Habilidades de comunicación social con su hijo/a no vidente o con visión reducida

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Por Carla A. Brooks

El éxito de la comunicación depende en gran medida de lo que vemos a nuestro alrededor. Sin visión, los niños aprenden a reconocer lo que hay en su mundo a través del tacto, el sonido y el lenguaje que les ofrecen los demás. El lenguaje que utilice para ayudar a su hijo/a a comprender y desarrollar sus habilidades comunicativas va más allá de etiquetar lo que ve. Las etiquetas construyen vocabulario, pero describir o incluso traducir a palabras las interacciones sociales es más complejo.

El papel de la visión en contextos sociales

El desarrollo de las habilidades sociales es una de las habilidades fundamentales relacionadas con el desarrollo de la comunicación. A veces, resulta difícil separar lo que es una habilidad social de lo que es una habilidad comunicativa cuando consideramos el desarrollo del lenguaje. Y algo llamado atención conjunta es una de las habilidades más importantes que se requieren para el desarrollo de la comunicación, incluidos el lenguaje receptivo y expresivo y el lenguaje pragmático o habilidades de comunicación social.

Atención conjunta

La atención conjunta puede ser tanto receptiva como expresiva. ¿Qué significa eso? Cuando un adulto utiliza la mirada y, a veces, los gestos y el lenguaje corporal para dirigir la atención de un niño, este “recibe” esa información y mira al objeto/persona/acción al que se hace referencia o se etiqueta. Cuando un niño hace lo mismo para dirigir la atención del adulto, está “expresando” interés por el objeto/persona/acción.

Estas habilidades se desarrollan en la infancia y se mejoran y se vuelven más específicas durante los primeros años de vida. Captar la atención, dirigirla y responder a ella es una habilidad muy poderosa y fundamental. A falta de visión, el lenguaje puede ayudar a los niños a captar y dirigir esa atención.

Términos visuales

Estos son algunos de los términos visuales utilizados para describir las habilidades comunicativas relacionadas con la atención conjunta receptiva y, luego, expresiva:

  • Presta atención y sigue la mirada de otra persona y utiliza los cambios de mirada para llamar la atención.
  • Presta atención a los gestos o movimientos corporales de otra persona y los utiliza para dirigir su atención, compartir su interés o comunicar sus deseos o necesidades.
  • Presta atención a la expresión facial de otra persona y la utiliza para comunicar emociones.
  • Presta atención a objetos, agentes y acciones en el contexto y utiliza la mirada para dirigir la atención, compartir interés o comunicar deseos o necesidades.
  • Presta atención a las acciones realizadas por los agentes sobre los objetos y realiza acciones con objetos y agentes para disfrutar, compartir intereses y comunicar necesidades y deseos.
  • Comparte afectos a través de la mirada y la expresión facial.
  • Toma su turno cuando la otra persona detiene el suyo.
  • Observa la cara o la boca cuando otra persona está hablando.

Consejos para adaptar el lenguaje a la información social

Adaptar el lenguaje para apoyar las interacciones comunicativas sociales de su hijo/a requerirá algo más que etiquetar o incluso describir y relacionar. Tendrá que compensar algunos datos sobre sus intenciones y las de los demás. Y tendrá que hacer algunas deducciones sobre las intenciones de su hijo/a. En otras palabras, ¿qué quiere comunicar? Se denominan intenciones o funciones comunicativas.

Todos tenemos razones para comunicarnos, y son principalmente controlar el comportamiento de los demás (conseguir que hagan lo que queremos) o compartir actividades placenteras y hablar de temas favoritos. Incluso antes de que los niños entiendan o produzcan el lenguaje, pueden comunicarse de forma no verbal. Antes de que su hijo/a pueda comunicar sus intenciones, se produce una etapa de desarrollo. Lógicamente, esto se llama “comunicación preintencional”.

Como padre/madre y cuidador de su hijo/a, observa y escucha para ver si está incómodo o necesita que lo calmen y, automáticamente, satisface sus necesidades. Cuando estén cómodos y contentos, amplíe su tiempo de juego. El llanto, los movimientos corporales y las expresiones faciales comunican esos estados y necesidades.

