil por tener una discapacidad. Hay que estar preparados

y seguir el camino que uno quiere. Mi camino y mi trayectoria no fueron fáciles, pero no los cambiaría por nada.