Prepararse para visitar al oftalmólogo

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Visita al oftalmólogo: aspectos básicos

Visitar al oftalmólogo puede ser estresante. A todos nos preocupa ir al oftalmólogo y más aún si tenemos un motivo de preocupación. Dicho esto, nos gustaría darle las siguientes sugerencias que hemos aprendido a través de nuestras propias experiencias personales colectivas:

  • Vaya acompañado por alguien de confianza que pueda escuchar y hacer preguntas. A veces, uno se angustia tanto por el diagnóstico que deja de escuchar a causa del disgusto.
  • Venga con preguntas de antemano. Cuantas más preguntas haga, más informado estará.
  • Pregunte si puede grabar la visita. La cantidad de información nueva puede ser abrumadora y esto le permite asimilarla a su propio ritmo.
  • Sea asertivo. Los oftalmólogos pueden estar muy ocupados y tener muchos pacientes, por lo que a veces no le informan los resultados a tiempo. Esperar puede hacerlo sentir poco importante e incluso enfadarse. Así que mantenga la calma y llámelo.
Tenga registro de las citas con un calendario de letra grande
Tenga registro de las citas
con un calendario de letra grande.
  • Participe en la programación de las citas. Las consultas y pruebas periódicas suelen formar parte del diagnóstico y seguimiento de la evolución de una afección ocular. Si es posible, pida que las programen juntas y asegúrese de que los resultados de la prueba estén listos cuando acuda a la cita con el especialista. La información puede perderse entre las consultas de los médicos y los laboratorios.
  • Prepárese para que le pongan gotas en los ojos. Esto puede ser aterrador e incómodo si nunca se lo hicieron antes. Pregunte también para qué sirven las gotas y qué efectos secundarios puede esperar, como lagrimeo, visión borrosa y sensibilidad al resplandor.
  • Infórmese sobre la afección de sus ojos. Recopile información sobre su afección ocular de fuentes acreditadas e investigue las opciones de tratamiento. Forme una base de conocimientos para hacer buenas preguntas y tomar decisiones a conciencia. Cuando encuentre algo que le suene correcto, pregúnteselo a su médico para que se lo aclare mejor o para verlo más a fondo.
  • No dejará de ser quien es. Recuerde que usted logró llegar a esa cita, aunque salga con la noticia de una ceguera o visión reducida permanentes. Puede seguir llevando una vida productiva y que valga la pena con las herramientas, la formación y los recursos adecuados.
  • Abogue por usted mismo. A veces no existen tratamientos eficaces para su afección ocular y puede asustarse o enfadarse. Intente aprovechar esta energía emocional para resolver problemas y realizar esfuerzos para abogar por usted mismo y atender sus necesidades inmediatas.

