Diversiones familiares de otoño para planificar con tu hijo discapacitado visual

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La llegada del otoño trae consigo muchas experiencias maravillosas para los niños ciegos o con baja visión. La estación ofrece oportunidades perfectas para explorar el mundo a través del tacto, el gusto y el olfato. Ya sea disfrutando de la dulzura de una manzana recién cogida, paseando por el bosque y sintiendo el crujido de las hojas bajo los pies, o explorando la superficie rugosa y llena de baches de las calabazas en un huerto, estas actividades hacen que el otoño sea especial. Además, permiten a tu hijo conectar con la naturaleza de forma significativa y memorable.

Recogida de manzanas

Es probable que tu hijo haya disfrutado del dulce crujido de una manzana fresca o haya saboreado el reconfortante calor de la compota de manzana con canela y especias. Pero, ¿han vivido alguna vez el viaje del árbol a la mesa? ¿Sabe cómo crecen las manzanas, cómo se recolectan o qué se siente al explorar un manzano? El otoño es la estación perfecta para introducir a tu hijo ciego o con baja visión en las maravillas de un manzanar, involucrando todos sus sentidos durante esta experiencia.

Preparación para la aventura del huerto

Antes de salir a la aventura del huerto, aquí tienes algunos consejos para garantizar una experiencia satisfactoria y accesible para tu hijo:

  • Elegir el huerto adecuado: Busca huertos que sean acogedores para todas las familias, con personal familiarizado con la acogida de niños discapacitados. Es una ventaja que el huerto ofrezca actividades adicionales, como paseos en carro de heno o en tractor, que pueden ser experiencias sensoriales emocionantes.
  • Consideraciones sobre accesibilidad: Asegúrate de que el huerto dispone de caminos e instalaciones accesibles. Llama con antelación para informarte sobre el terreno: algunos huertos tienen terrenos irregulares, lo que puede requerir una planificación o un equipo adicionales, como un par de zapatos resistentes y un bastón u otra ayuda para la movilidad.
  • Prepara a tu hijo: Antes de la visita, habla con tu hijo sobre lo que le espera. Podrías introducir el concepto de huerto utilizando libros o maquetas táctiles o explorando el exterior.

Explorando el huerto: Una expedición sensorial

Los niños ciegos o con deficiencias visuales pueden necesitar explicaciones adicionales y tiempo para procesar y explorar durante su estancia en un huerto. Si es posible, deja tiempo extra para conectar con miembros del personal que expliquen y muestren el proceso entre bastidores. Con el tiempo que preparaste para esta aventura, tu hijo sin duda profundizará en su comprensión del otoño explorando, participando y disfrutando de su tiempo en el huerto.

Mientras exploráis el huerto, anima a tu hijo a:

  • Toca y siente: Deja que pasen los dedos por la corteza rugosa y escamosa de los árboles, abracen los troncos, sientan la forma y la textura de las hojas y recojan manzanas directamente de las ramas. Estas experiencias táctiles les ayudan a formarse una imagen mental del huerto y sus árboles.
  • Huele los aromas del otoño: Anima a tu hijo a oler el aroma terroso de la tierra, el aroma de las manzanas y los demás olores que llenan el aire del huerto. Comenta cómo se compara el olor de una manzana en el árbol con el de una manzana en la cocina.
  • Escucha y participa: Escucha el susurro de las hojas, el sonido de las manzanas al caer en las cestas o el zumbido de las abejas que visitan las flores. Todos estos sonidos forman parte del entorno único del huerto.
  • Prueba la frescura: Deja que tu hijo pruebe una manzana recién cogida del árbol: es una experiencia diferente a comerse una de la tienda. La frescura realza el crujiente, la jugosidad y el sabor, y es una forma estupenda de conectar el gusto con otras experiencias sensoriales.

Mientras exploras, entabla una conversación con tu hijo:

  • ¿Qué notas?
  • ¿Qué te preguntas?
  • ¿Te recuerda a algo más?

Estas preguntas animan a tu hijo a pensar de forma crítica, a desarrollar la curiosidad y a establecer conexiones, habilidades esenciales para comprender y aprender sobre el mundo.

