Perros guía en el lugar de trabajo: Lo que empresarios y colegas deben saber

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Para muchos empresarios y compañeros de trabajo, encontrarse con un equipo de perros guía en el lugar de trabajo es una experiencia nueva. Un lazarillo es algo más que un animal de compañía: es una ayuda a la movilidad altamente adiestrada que ayuda a un empleado ciego o con baja visión a desenvolverse en el entorno con seguridad y confianza. Este artículo expone estrategias prácticas, consideraciones legales y sencillos consejos de etiqueta para ayudar a empresarios y compañeros a apoyar a los equipos de animales de servicio en el trabajo.

¿Qué es un perro guía?

Un perro guía es un animal altamente adiestrado que trabaja con una persona ciega o con baja visión. El can proporciona apoyo ayudando a orientarse y proporcionando información sobre el entorno, lo que permite a la persona tomar decisiones y desplazarse con seguridad.

La formación

El perro guía está entrenado específicamente para encontrar obstáculos en el camino de la persona, sortear barreras y hacer que la experiencia de movilidad sea más accesible para el adiestrador ciego o con discapacidad visual. Como adiestrador desde 2013, puedo dar fe de que mis guías han hecho que mi mundo sea más accesible, inclusivo e independiente, especialmente en el lugar de trabajo.

Responsabilidades del empresario y buenas prácticas

Si eres un empresario que trabaja con un empleado que utiliza un animal de servicio, quizá te estés preguntando cuáles son las mejores prácticas para relacionarte con este equipo. A continuación se describen algunas de las mejores prácticas a tener en cuenta:

  • Los empresarios están obligados a realizar ajustes razonables para los empleados cualificados con discapacidades, a menos que hacerlo suponga una carga excesiva.
  • Los empresarios pueden solicitar documentación que confirme la discapacidad del empleado y que el animal es necesario como adaptación razonable.
  • Los empresarios no pueden exigir una prueba de certificación para el adiestramiento de animales de servicio.
  • Participa en el proceso interactivo con el empleado para determinar si su perro guía puede ser una adaptación.
  • Los empresarios pueden establecer expectativas de que el can debe estar bien educado, domesticado y bajo la supervisión del empleado.
  • Las leyes estatales y locales pueden proporcionar orientación adicional, así que comprueba siempre la normativa aplicable.
  • Como empresario, si en tu oficina ya existe una «política de animales de compañía» que permite a los empleados llevar sus mascotas al lugar de trabajo, puedes plantearte cómo puede afectar esto a los empleados que tienen animales de servicio. Puedes discutir las implicaciones y precauciones con el cuidador ciego o con baja visión.
  • Dirígete siempre primero al empleado, no a su perro. Aunque resulte tentador reconocer primero al animal, es esencial recordar que sirve como ayuda a la movilidad en la que el empleado confía para una navegación segura.
  • Si un animal de servicio es perturbador, aborda el problema directamente con el adiestrador y trabaja con RRHH si es necesario.

Mitos y malentendidos comunes

Los empresarios y los compañeros de trabajo suelen tener buenas intenciones, pero la desinformación sigue siendo habitual. Uno de los mayores mitos es que un perro guía «sabe» adónde ir sin indicaciones. En realidad, el adiestrador da señales verbales y físicas, y el perro responde: es trabajo en equipo, no piloto automático.

Otro malentendido común es que el guía nunca debe cometer errores. Incluso los perros mejor adiestrados pueden distraerse o juzgar mal un obstáculo. Esto es normal y no significa que no esté haciendo su trabajo.

Algunas personas también creen que un guía está siempre «de servicio». De hecho, muchos adiestradores permiten que sus cachorros se relajen e interactúen socialmente cuando están sin arnés. Pregunta siempre antes de acariciarlo, y respeta los deseos del adiestrador.

Por último, a veces la gente se pregunta si los perros guía son infelices trabajando. En realidad, les encanta trabajar. Guiar a su adiestrador les proporciona estimulación mental, ejercicio y un fuerte vínculo con su persona. Comprender estas realidades ayuda a derribar barreras y fomenta la confianza, el respeto y la comunicación abierta en tu lugar de trabajo.

Apoyar a los compañeros

Los empresarios y los compañeros de trabajo pueden ayudar a crear un entorno de apoyo:

  • De nuevo, recuerda hablar directamente con el empleado, no con el animal.
  • Nunca acaricies, alimentes ni distraigas al perro mientras esté trabajando, y pide siempre permiso si no lleva arnés.
  • Comprende que los perros guía no son perfectos; pueden cometer errores, y no pasa nada.
  • Si vas a organizar una reunión en un lugar nuevo o desconocido, consulta con el responsable para ver si desea ayuda para encontrarlo.

Etiqueta del visitante

No sólo los compañeros de trabajo tienen que entender la etiqueta: también los visitantes, los clientes y los proveedores. Puedes colocar un pequeño cartel en la recepción para recordar a los visitantes que no deben acariciar ni dar de comer a los animales de servicio. Si un invitado intenta interactuar con el perro, redirígele amablemente y explícale que está trabajando. Unos simples recordatorios ayudan a proteger la concentración y la seguridad del equipo de perros guía.

Preparación para emergencias

Planifica las emergencias. Al considerar simulacros de incendio, evacuaciones u órdenes de refugio en el lugar, es esencial tener en cuenta cómo navegarán con seguridad los equipos de perros guía.

Es útil realizar simulacros de práctica que incluyan equipos de perros guía para que todos sepan qué esperar. Si en tu oficina se realizan periódicamente simulacros de incendio o de condiciones meteorológicas adversas, comprueba con el empleado que las rutas son seguras para su perro. Algunos adiestradores prefieren la ayuda de un colega de confianza, mientras que otros se las arreglan de forma independiente. Una comunicación clara y la práctica pueden evitar confusiones o distracciones involuntarias durante acontecimientos reales.

El día de Katie: El picnic de empresa

Katie y su adiestrador asistieron una vez a un picnic de empresa en un lugar desconocido. Navegar entre la multitud, las escaleras y la cola del bufé planteó nuevos retos. Su adiestrador pidió ayuda a un compañero para localizar la comida, un simple acto de trabajo en equipo que hizo más cómoda la experiencia.

A menudo la gente quiere compartir bocadillos con Katie o acariciarla durante los actos. Su adiestrador les recuerda amablemente que está trabajando y necesita concentrarse. A veces los nuevos compañeros no se dan cuenta de esto, así que un recordatorio amable ayuda a que todos entiendan la etiqueta del perro guía.

Después del evento, el supervisor de Katie comprobó que la manipuladora se sentía cómoda. Este atento seguimiento es un gran ejemplo de empleador que apoya a su equipo escuchando y siendo proactivo.

Conclusión

Tanto si eres directivo, profesional de RRHH o compañero de trabajo, entender cómo interactuar adecuadamente con un equipo de perros guía ayuda a crear un lugar de trabajo accesible, respetuoso y solidario. Al aprender los principios básicos de la etiqueta de los perros guía y las mejores prácticas de alojamiento, no sólo cumples la ley, sino que contribuyes a crear un entorno en el que todos puedan prosperar.

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