Cuidado de los dispositivos de ayuda

This content is also available in: English (Inglés)

El término «dispositivos de ayuda» abarca una amplia gama de equipos fabricados para que los alumnos ciegos o con baja visión puedan participar en la mayoría de las mismas actividades académicas y físicas que sus compañeros videntes. El término puede referirse a:

• Dispositivos para visión reducida
• Tecnología de asistencia
• Dispositivos de movilidad

Capacite a su hijo para asumir responsabilidades

Independientemente de los dispositivos que utilice su hijo, cuando esté en primaria debería estar aprendiendo a cuidar el equipo. He aquí algunas sugerencias para ayudar a asumir esas responsabilidades.

• Asigne a su hijo un lugar específico en casa para guardar sus dispositivos de asistencia. Una estante o un cajón en el dormitorio o en la cocina pueden ser específicos para su equipo.
• Cuando utilice el equipo fuera de casa, su hijo debe disponer de un medio cómodo y seguro para transportar los objetos necesarios. Una mochila o riñonera puede funcionar bien para esto. Es una buena idea colocar objetos como una lupa o un monocular en un estuche pequeño, para que no rueden por el fondo de una mochila o riñonera.
• Enseñe a su hijo a cuidar de su equipo. Si el anotador portátil necesita cargarse cada noche, instruya a su hijo sobre cómo enchufar el cargador. Con el tiempo, aumentará la responsabilidad necesaria para cuidar el equipo.
• Ayude a su hijo a elaborar una lista de comprobación y un calendario en braille o en letra de imprenta de lo que hay que hacer diaria o semanalmente para mantener el equipo. Es posible que desee tener una manera de comprobar para asegurarse de que todos los pasos se hayan completado. Por ejemplo, puede hacer que su hijo ponga una pegatina táctil junto a cada elemento de una lista a medida que vaya completando las tareas necesarias.

Prepararse para ser propietario

Los costos del equipo pueden ser elevados, por lo que conviene asegurarse de que su hijo está preparado para asumir la responsabilidad. Considere la posibilidad de empezar con una «prueba». Entréguele un objeto de tamaño similar a un monocular. Pídale que cuide de este sustituto durante una o dos semanas. Si lo consigue sin perderlo ni dañarlo, es posible que esté listo. Después, puede confiarles el monocular real.