Formación profesional adecuada a la edad y plan de estudios básico ampliado
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¿Qué es la formación profesional adecuada a la edad?
La formación profesional incluye los conocimientos y habilidades que los niños y jóvenes aprenden para pasar con éxito del entorno escolar a las funciones de adulto, incluida la educación o formación postsecundaria, el empleo o las actividades relacionadas con el trabajo y la vida independiente.
La formación profesional de los niños y adolescentes con ceguera o baja visión debe comenzar lo antes posible. Los temas incluyen el conocimiento de la carrera, la exploración de la carrera, la preparación de la carrera, incluido el desarrollo de estrategias vocacionales y de búsqueda de empleo, y la colocación profesional o laboral.
Por último, la formación profesional también debe incluir información sobre cómo conservar un empleo mediante una comunicación eficaz y el aprendizaje o la adaptación a la cultura del lugar de trabajo.
Primera infancia
La formación profesional se centra en los conocimientos y habilidades fundamentales: aprender sobre el entorno, seguir instrucciones y horarios, y desarrollar estrategias organizativas tempranas (es decir, clasificar, igualar y emparejar). Además, es el momento de introducir buenos hábitos de trabajo y responsabilidad personal, como guardar las pertenencias. Por último, al igual que sus compañeros videntes de la misma edad, los niños en edad preescolar con discapacidad visual deben explorar los papeles que desempeñan los adultos en sus vidas. Esta exploración se convierte en la base de la formación profesional y de los juegos de rol imaginativos.
Escuela primaria
La formación profesional implica más organización y responsabilidad personal. Los niños aprenden a cuidar de sí mismos y de sus pertenencias, a asumir responsabilidades en casa y en la escuela (por ejemplo, hacer las tareas domésticas), a adquirir destrezas para el trabajo independiente y en grupo, a dominar el uso de herramientas básicas para las tareas domésticas y escolares, y a explorar sus puntos fuertes y sus desafíos (académicos, sociales y recreativos). Es un momento crucial para que los niños exploren cómo sus capacidades, rasgos de personalidad y valores se traducen en intereses profesionales.
Escuela media
Es el momento de que los adolescentes perfeccionen sus intereses y habilidades académicas, sociales y recreativas. También es el momento de empezar a participar en actividades laborales mediante trabajo voluntario o remunerado. En esta etapa, los adolescentes reciben comentarios de sus compañeros y de personas ajenas a su familia inmediata. Los jóvenes con ceguera o baja visión necesitan la misma información realista de su comunidad (vecinos, familiares y conocidos) sobre su desempeño en comparación con los jóvenes sin discapacidad. Los aportes de los supervisores en esta primera fase de exploración y experiencia laboral ayudan a los jóvenes a evaluar sus opciones profesionales.
Escuela secundaria
La atención debe centrarse en adquirir experiencia laboral y perfeccionar los talentos y habilidades necesarios en futuras carreras. Al igual que sus compañeros, los jóvenes ciegos o con baja visión deben recibir asesoramiento para aplicar las habilidades técnicas, sociales y de autogestión aprendidas en el aula a diversas situaciones laborales. Al hacerlo, estos alumnos empiezan a reconocer sus puntos fuertes y sus necesidades. Al tomar conciencia de sus necesidades de formación, estos estudiantes pueden crear un curso de estudio, o plan de acción, para proseguir su educación o formación postsecundaria.
¿Por qué enseñar la formación profesional adecuada a la edad como un área específica?
Si los niños reciben educación profesional e instrucción en técnicas de búsqueda de empleo mientras están en la escuela, aumentan sus probabilidades de encontrar un trabajo una vez que abandonan los estudios. Esto refleja el resultado esperado de la enseñanza de la formación profesional, que los estudiantes encuentren empleo.
La investigación también muestra que las experiencias laborales tempranas y repetidas son importantes predictores del empleo adulto, especialmente para las personas ciegas o con baja visión. Sin embargo, los niños y adolescentes con ceguera o baja visión se enfrentan a desafíos únicos en cada etapa del proceso de desarrollo profesional (concientización, exploración, preparación y colocación).
Concientización
Los niños con ceguera o baja visión tienden a tener una conciencia limitada de sí mismos y del mundo que les rodea debido a su incapacidad para observar el entorno. Esta observación casual permite a los niños videntes modelar el comportamiento de otros niños y adultos en actividades cotidianas.
Esto incluye desde el aseo personal hasta el uso de herramientas y equipos para realizar tareas. La observación casual también permite a los niños con plena visión comparar, reflexionar y perfeccionar su actuación en el hogar, la escuela y la comunidad.
Por último, esta conciencia del entorno es la forma en que los niños sin discapacidad visual aprenden lo que ocurre en el mundo a través del aprendizaje incidental.
Exploración
Es una actividad de aprendizaje fundamental para todos los niños, especialmente para aquellos con ceguera o baja visión. Lamentablemente para los niños con discapacidad visual, los adultos tienden a preocuparse más por su seguridad y bienestar.
Los padres y cuidadores, los profesores y la comunidad escolar a menudo no se dan cuenta de que estos niños pueden o necesitan explorar el mundo que les rodea con tacto. Sin embargo, es a través de la exploración práctica como estos niños obtienen información de primera mano sobre el mundo y el funcionamiento de las cosas.