Llevar la experiencia a casa

Una vez que hayas salido del huerto, el aprendizaje no tiene por qué detenerse. Continúa la exploración en casa:

  • Haz preguntas reflexivas: Anima a tu hijo a reflexionar sobre su experiencia. Pregúntale cómo era la corteza del árbol, cómo eran las hojas en comparación con otras que haya tocado o si la tierra tenía un olor familiar. Estas reflexiones pueden ayudarles a consolidar su aprendizaje y a establecer conexiones con experiencias pasadas.
  • Exploración creativa: Si a tu hijo le gusta dibujar o crear, puedes pedirle que ilustre o esculpa su idea de un manzano utilizando lo que ha aprendido en el huerto. O, si lo prefieren, podéis hornear juntos una tarta con las manzanas que hayáis recogido, convirtiendo la experiencia en una divertida lección práctica sobre cómo seguir instrucciones y medir ingredientes.
  • Conexiones con historias: Relaciona la experiencia con historias o personajes conocidos que tengan que ver con manzanas o árboles. Esto puede hacer que la excursión sea aún más significativa al vincularla a relatos que ya conocen.

Recuerda que cada conexión que tu hijo establezca entre sus experiencias y conocimientos es un bloque de construcción en su viaje de aprendizaje. Visitar un huerto ofrece una oportunidad única de conectar la manzana dura y lisa del frigorífico con el manzano vivo y que respira en el huerto: una experiencia poderosa y memorable.

Explorando el bosque: Una excursión sensorial otoñal

El otoño es una época de transformación en la naturaleza, lo que la convierte en una estación ideal para una excursión sensorial por el bosque con tu hijo ciego o con baja visión. El aire fresco, el crujido de las hojas bajo los pies y los olores del bosque crean un rico entorno sensorial que puede ser calmante y vigorizante.

Preparación para la Caminata

  • Seleccionar un sendero: Elige un sendero que sea accesible y adecuado a las capacidades de tu hijo. Busca senderos en buen estado con características naturales que puedan explorarse con seguridad.
  • Qué llevar: Empaca una bolsa pequeña con elementos esenciales como agua, tentempiés y un mapa táctil del sendero, si está disponible. Incluye una lupa u otras herramientas que puedan mejorar la exploración de tu hijo.
  • Actividades previas a la excursión: Habla sobre lo que podrías encontrarte en la excursión. Puedes incluso explorar una hoja, una piña o un trozo de corteza en casa para familiarizar a tu hijo con las texturas que probablemente experimentará en el sendero.

En el camino: Atraer los sentidos

Mientras camináis juntos, anima a tu hijo a explorar el entorno:

  • Toca las texturas: Haz que tu hijo sienta la corteza rugosa de distintos árboles, la suavidad de una roca o la blandura del musgo. Discute sus diferencias y pídele que compare estas texturas con objetos que ya conozca.
  • Escucha los Sonidos: Los bosques están llenos de sonidos, sobre todo en otoño. Anima a tu hijo a escuchar el viento en los árboles, el susurro de las hojas y las llamadas de los pájaros u otros animales salvajes. Hablad de cómo cambian estos sonidos según el lugar del sendero en que os encontréis.
  • Huele la Tierra: El aroma de la tierra húmeda, las hojas caídas y las agujas de pino son olores característicos de los bosques otoñales. Anima a tu hijo a respirar hondo e identificar los distintos olores mientras camináis.
  • Recoge y crea: Si el sendero lo permite, recoge algunos objetos pequeños como hojas, bellotas o piñas para llevártelos a casa. Más tarde, puedes utilizar estos tesoros naturales en un proyecto de manualidades, creando un recuerdo táctil de tu excursión.

Durante tu excursión otoñal, haz preguntas a tu hijo para que desarrolle aún más el lenguaje y las habilidades conversacionales:

  • ¿Cuáles son algunos de los diferentes sonidos que oyes? ¿Puedes intentar hacerlos?
  • Inventemos una historia sobre los animales de la zona. ¿Qué hacen? ¿Cómo es su casa? ¿Quiénes son sus amigos?
  • ¿Dónde hay otros lugares a los que te gustaría ir de excursión? ¿Senderismo más cálido, más frío, más empinado, más llano?

