Aprenda a utilizar el resto de sus sentidos
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Perder la visión no tiene por qué significar perder la confianza en uno mismo.
A lo largo de su vida, la vista probablemente fue su principal sentido. Algunos investigadores calculan que el sentido de la vista proporciona aproximadamente el 80 % de toda la información que recibimos sobre el mundo. Probablemente haya estado utilizando su visión de forma inconsciente, en su mayor parte, para comprobar la exactitud de sus otros sentidos.
Por ejemplo, cuando se oye la sirena de un camión de bomberos, es común girarse para confirmar que efectivamente es un camión de bomberos. Debido a esta tendencia, puede sentir que sus otros sentidos no son tan confiables cuando no puede utilizar la vista como solía hacerlo.
Con el tiempo y con entrenamiento, puede aprender a utilizar todos sus sentidos (tacto, oído, olfato y cualquier resto de visión), y mejorar su memoria visual. Poco a poco, con la práctica de ejercicios sensoriales y nuevas experiencias satisfactorias, empezará a confiar en sus otros sentidos, y a recuperar la confianza en sí mismo.
Utilizar la memoria visual
La visualización, o uso de la memoria visual, es un proceso que puede ayudarlo a formar imágenes mentales precisas de personas, lugares y objetos cotidianos. Puede aprender a hacerlo utilizando y recordando el vasto almacén de recuerdos visuales e información acumulada a lo largo de su vida.
Por ejemplo, es probable que pueda hacerse una imagen mental precisa de todas las habitaciones de su casa, así como de cada uno de los elementos (muebles, electrodomésticos y objetos decorativos) que hay en cada una de ellas.
Al crear de forma continua y consciente este tipo de imagen mental detallada, podrá recordar con mayor precisión la ubicación de puertas, ventanas, muebles importantes y posibles peligros y obstáculos en su hogar.
Utilice la visión restante
Intente aprovechar al máximo la visión que le queda. A pesar de lo que pueda haber leído, el uso de la visión restante no dañará sus ojos ni hará que disminuya su visión.
Acuérdese también de comprobar la iluminación de su casa. Diferentes tipos de iluminación en determinadas zonas pueden ayudar a que se mueva con más seguridad y eficacia. Recuerde que es posible ayudar a su visión reducida con la información
obtenida al aprender a confiar en los demás sentidos.
Maximice su sentido del oído
La audición suele disminuir con la edad, aunque el tipo y la magnitud de la pérdida auditiva pueden variar de una persona a otra. Si tiene dificultades auditivas, considere la posibilidad de someterse a una prueba audiológica. Independientemente de la audición que le quede, siga utilizándola al máximo. Si se concentra en lo que oye y de dónde proceden los sonidos, podrá obtener más información sobre su entorno y empezará a sentir más seguridad y comodidad.
Por ejemplo, pruebe este ejercicio de desarrollo sensorial para ayudarlo a localizar una puerta abierta en su casa:
- Camine despacio por cualquier pasillo de su casa.
- A medida que camine, percibirá una sensación de “encierro” hasta que llegue a una puerta abierta.
- En ese momento, probablemente experimentará una sensación de “apertura” en su lado izquierdo o derecho, dependiendo de qué lado tenga la puerta abierta.
Hará falta tiempo y práctica para percibir estos cambios. Sea paciente usted mismo, pero también celebre el hecho de que está aprendiendo nuevas habilidades y aumentando su conciencia sensorial.
Si se siente incómodo caminando solo, pídale a un familiar o amigo que practique con usted, o utilice técnicas que protejan la parte superior e inferior de su cuerpo mientras camina por el interior de su casa.
Maximice sus sentidos del olfato y el gusto
El olfato y el gusto pueden verse afectados por diversos medicamentos; no obstante, debe seguir utilizando sus sentidos del olfato y el gusto lo mejor que pueda. Tenga en cuenta que si un familiar o amigo le dice que algo huele acre, pero usted cree que huele fragante, ambos pueden estar en lo cierto. Ser coherente en lo que se puede identificar es el factor más importante.