En la primera etapa intencional, los distintos llantos, movimientos corporales y expresiones faciales de su hijo/a ayudan a que la comunicación sea más específica. Luego, se desarrollan los gestos para que su hijo/a pueda llamar aún más la atención sobre lo que le interesa o quiere.

Cómo mejorar las interacciones sociales

En los niños videntes, la mirada se combina con estos gestos para captar su atención y comunicarle sus necesidades. Es probable que su hijo/a tenga sus propios gestos “personalizados”, pero se le puede enseñar a dar, mostrar e incluso señalar, pero faltará la mirada.

Ayudar a su hijo/a a girarse hacia las voces o la localización de personas u objetos deseados puede ser un objetivo. Y una vez que su hijo/a se encuentre en la fase intencional y produzca palabras sueltas y combinaciones de dos o tres palabras, utilizará ese lenguaje para relacionarse y comunicarse socialmente.

Preguntas sobre “quién, qué y dónde”

Estas son algunas ideas para adaptar el lenguaje a la comunicación intencional. Los “conceptos quién, qué y dónde” también pueden ser útiles: preguntas o ideas que empiezan por “qué, quién y dónde”. Se centrará en los aspectos sociales y no sociales del contexto y en la relación entre todos ellos. ¿Quiénes están presentes? ¿Quiénes son los agentes? ¿Cuáles son los objetos? ¿Y cuáles son las posibles acciones? ¿Qué puede estar pensando, deseando, necesitando o disfrutando su hijo/a?

Puede seguir utilizando palabras como “mirar” y “ver” con niños no videntes o con visión reducida. Ellos aprenden que esto significa “presta atención” a esto.

Si está llamando la atención de otras personas que quieren que su hijo/a les preste atención o interactúe o participe, podría decir algo así:

  • “Mira quién está aquí. La abuela está aquí. La abuela trajo a “Frisky”. Está con su correa. ¿Quieres acariciar a “Frisky”? Parece que no estás seguro. No pasa nada. No tienes que tocarlo ahora. Me quedaré con “Frisky” y la abuela vendrá a jugar contigo con tus bloques”.
  • “Te escucho. Estoy en la cocina. Estoy yendo a buscar tu botella de agua. ¿Oyes el agua? Estoy llenando tu botella. Es agua fría. Ahí voy. Tengo tu agua. ¿Quieres agua? Aquí, está frente a ti en tu mesa”.

Cómo guiar con narración verbal e interacción

Si está respondiendo a la reacción o respuesta de su hijo/a a sonidos u objetos en el espacio alcanzable o inalcanzable, podría decirle algo así:

  • “Oyes el juguete musical. Hizo ruido cuando abrí tu caja de juguetes. Quieres venir a buscarlo. Ven aquí. Lo sacaremos de la caja”.
  • “Uh oh. Se te cayó la cuchara. Está en el suelo. Vamos a buscarla. Estira el brazo. Casi la tocas. La voy a agarrar y te la alcanzo. Aquí está (poner al alcance de la mano)”. “Uh oh. ¡Se te ha vuelto a caer la cuchara! Quizás ya no tengas hambre. ¿Se acabaron los cereales? Bien, terminamos con los cereales”.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo podría adaptar el uso del lenguaje en ausencia de información visual. Ayudará a su hijo/a a aprender el lenguaje y a ampliar su significado, y fomentará sus habilidades de comunicación social.

Ayude a su hijo/a a completar las “piezas que faltan”

Nuestro mundo está repleto de información visual que favorece nuestra capacidad de comunicación. A falta de visión, su hijo/a aprenderá sobre los contextos naturales basándose en lo que oye y lo que toca. Puede añadir información mediante el lenguaje para completar las piezas que faltan.

Sus palabras le permitirán describir objetos, personas, acciones y cómo pueden relacionarse entre sí y con su hijo/a. Adaptar el lenguaje es una de las formas de ayudar a su hijo/a a desarrollar interacciones sociocomunicativas intencionadas y agradables durante sus dos primeros años de vida.

En el artículo “Communication Skills for Children Who Are Blind or Visually Impaired” (“Habilidades comunicativas para niños no videntes o con deficiencias visuales”), encontrará más ideas sobre cómo apoyar la comunicación no verbal de su hijo/a no vidente. Cuando la comunicación es difícil, pueden aparecer problemas de comportamiento, y hay una serie de artículos disponibles sobre este tema.