La visita al oftalmólogo

  • Pida privacidad. Si lo ayudan a rellenar formularios que requieran información confidencial, pida una habitación o un espacio donde pueda hacerlo en privado.
  • Tenga en mente que la espera puede ser larga. Tenga en cuenta que el proceso para recibir un diagnóstico completo puede requerir de muchas pruebas y múltiples visitas. Las citas suelen ser largas y agotadoras. Prepárese para esperar bastante tiempo.
  • Gestione su tiempo de espera. Considere la posibilidad de llevarse música tranquila y auriculares o un audiolibro para ocupar su mente mientras espera su turno. Este tipo de distracciones pueden ayudarlo a manejar el tiempo de espera y la ansiedad.
Audrey Demmitt con gafas de sol y gotas para los ojos.
Mentora de pares Audrey
Demmitt con
gafas de sol absorbentes
y gotas para los ojos después de
su examen ocular.
  • Sepa que es posible que deban dilatarle los ojos. Es probable que le dilaten los ojos con gotas para realizar un examen oftalmológico completo y exhaustivo. Es probable que vea las luces más brillantes, sienta molestias y tenga la visión borrosa. Lleve las gafas de sol que prefiera para mayor comodidad.
  • Sepa que serán directos al decirle las cosas. Los oftalmólogos tienen una valiosa experiencia y grandes conocimientos científicos, pero su tacto emocional podría no ser el mejor. A menudo, estos especialistas trabajan en consultas y centros de investigación grandes y con mucha gente. Tenga en cuenta que algunos médicos son más directos que amables. Eso no significa que no les importe.
  • Busque apoyo. Es posible que diagnosticar su enfermedad lleve su tiempo. Dado que tal vez deba pasar por muchos especialistas para obtener un diagnóstico definitivo, es posible que tenga que encontrar una forma de sobrellevar la incertidumbre. Es posible que necesite una fuente de apoyo emocional por fuera de su familia, como un consejero, un grupo de apoyo o un médico de familia con el que se sienta cómodo.
  • Consulte los plazos. Consulte por los plazos estimados para la evolución de la enfermedad y qué puede esperar. Si padece de una enfermedad ocular degenerativa, recuerde que el deterioro de su visión puede no ser total y progresar gradualmente. Puede que le queden muchos años de visión útil y tendrá tiempo para adaptarse y ajustarse.
  • Pida explicaciones. Pídale al médico que le explique el patrón de pérdida de visión que experimenta y qué miden las pruebas para poder analizar lo que implica su trastorno ocular. Pregunte específicamente si puede conducir con seguridad y si se lo considera ciego legal según los resultados de la prueba.
  • Pida ayuda. Es posible que el personal en la consulta del médico no se dé cuenta de que necesita ayuda para desplazarse por el consultorio. No tenga miedo de pedir ayuda para que lo acompañen hasta el baño.

Una vez finalizada la visita

  • Investigue. Una vez que tenga un diagnóstico, es una buena idea hacer su investigación antes de su próxima visita para que pueda hacer preguntas específicas relacionadas con su enfermedad ocular y el tratamiento.
  • Utilice información fiable. Recuerde que no todo lo que lee en Internet está basado en hechos, por lo que debe asegurarse de utilizar fuentes de información fiables y validarlas a través de sitios web respetados a nivel nacional, como el Instituto Nacional del Ojo, EyeSmart y el sitio web de información para el paciente de la American Academy of Ophthalmology.
  • Abogue por usted mismo Es posible que deba abogar por el tratamiento que necesite ante su compañía de seguros o su médico. Recuerde que es su vista y tiene derecho a luchar por lo suyo. Sepa cómo abogar por usted mismo.
  • Investigue las opciones de tratamiento. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos, inyecciones, cirugía, dispositivos ópticos, no ópticos y electrónicos para visión reducida. Además, es posible que reúna los requisitos para participar en un ensayo clínico de investigación. Asegúrese de hacer preguntas sobre cada opción que le sugiera el médico.
  • Continúe el seguimiento. Es posible que su médico le dé pocas esperanzas de conservar o recuperar la visión. Por lo tanto, es posible que se vaya sin darse cuenta de que sigue siendo importante estar atento a la aparición de nuevos síntomas o cambios en la visión. Hay otras afecciones a las que hay que estar atento, como el glaucoma, las cataratas, la degeneración macular y la retinopatía diabética, que son tratables. Por lo tanto, pregúntele a su médico sobre su necesidad de seguimiento y asegúrese de asistir a esas citas. También puede pedir una segunda opinión si se queda con dudas.
  • Recuerde que hay vida después de la ceguera o la visión reducida. El objetivo de VisionAware es darle esperanza, ayuda y recursos para avanzar frente a la pérdida de la visión. Quizá le interese leer el artículo de Audrey Demmitt sobre cómo lidiar con la noticia, en el que habla de las etapas del duelo que se producen al perder la visión.
  • Manténgase en contacto. Considere la posibilidad de ponerse en contacto con un grupo de apoyo para la pérdida de la visión, que puede desempeñar un papel importante en su adaptación a la ceguera/visión reducida.

por los asesores de VisionAware