“Pistas” ambientales y sensoriales en su hogar
En su casa, está rodeado de muchas “pistas” sensoriales que pueden ayudarlo a comprender su entorno. Por ejemplo, su sentido del oído puede proporcionarle mucha información sobre su casa, tanto en el interior como en el exterior.
Sonidos como la televisión o la radio, un grifo que gotea, el tic-tac de un reloj o motores que se encienden y apagan pueden ayudarlo a hacerse una idea del interior de su casa. Cualquier sonido del exterior, como pájaros, tráfico o niños jugando, también ayudará a construir una imagen mental de su entorno.
Otras “pistas” sensoriales pueden ser las siguientes:
- Las texturas bajo los pies, como baldosas, madera, alfombras o linóleo, pueden ayudarlo a crear una imagen mental visual de su entorno.
- Las corrientes de aire en la casa, los aparatos de aire acondicionado, los ventiladores o la calefacción por aire forzado también pueden ayudarlo a determinar dónde se encuentra y a mantenerse orientado.
- Las habitaciones de distintos tamaños sonarán diferentes unas de otras. Un cuarto de baño, por ejemplo, suele ser pequeño y contener superficies duras, como azulejos y porcelana, que pueden hacer que los sonidos reboten y resuenen. Un salón es más grande, con alfombras y muebles blandos que pueden absorber y amortiguar los sonidos.
- Los aromas también pueden proporcionar “pistas” útiles, como el olor de las flores en el salón, los aromas de repostería en la cocina y los olores del detergente en la lavandería.
- Al acercarse a la puerta de entrada, sobre todo si está situada en un vestíbulo, puede experimentar una sensación de “encierro”. Esto sucede porque los sonidos se reflejan en tres paredes muy cercanas. En una sala de estar o un espacio más grande, los sonidos se “alejan” de repente porque tardan más en reflejarse (o rebotar) de pared a pared. La zona que lo rodea le parecerá ahora más espaciosa y abierta.
Un ejercicio de visualización en interiores
Pruebe este ejercicio de visualización para potenciar al máximo sus sentidos:
1. Elija un punto de partida. Por ejemplo, colóquese en el umbral de una puerta o junto a su sillón favorito.
2. Camine lentamente por la habitación en una dirección. Al principio, puede que se sienta más cómodo teniendo a alguien con usted mientras lo hace. Toque e identifique cada mueble o elemento significativo de la habitación hasta que vuelva al punto de partida.
3. A continuación, elija un lugar donde suela sentarse. Puede ser una silla en la sala de estar o en la mesa de la cocina.
4. Desde este asiento, intente localizar y señalar lo siguiente:
- la puerta;
- una ventana en la habitación; y
- elementos importantes de la habitación, como la chimenea,el fregadero, la heladera, el sofá o la bañera.
5. Con alguien que lo acompañe, siga moviéndose lentamente por su casa y pregúntese:
- ¿Qué texturas siento bajo mis pies? Por ejemplo, la alfombra del salón será muy distinta de las baldosas de cerámica del baño y el linóleo de la cocina.
- ¿Qué olores me indican que estoy en una zona concreta de mi casa?
- ¿Puedo ver un cambio en la iluminación o en los niveles de luz al alejarme o acercarme a una ventana?
Estimule su memoria visual y maximice sus sentidos
La información que obtenga de estos ejercicios puede estimular su memoria visual y ayudarlo a construir una imagen mental clara de cada habitación de su casa. También le darán pistas útiles para moverse por su casa con más seguridad y localizar distintas zonas y objetos.
Estos y otros ejercicios sensoriales pueden ayudarlo a aprovechar al máximo todos sus sentidos. Estos ejercicios sensoriales aumentarán su conciencia sensorial y aumentarán gradualmente su confianza y capacidad para seguir realizando muchas actividades cotidianas.
Repita estos ejercicios hasta que se conviertan en formas naturales y automáticas de comprender mejor su entorno. Poco a poco, se sentirá mucho más en control, cómodo, seguro y confiado.