Reflexionar sobre la experiencia

Después de la caminata, tómate un tiempo para reflexionar sobre el día:

  • Discute la experiencia: Pregunta a tu hijo qué le ha parecido más interesante o sorprendente. ¿Le gustó el tacto de las hojas o el sonido de los pájaros? Esta conversación ayuda a reforzar su aprendizaje y aumenta su memoria sensorial.
  • Crea un Diario de la Naturaleza: Si a tu hijo le gusta escribir o dibujar, ayúdale a crear un diario de la naturaleza para anotar sus experiencias, sentimientos y los objetos que ha recogido.

Visitar un huerto de calabazas: Una experiencia práctica de la cosecha

Otra actividad clásica del otoño es visitar un huerto de calabazas. Es una excursión divertida y una forma estupenda de que tu hijo experimente las texturas, formas y olores del otoño de una forma muy práctica.

Antes del Parche: Prepararse

  • Elegir el huerto: Busca un huerto de calabazas que ofrezca algo más que calabazas: muchos tienen paseos en heno, laberintos de maíz y otras actividades que pueden mejorar la experiencia. Asegúrate de que sea accesible y familiar.
  • Presentación previa de las calabazas: Introduce a tu hijo en el mundo de las calabazas antes de la visita. Puedes explorar el tacto de una calabaza pequeña, hablar de su peso y textura, e incluso tallar una pequeña juntos en casa para que tu hijo se familiarice con el concepto.

En el huerto de calabazas: Exploración sensorial

Mientras esté en el huerto de calabazas, anima a tu hijo a:

  • Siente las calabazas: Hay calabazas de todas las formas y tamaños. Deja que tu hijo sienta las diferencias entre las calabazas lisas y redondas y las abultadas y de formas extrañas. Compara el peso de las distintas calabazas para ver cómo pesan.
  • Explora el huerto: Pasear por las hileras de calabazas ofrece la oportunidad de sentir la tierra bajo sus pies y explorar el entorno. Deja que tu hijo toque las enredaderas, sienta las hojas y huela la tierra fresca.
  • Participa en actividades: Si el huerto de calabazas ofrece paseos en carro de heno o laberintos de maíz, pueden ser experiencias sensoriales emocionantes. El tacto del heno, el olor del aire fresco y los sonidos de la granja contribuyen a la aventura.

Cuando estés explorando y eligiendo la calabaza perfecta, considera la posibilidad de hablar con tu hijo:

  • Las calabazas son todas muy diferentes; ¿qué hace que la calabaza que has elegido sea la perfecta para ti?
  • ¿Qué tamaño crees que tiene la calabaza más grande? ¿Qué harías con una calabaza tan grande?
  • ¿Qué cosas podríamos hacer con las calabazas? ¿Qué tal un proyecto artístico? ¿Tostamos las semillas y nos las comemos?

Después del Parche: Continuar la diversión

Después de elegir tus calabazas, la diversión no tiene por qué terminar:

  • Tallar o decorar: Una vez en casa, podéis tallar juntos las calabazas, dejando que tu hijo ayude a sacar las semillas y a sentir el interior de la calabaza. Si tallar no es lo ideal, considera la posibilidad de pintar o decorar las calabazas con materiales táctiles como hilo, botones, tela u otras pegatinas táctiles.
  • Cocinar con calabazas: Utiliza las calabazas que has traído a casa para hacer una tarta, una sopa o semillas asadas. Esto amplía la experiencia sensorial a la cocina y ofrece una deliciosa recompensa por las actividades del día.
  • Hora del cuento: Incorpora los acontecimientos del día a un cuento, tal vez inventando una historia sobre la calabaza que has traído a casa o leyendo un libro que trate sobre calabazas o cosechas otoñales. Esto ayuda a solidificar la experiencia y la vincula a conceptos narrativos.

Diversión otoñal

Cada estación ofrece nuevas experiencias. Tal vez en tu ciudad o en una ciudad cercana se celebren festivales de otoño, conciertos u otras formas de relacionarse con la comunidad. Lleva tiempo planificar y ser intencionado en tus salidas, pero merece la pena el trabajo de preparación para garantizar que tu hijo con discapacidad visual disfrute de las actividades del otoño.