Enseñar a su hijo a defenderse a sí mismo
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La tarea de la mañana para la clase de tercer curso de Kassandra consistía en elegir una de las imágenes del tablón de anuncios que mostraba varias escenas de distintas comunidades centroamericanas. A continuación, los alumnos debían responder a una serie de preguntas sobre la escena elegida que el profesor había escrito en la pizarra. Kassandra había olvidado su monocular y no quería llamar la atención levantándose y acercándose al tablón de anuncios y a la pizarra. Odiaba la idea de que sus compañeros la miraran fijamente, y temía que, si explicaba su situación a la profesora, la metieran en un lío por haberse olvidado el monocular. Así que se sentó en su escritorio y escribió lo que esperaba que fuera la información correcta.
Kassandra no es como muchos niños con problemas oculares: No quiere ser diferente ni llamar la atención. Así que en lugar de hablar y pedir acceso a la información del tablón de anuncios y la pizarra -es decir, abogar por sí misma- se pierde algo. Su hijo también puede perder oportunidades de hacer saber a los demás lo que necesita para aprender mejor.
Cuándo y cómo enseñar la autodefensa
Todos necesitamos aprender a comunicar lo que es importante para nosotros, y la escuela primaria es un buen momento para empezar a ayudar a su hijo a sentirse cómodo hablando por sí mismo. Esta habilidad suele ser más difícil de adquirir más tarde, durante la preadolescencia y la adolescencia. Ya desde la guardería o el primer curso, puede guiar a su hijo para que exprese sus necesidades y preferencias en las actividades cotidianas. Por ejemplo, en lugar de leerle el menú en un restaurante, espere a que le pregunte cuáles son las opciones. Cuando vayan juntos a la tienda, pídale que pregunte al dependiente dónde encontrar sus cereales favoritos para el desayuno. A continuación, exprese su opinión sobre la interacción. ¿Hablaron alto para que el secretario pudiera oírles, miraron al secretario mientras hablaban y recibieron con precisión la información que éste les facilitó?
En otras situaciones, deje que proponga sus propias sugerencias. Por ejemplo, si están en el zoo y sabe que no puede ver lo que hacen los animales, pregúntele qué cree que pueden hacer los dos. Puede que le digan que puede acercarse más o que puede utilizar el monocular. Si no, puede darle dos opciones y pedirle que elija la que prefiera. Este tipo de oportunidades les permitirá empezar a practicar la autodefensa mientras usted está ahí para apoyarle.
Juegos de rol
Intente anticipar las situaciones en las que tendrá que defender sus propias necesidades y represéntelas. Si su hijo se une a una tropa Brownie, por ejemplo, ayúdele a practicar preguntando a la líder si puede sentarse lo suficientemente cerca para ver la demostración de costura o a intentar la actividad junto con la líder porque no puede ver la demostración. Representar situaciones que pueden surgir en la escuela, como no poder ver la pizarra, preguntar al empleado de la cafetería qué opciones hay para comer o pedir a un compañero que le ayude a encontrar su mochila porque la han cambiado de sitio.
Parte de lo que su hijo necesita aprender para abogar por sí mismo es qué información compartir sobre su discapacidad visual. A menudo, cuando su hijo pide información o ayuda a un desconocido o a un conocido casual, es posible que esa persona no entienda por qué necesita ayuda. En estos casos, es importante que su hijo sea capaz de explicar por qué necesita ayuda.
Además de dar a su hijo oportunidades para comunicarse y obtener lo que necesita, es útil que le explique la importancia de hacer valer lo que le importa a lo largo de su vida. Expresando sus propias preocupaciones y preferencias en su presencia y hablando de este comportamiento, puede ayudar a su hijo a desarrollar sus propias habilidades y comportamientos para obtener lo que quiere o necesita. Pasar tiempo con modelos de conducta puede ser otro apoyo útil para su hijo. Hablando con niños mayores o adultos con ceguera o baja visión, pueden descubrir cómo abogan por sí mismos y qué cuentan a los demás sobre su afección ocular.