En los casos en que la exploración práctica es realmente peligrosa o imposible, estos niños siguen necesitando aprender sobre las profesiones. En tales situaciones, los profesores, el personal escolar y los padres pueden ofrecer explicaciones verbales o firmadas precisas. También pueden organizar actividades para educar a los niños sobre diversos trabajos y carreras. Esto incluye las habilidades necesarias, las tareas involucradas, los desafíos a los que se enfrenta y los resultados potenciales. Los niños también deben comprender y experimentar las recompensas que impulsan a los adultos a trabajar y contribuir a la sociedad.
Además, involucrarse en un empleo o voluntariado temprano es beneficioso. Proporciona a los jóvenes referencias más allá de la escuela. Estas referencias pueden avalar sus aptitudes y capacidades.
Preparación
Los jóvenes con ceguera o baja visión necesitan oportunidades laborales tempranas para prepararse para el trabajo de adultos. Entre estas experiencias se incluyen el trabajo voluntario, las pruebas de trabajo, el seguimiento laboral e incluso el trabajo a tiempo parcial remunerado.
Los adultos jóvenes con ceguera o baja visión se enfrentan a menudo a obstáculos a la hora de buscar trabajo. Pueden perderse los anuncios de ofertas de empleo y carecer de las habilidades necesarias para desplazarse solos al trabajo. Los empleadores también pueden dudar a la hora de contratarlos. En consecuencia, mientras que la mayoría de los estudiantes de secundaria empiezan a trabajar, los que padecen ceguera o baja visión no pueden hacerlo. Esto conduce a una preparación de la carrera que es más teoría que experiencia en el mundo real.
Además, las experiencias laborales reales son cruciales. Ayudan a los jóvenes adultos a comprender sus preferencias laborales, sus puntos fuertes y sus desafíos. Sin esto, se pierden la oportunidad de aprender lo que les funciona y lo que no.
Colocación
Colocación: Muchos estudiantes ciegos o con baja visión se ven abocados a hacer lo que los adultos de su entorno creen que harían mejor. Lamentablemente, a muchos estudiantes se les anima a realizar actividades académicas y de ocio en lugar de trabajar. Esto puede deberse a la falta de confianza de los adultos en la capacidad del joven para competir con sus compañeros videntes o a la falta de conocimiento o experiencia del joven en una variedad de opciones laborales y profesionales.
También puede deberse a que a los empleadores les cuesta creer que alguien sin vista pueda ser una persona productiva en el lugar de trabajo. Independientemente de las barreras, el acceso a un trabajo temprano o de nivel inicial es crucial para preparar a los jóvenes con discapacidad visual para empleos después de la secundaria.
¿Cómo enfocan la enseñanza los TVI?
Los TVI y el personal de servicios relacionados pueden apoyar en gran medida la competencia laboral al incluir la educación profesional en sus clases. Por ejemplo, los profesores que trabajan la alfabetización en braille pueden pedir a los niños que escriban sus intereses, capacidades y valores. Los alumnos pueden utilizar sus listas para buscar libros en la biblioteca. Estos libros deben detallar las carreras que se ajustan a sus intereses. Para los niños más pequeños, en preescolar o guardería, los maestros desempeñan un papel fundamental. Pueden enseñar a los alumnos a organizar y cuidar sus artículos escolares. Deben esperar que sigan las instrucciones habladas. Los maestros también pueden fomentar los juegos de rol. Por ejemplo, padres, profesores, médicos, enfermeros o policías. Estas actividades ayudan a los niños a comprender y desarrollar habilidades laborales.
Durante las sesiones de O&M, los instructores pueden ofrecer descripciones detalladas del entorno del viaje. Esto incluye la distribución de las tiendas, lo que dicen los carteles de las vidrieras y observaciones sobre la gente de la zona. Fijarse en cómo se viste la gente para trabajar o en las herramientas que llevan puede ser revelador. Estas actividades ayudan a los niños a aprender sobre trabajos y profesiones que quizá quieran investigar más en el futuro.
¿Cómo podemos apoyar la formación profesional en las escuelas?
La ley identifica la planificación de la transición y la formación profesional como factores importantes en la educación de los alumnos con discapacidad. Por lo tanto, las escuelas y los educadores deben garantizar que la educación profesional se aborde en el Programa de Educación Individualizado (IEP) de cada niño. Los TVI deben evaluar las fortalezas y necesidades de cada niño en esta área para identificar las actividades y habilidades de educación profesional adecuadas para la edad de cada estudiante. Los niños con ceguera o baja visión deben estar expuestos a diversas profesiones y participar en diversas actividades de exploración laboral, ya sea a través de la investigación en línea, el voluntariado, el trabajo, el seguimiento laboral o la conversación con mentores.
Los TVI y otros profesionales pueden promover estas oportunidades desarrollando redes de adultos trabajadores con ceguera o baja visión que puedan servir como modelos para estos estudiantes. Observar a adultos con éxito ayudará a estos alumnos a identificar qué adaptaciones pueden utilizar en el trabajo y también les mostrará de qué trabajos podrían ser capaces.