Presente a su hijo ciego o con baja visión diversos pasatiempos
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Los pasatiempos son algo más que diversión. Permiten que los niños aprendan a su manera. Cuando los niños se involucran en sus intereses, les permite darse cuenta cómo la práctica les lleva a mejorar. También se sienten más seguros de sí mismos.
Los pasatiempos forman diversas aptitudes. Algunas de estas tienen que ver con trabajar con los demás y pensar de forma creativa. Entre ellas están el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la flexibilidad. Otras habilidades son más específicas, como la lectura, la escritura o la jardinería. Las aficiones pueden enseñar varias cosas.
Es maravilloso que su hijo aprenda estas habilidades haciendo cosas que le gustan. De esta manera, no aprenden sólo para un examen o porque tienen que hacerlo. Aprenden porque quieren. Intente mostrarle a su hijo diferentes aficiones. Fíjese cuáles le gustan más.
Hable acerca de lo que su hijo aprende mientras se divierte. Esto les ayuda a comprender mejor. Ayúdale a mejorar sus aficiones. Puede ser practicando, mostrando sus aptitudes con los demás o buscando libros y páginas web sobre lo que les gusta.
Aficiones para mi hijo
- Oriente a su hijo a explorar lo que le gusta utilizando los intereses que su hijo tiene. Pregúntese: «¿Cuáles son las habilidades y curiosidades de mi hijo?
- ¿Qué pasatiempos ofrecerían oportunidades para practicar habilidades o músculos poco desarrollados? Si su hijo es tímido por naturaleza, puede considerar un pasatiempo en grupo. Si su hijo muestra una motricidad fina y gruesa deficiente, puede considerar un pasatiempo de fortalecimiento muscular.
- ¿Qué clubes o actividades sociales hay en su zona?
- ¿De cuánto tiempo dispone su hijo para dedicarse a un pasatiempo o a practicar las habilidades necesarias para esa afición?
Después de decidir que tipo de aficiones le presentara a su hijo, considere cómo se pueden adaptar las aficiones a las habilidades y niveles de destreza únicos de su hijo. Al fin y al cabo, los objetivos son la diversión y el aprendizaje, no la frustración. Por ejemplo, si aprender a tocar el piano es algo que considera que le gustaría a su hijo, quizá pueda trabajar con un maestro de piano para crear objetivos adecuados a su edad y nivel de habilidad.