Cómo enseñar a tu hijo a defenderse a sí mismo

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La autodefensa es una habilidad fundamental que tu hijo utilizará para comunicar eficazmente sus necesidades y preferencias. Cuando los niños aprenden a hablar por sí mismos, se convierten en participantes activos en su educación y en su vida cotidiana. Esto es especialmente importante para los niños ciegos o con baja visión.

Estrategias para enseñar autodefensa

Ayudar a tu hijo a desarrollar habilidades de autodefensa empieza pronto y sigue evolucionando. Considera la posibilidad de incorporar las siguientes estrategias a las rutinas diarias.

Empieza pronto y practica con regularidad

  • Incorporar a las actividades diarias:
  • En los restaurantes, proporciona a tu hijo distintas formas de acceder al menú: un teléfono para ampliar la letra o leer la pantalla del sitio web, una aplicación que pueda leer el menú, una lupa portátil o pedirte que lo leas tú si no hay una opción en braille.
  • En las tiendas, deja que tu hijo pida ayuda a los empleados cuando no encuentre algo que busca.
  • Desarrolla un kit de herramientas de autodefensa:
  • Crea un guión sencillo que tu hijo pueda utilizar para solicitar o rechazar ayuda (por ejemplo: «No, gracias, puedo hacerlo yo» o «Necesito mi monocular, por favor»).
  • Comenta con tu hijo frases sencillas que pueda utilizar para describir su ceguera o baja visión si o cuando los desconocidos le pregunten por una herramienta que utilice.

Escenarios comunes de juego de rol

  • Practica en casa:
  • Simula situaciones con las que tu hijo podría encontrarse en la escuela, como la necesidad de trasladarse a un espacio donde pueda ver mejor, el uso de tecnología de apoyo en momentos apropiados o la petición de ayuda durante el almuerzo para abrir un recipiente.
  • Por ejemplo, representa un escenario en el zoo en el que tu hijo pueda decir: «¿Podemos acercarnos para ver a los animales?» o elegir entre dos opciones que le des.
  • Sesiones de juegos de rol entre hermanos:
  • Los hermanos suelen ofrecer muchas oportunidades para que tu hijo practique sus habilidades de autodefensa. Aunque te vuelvas loco cuando discuten, proporcionan oportunidades reales para que tu hijo se defienda. Trabajar las habilidades de comunicación de sentimientos y necesidades e incluso la negociación puede practicarse durante estos momentos.

Fomentar el intercambio de información

  • Enséñales a explicar sus necesidades:
  • Ayuda a tu hijo a elaborar una breve explicación de su discapacidad visual que pueda utilizar cuando pida ayuda.
  • Por ejemplo: «Tengo baja visión, así que necesito sentarme más cerca».
  • Modelo de autodefensa:
  • Demuestra autodefensa en tus propias interacciones. Cuando pidas comida o hagas peticiones, verbaliza tus necesidades con claridad.
  • Discute y modela estas interacciones con tu hijo para que entienda por qué y cómo te impones.

Aprovechar la tutoría entre iguales y las redes de apoyo

  • Conecta con modelos de conducta:
  • Anima a tu hijo a relacionarse con alumnos mayores o adultos con discapacidad visual que puedan compartir sus experiencias de autodefensa.
  • Asiste a talleres de defensa o a grupos de apoyo a padres para intercambiar ideas y recursos.
  • Utiliza los recursos en línea:
  • Explora sitios web y foros como APH FamilyConnect para obtener más consejos e historias de éxito.
  • Las redes sociales pueden ser otro recurso para encontrar familias y personas que puedan compartir sus experiencias como personas con ceguera o familias que defienden a su hijo.
  • Tutoría en la escuela:
  • Trabaja con la escuela de tu hijo para crear oportunidades de tutoría en las que los compañeros que se autodefienden con éxito compartan sus estrategias en el aula.

Consejos adicionales para los padres

  • Documéntate y reflexiona:
  • Lleva un diario de los momentos de autodefensa: lo que funcionó, lo que supuso un reto y las áreas que se pueden mejorar.
  • Utiliza estas reflexiones para ajustar las estrategias y celebrar los progresos.
  • Proporciona información coherente:
  • Después de cada intento de autodefensa, ofrécele comentarios constructivos. Elogia a tu hijo por su esfuerzo, aunque el resultado no sea el deseado.
  • Discute estrategias sobre qué hacer cuando tu hijo haya defendido una necesidad que no haya salido como pedía.
  • Colabora con los educadores:
  • Colabora estrechamente con los profesores de tu hijo para asegurarte de que comprenden y apoyan su necesidad de defenderse por sí mismo.
  • Comparte ejemplos de autodefensa exitosa y pide a los profesores que dejen tiempo para que tu hijo practique estas habilidades durante la clase.

Es un Proceso

Recuerda que la autodefensa llevará tiempo y práctica y crecerá con tu hijo. A medida que evolucione su lenguaje, también lo hará su autodefensa. Habrá momentos en que tu hijo sea más directo y otros en que dé más justificaciones y razonamientos. Estate ahí para apoyar la evolución de sus habilidades de autodefensa y comparte su éxito y apoyo cuando lo necesite.

Preguntas Frecuentes

¿Cuándo debo empezar a enseñar a mi hijo a defenderse por sí mismo?

Empieza ya en la guardería o en el primer curso animando a tu hijo a expresar sus necesidades durante las actividades cotidianas. La práctica temprana crea una confianza que puede trasladarse a años posteriores.

¿Qué pasa si mi hijo se siente tímido o vacila a la hora de hablar?

Sé paciente y dale ánimos con suavidad. Sé un modelo de autodefensa en tu propio comportamiento, crea un entorno de apoyo y considera la posibilidad de poner a tu hijo en contacto con mentores que puedan compartir sus experiencias y estrategias.

¿Cómo puedo implicar a los educadores en el apoyo a la autodefensa de mi hijo?

Comunícate abiertamente con los profesores sobre las necesidades de tu hijo y comparte las estrategias que funcionan en casa. Pide oportunidades para que tu hijo practique la autodefensa en clase y proporciónale actualizaciones periódicas sobre sus progresos.