Cómo favorecer el desarrollo de habilidades alimentarias en niños con discapacidades múltiples

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Aprender a comer y beber puede ser un desafío para muchos niños con necesidades complejas, como ceguera o visión reducida. La forma en que su hijo/a responde a la comida puede verse afectada por diversos factores, como afecciones médicas, capacidades físicas o resistencia a probar nuevos alimentos por su textura o sabor.

Los miembros del equipo educativo de su hijo/a a menudo tendrán información importante y sugerencias sobre cómo pueden trabajar juntos en objetivos específicos que ayudarán a su hijo/a a desarrollar habilidades en esta área. Es importante que consulte con el equipo médico de su hijo/a para obtener información específica sobre qué bebidas y alimentos debe o no debe probar. Además, los terapeutas ocupacionales y los logopedas suelen tener formación para ayudar a los niños con necesidades complejas a aprender a comer y beber.

Los niños necesitan aprender muchas habilidades para comer y beber de forma independiente. Esperar que su hijo/a las aprenda todas a la vez probablemente no sea algo realista. En su lugar, pruebe con una o dos habilidades específicas para aprender a realizarlas de forma más independiente.

Por otro lado, en lugar de intentar enseñarle la habilidad de golpe, piense en hacerlo/a participar de forma parcial en muchos de los aspectos de la hora de comer. La participación parcial consiste en que usted hace algunos pasos del proceso y él/ella hace otros. Con el tiempo, puede aumentar gradualmente el nivel de participación de su hijo/a durante las comidas.

Ayuda para comer

  • Deje que su hijo/a se alimente primero con los dedos antes de introducir los cubiertos.
  • Empiece con alimentos o bebidas que le gusten a su hijo/a para aumentar la motivación.
  • Asegúrese de que su hijo/a se sienta seguro físicamente. Trabaje con un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta para analizar las mejores opciones de asiento. Aportarán ideas sobre cómo colocar o estabilizar a el/la niño/a en una silla, para no tener que preocuparse por las caídas o tener que concentrarse en las habilidades para sentarse.
  • Colóquese detrás de su hijo/a cuando lo ayude o le enseñe a hacer algo.
  • Utilice la técnica de la mano bajo la mano cuando guíe a su hijo/a mientras come.
  • Coloque un espejo delante de usted y de su hijo/a para que pueda ver su boca con más facilidad.
  • Incluya a su hijo/a en las comidas familiares, aunque no esté comiendo en ese momento, para que forme parte de la interacción social.

Es posible que los miembros del equipo educativo le recomienden algunos elementos que ayuden a su hijo/a a desarrollar habilidades para comer y beber con menos ayuda. Estos elementos pueden incluir los siguientes:

  • utensilios con mangos integrados, más fáciles de agarrar para su hijo/a;
  • platos o cuencos con bordes elevados para que la comida se derrame menos;
  • tazas o botellas con una abertura especial por la que sea más fácil beber;
  • manteles individuales o bandejas antideslizantes sobre los que colocar platos, tazas y utensilios para que sea menos probable que se muevan.

El docente de alumnos con discapacidad visual también puede sugerirles que usted y otros miembros del equipo ayuden a su hijo/a a adquirir habilidades para aprender a comer sin ayuda. El uso del color, el contraste, las señales táctiles, la textura, la posición y el sonido pueden aumentar la independencia de su hijo/a a la hora de comer.

Color

Algunos niños, sobre todo los que padecen una deficiencia visual cortical, se sienten atraídos por determinados colores, como el rojo o el amarillo. Incorporar el color preferido de su hijo/a a las rutinas de las comidas puede aumentar el conocimiento de los alimentos y otros elementos a la hora de comer y estimular su participación.

Contraste

Si su hijo/a tiene visión reducida, será útil proporcionarle un contraste entre el color de la comida y el del plato o cuenco. Por ejemplo, es mucho más fácil ver el puré de papas cuando se coloca en un plato de color oscuro que en uno blanco.

Además, mire a la altura de los ojos los objetos que hay en la mesa o en la bandeja de su hijo/a a la hora de comer. ¿Está su hijo/a frente a una pared muy cargada y le resulta difícil ver una taza en contraste con las flores del papel pintado? Si es así, plantéese cambiar a su hijo/a de sitio en la mesa del comedor o cubrir el papel pintado con una lámina de un color puro.

Indicaciones táctiles

Es posible que su hijo/a se resista a la hora de comer porque le da miedo o es imprevisible si no puede ver lo que intenta ayudarlo/a a comer o beber. Las rutinas de las comidas y las indicaciones táctiles ayudarán a su hijo/a a anticipar lo que va a ocurrir a continuación.

Textura

El uso de texturas puede ayudar a su hijo/a a la hora de comer. Si su hijo/a está aprendiendo a sacar su propia bebida de la nevera, por ejemplo, puede ponerle una goma elástica alrededor del asa del jugo que prefiera. Luego, podrá utilizar el sentido del tacto para distinguir este recipiente de otro similar que contenga el té helado.

Posicionamiento

Considere dónde colocar las cosas para ayudar a maximizar la independencia a la hora de comer. Por ejemplo, si su hijo/a ve mejor con el ojo izquierdo, preséntele la comida que quiere que vea por ese lado. Si su hijo/a se ve atraído por el movimiento, mueva su taza con la mano para captar su interés y fomentarlo/a a que lo alcance.

Sonido

Algunos niños responden a sonidos diferentes y les resultan motivadores. Si es el caso de su hijo/a, puede intentar golpear el objeto que quiere que mire o alcance para llamar su atención. A otros niños el sonido los distrae. Si su hijo/a se sobreestimula con facilidad, considere la posibilidad de reducir el sonido cuando esté comiendo. Tal vez sea mejor apagar el ruido de fondo, como el de la televisión, o limitar las conversaciones en la mesa.